De Viaje con mi (nueva) diabetes


 2017-08-18

Nunca olvidaré el verano que cambió mi vida para siempre. Dejé todo para viajar por el mundo en busca de encontrarme a mí misma y mi pasión en la vida.  No tenía idea de que en este viaje de mi vida terminaría en un hospital europeo  por dos días, lo cual cambió mi vida y todo lo que yo pensaba que sabía sobre mí misma.

Después de dos semanas de viajar sola en la ciudad de Nueva York, en junio de 2014,  empecé lentamente a notar una diferencia significativa en mi cuerpo.

Estaba experimentando una pérdida de peso severa, micción frecuente, mucha sed y boca seca. Soy una persona fuerte como para que estos síntomas me hicieran detener mis aventuras de viaje. Sin hacer caso a mis síntomas, me monté en mi próximo avión para mi siguiente aventura de viaje en Barcelona, España, donde me juntaría con mi mamá para un viaje de mamá e hija después de mi graduación. Durante este vuelo de 14 horas, vergonzosamente fui al baño por lo menos 20 veces.

En Barcelona, estaba caminando por la Sagrada Familia y la Calle de Las Ramblas cuando noté que estaba sintiéndome débil y estaba luchando por continuar el paseo.

Ya no podía caminar largas distancias y era casi imposible para mí subir las gradas. Como una persona extremadamente saludable y activa (ciclista, yogui, corredora de maratones, surfista, salvavidas, senderista, etc.), este último síntoma más grave me pegó fuerte. Solamente tengo 23 años y no podía seguir el ritmo de mi mamá de 50 años… allí fue cuando me di cuenta que algo andaba realmente mal.

Aun así, no estaba pensando en que mis síntomas fueran algo más que un desfase horario (jet lag), así que el siguiente día tomé un barco en el puerto de Barcelona para un crucero en el Mediterráneo que sería como nuestra casa flotante por los siguientes 18 días. La primera noche en el barco me senté con mi mamá para discutir sobre estos síntomas extraños y desconcertantes que mi cuerpo estaba experimentando. Estábamos completamente perplejas y empezamos a buscar la lista de síntomas en Google y nos asustamos mucho con los resultados. Tomamos una decisión en común para ir inmediatamente al centro médico. Allí en el barco me pusieron inmediatamente en cama, en su hospital improvisado y me pusieron un suero intravenoso sintiendo lentamente cómo iba entrando en pánico.

Podía sentir que algo serio estaba pasando y todavía no sabía lo que era, pero al ver a las enfermeras y al doctor alarmados y agitados, me di cuenta de que no era solamente un jet lag o un resfriado. ¡Pronto me revelaron que tenía cetoacidosis diabética y que era muy grave! Allí estaba yo, flotando en medio del Mar Mediterráneo con un doctor de Sudáfrica que hablaba escaso inglés con una comprensión muy arcaica sobre la diabetes tipo 1 y mi vida totalmente en sus manos. ¡Decir que estaba petrificada era poco!

Mi vida se detuvo repentinamente debido a que este diagnóstico me golpeó en cada área de mi vida, no sólo físicamente.

 

Yo era la imagen de salud, una atleta de 23 años iniciando mi viaje en el mundo real después de graduarme de la universidad y este golpe fue psicológico, espiritual y emocionalmente devastador, PERO soy una chica obstinada de corazón y en lugar de dejar que esto me hiciera caer, me volví mucho más determinada para seguir el curso de este viaje.

El doctor nos dio su honesta opinión de que no tenía un profundo conocimiento sobre la diabetes tipo 1 y que el equipo que él tenía en la clínica médica del barco era demasiado anticuado y primitivo como para ayudar en la forma en que un hospital en tierra firme lo haría. Escuché su preocupación, pero ya estaba decidida: No iba a permitir que este pequeño contratiempo me detuviera para lograr mis metas e impedirme que viera lugares como la campiña italiana, la Grecia antigua, la incomparable Turquía, las asombrosas costas de Francia y mucho más. Afortunadamente me permitieron quedarme y pronto me dieron de alta para seguir por cuenta propia cuando llegué a un mejor estado de salud y no ácido.

Tuve que aprender todo sobre el control de la diabetes tipo 1, estrictamente por medio de internet y leyendo artículos en línea. Mi “diversión” en estas vacaciones requirió visitas frecuentes en los cafés internet donde mi mamá y yo buscaríamos afanosamente las respuestas a la abrumadora cantidad de preguntas relacionadas con la diabetes. Con muchas, muchas bajas y altas (tanto en los niveles de azúcar como en el nivel emocional), todavía logré viajar a todos los bellos lugares que quería visitar mientras que trataba de descifrar lo que sucedía en mi cuerpo y cómo inyectarme.

Por mucho que quisiera despertar de esta pesadilla, tenía que permanecer fuerte y enfrentar la realidad. Después de llorar por horas, empecé a ver formas de mejorar mi condición. Manejar esta enfermedad es difícil de hacer (especialmente por mi cuenta), pero con las personas que conocí durante mis viajes y los amigos que he hecho en otros blogs sobre la diabetes, me he sentido inspirada para hacer mi propio sitio y ayudar a otros como yo que están buscando esperanza y continúan viviendo una vida feliz. Puedo decir fácilmente que esas personas han salvado mi vida y han contribuido a mi cordura. Sin ellas, no hubiera podido tomar esta enfermedad como un reto y no permitir que esto me definiera. Me esfuerzo para empoderar e inspirar a otras personas con diabetes tipo 1, aun las que no tienen diabetes para continuar viviendo una vida positiva, saludable y activa, la cual ellas amen.

Las cosas más importantes que he aprendido:

Permítete a ti mismo sentirte como quieras sentirte.

Date permiso de tener los sentimientos que tú quieras durante este cambio extremo en tu vida. Es parte del proceso de aceptación. Siempre y cuando te des ese tiempo tú mismo y luego continúes hacia una actitud positiva y productiva. Te ayuda hablar de la enfermedad con tu familia o amigos, o escribir en un diario sobre ella y expresarte tú mismo para ayudarte a dejar ir esos sentimientos.

El poder de la educación y el conocimiento.

Mucha gente en el mundo no sabe lo que es la diabetes tipo 1. Así que es importante saber cómo educar a tu familia y amigos sobre lo que es esta enfermedad y cómo pueden ayudarte por si alguna vez te encuentras en un estado imposibilitado. Revisa estos materiales educativos AQUÍ.

Es confuso.

Esta enfermedad es muy confusa ya que nadie sabe lo que la causa, nadie sabe cómo curarla y nadie sabe por seguro cómo afectará tu cuerpo. Puede ser extremadamente confuso y frustrante en las primeras dos semanas con diabetes tipo 1 ya que no todo el mundo es igual, así que realmente es un experimento poder descifrar lo que funciona para ti. Crea un diario de alimentación incluyendo lo que comes, tus niveles de glucosa en la sangre y cuánta insulina usas para cada comida. Esto te permitirá regresar y saber cómo reacciona tu cuerpo con ciertas comidas.

Tú no eres inferior.

No te sientas inferior que los demás sólo porque tienes algo con lo que otras personas no tienen que batallar. Puedes hacer cualquier cosa y todo lo demás que otras personas pueden hacer.

“Lo que no te mata, te hace más fuerte”.

Esta cita literalmente dice la verdad exacta sobre lo que yo he experimentado con mi enfermedad. La diabetes tipo 1 inesperadamente te hace cien veces más fuerte de lo que podrías pensar. Te prueba y te presiona, pero te hace ver la verdadera persona fuerte que fuiste destinado a ser.

Mantén la comunicación con tu cuerpo.

Las tareas diarias de pinchar tu dedo e inyectarte realmente aumentan tu conocimiento de ti mismo. Una de las cosas que he aprendido a lo largo de mi enfermedad es que estoy más en sintonía con lo que mi cuerpo necesita, cómo reacciona con ciertos alimentos, cómo me siento cuando mis niveles están altos o bajos. Todos estos sentimientos te acercan a tu cuerpo y crean esta relación que es muy importante para mantenerte sano y salvo.

ESCRITO POR Gretchen Otte, PUBLICADO 08/18/17, UPDATED 09/10/18

Gretchen es la voz inspiradora detrás de Type One Type Happy, un diario motivacional en línea para diabéticos y no diabéticos. Gretchen fue diagnosticada con diabetes tipo 1 en el verano de 2014 en Europa y  está descubriendo una nueva forma de vivir y compartir su experiencia como una persona diabética saludable y feliz. Cuando no está escribiendo,  tomando fotografías o inspirando a los demás a su alrededor, la encontrarás entrenando para otra maratón, comiendo ensaladas con su mascota Bunny Winnie, o surfeando en el soleado sur de California. ¡Puedes encontrarla en línea en www.TypeOneTypeHappy.com o en Instagram @TypeOneTypeHappy!