Atravesando el mundo
¡Hola todos!
“Viaja por el mundo y los siete mares”, esta línea me atrapó. Era septiembre de 2015 y mi último semestre como estudiante de ingeniería. Estaba deseando colocarme y establecerme en un trabajo en el mundo corporativo. Sin embargo, una cosa seguía molestándome, sabía que me apasionaban y que estaba enamorado de los viajes más de lo que amaba la programación. Sabía que esto había estado en mis pensamientos durante años y que tenía que empezar a actuar. La acción es lo que creo que es la clave para tener resultados, es algo que hace que los sueños se hagan realidad.
Fue entonces cuando la planificación comenzó para hacer posible mis sueños y tuve algunas conversaciones extensas con mi familia. Ya estaba decidido. Para ver el mundo y los siete mares, tenía que dar mi primer paso: recorrer toda la India. Esto se decidió solo por el hecho de que nací aquí, tenía un apego personal y tenía sentido completar la India primero.
A casa en moto
En ese momento, andaba en la motocicleta de mi padre, una Royal Enfield llamada la “old bullet” (vieja bala). Esa fue una experiencia diferente por sí sola. Mi universidad estaba en Vellore, India y mi hogar era Chennai, India. El final de 2015 fue la última vez que viajaba por casa en mi motocicleta, aparte de los fines de semana en que solía hacerlo. Esta vez, el viaje fue diferente no solo porque era la última vez, sino también porque había perdido mucho peso. Me sentía débil y no tan bien, me había ido con destino a casa, disfrutando y despejando todo el estrés que tenía en el viaje de regreso de cuatro horas.
Había relacionado mi pérdida de peso de más de 30 kilos con una cirugía próxima que iba a tener, y no me había molestado con todos los síntomas que tenía. Unas semanas después de la cirugía, con una buena recuperación, mis síntomas parecían continuar. Había estado durmiendo más, sintiendo sed, me sentía increíblemente débil y se me resaltaban los huesos de lo delgado que estaba, estaba perdiendo el pelo por todo mi cuerpo, esta viendo desenfocado y cualquier toque ligero hacía que empezara a sangrar. Mi familia y yo sentíamos que algo no estaba bien.
Lograr la aceptación
Una mañana de la tercera semana de enero de 2016, mientras mi familia y yo nos sentamos a desayunar, mi madre preguntó: “Me pregunto por qué veo tantas hormigas en el inodoro. ¿Alguien sabe por qué podría ser? Yo mismo había leído un poco sobre todo lo que me había estado pasando en Internet. Sabía que todo había estado apuntando a una sola cosa: la diabetes. Sin embargo, estaba en la etapa de los “pero”, sabía que solo leer sobre cosas en Internet solo me haría creer cosas de las que no sabía nada. El 26 de enero de 2016 decidimos que estos síntomas no se debían a la cirugía que había tenido recientemente y que no desaparecería simplemente, por lo que decidimos visitar un hospital y descubrir las raíces del problema.
Lo primero fue la incredulidad de mi parte, ya que finalmente me había estado sintiendo feliz después de tres largos años después de un tiempo difícil. Simplemente no podía aceptar el hecho de que me habían diagnosticado diabetes Tipo 1 y que iba a tener que inyectarme para el resto de la vida solo para seguir vivo. Sin embargo, mi familia y yo estábamos felices y al mismo tiempo molestos por una cosa: fuimos al hospital cuando estaba cerca de caer a un coma o posiblemente cerca de morir. Estuve cerca pero no llegué a eso. De alguna manera, en mi corazón, había alcanzado un nuevo nivel de paz, felicidad y libertad que nunca antes había sentido; las experiencias cercanas a la muerte en realidad nos cambian.
Asuntos familiares
Además de aceptar los hechos, mis padres y mi hermano Rochit fueron mi sistema de soporte vital. Ellos hicieron que fuera posible que yo mantuviera la calma y que lo aceptara más. Mi padre dice: “Como padre, fue un shock al principio. Personalmente, no tenía conocimiento de lo que hace el páncreas. Nunca supe cuáles deberían ser los niveles de azúcar y cuál es el rango. Cuando se atendió el problema y cuando entendí por lo que me dijo el médico, supe que llegaría la aceptación y así fue. Lo que hice a continuación fue leer mucho sobre la diabetes y todo lo relacionado con ella. Hice un plan de acción para lidiar con eso”.
Probamos la limpieza de aura, el yoga, exploramos el reiki, la homeopatía, la ayurveda y todo lo que pudimos encontrar para mantenerme libre de medicamentos y combatirla. Con el tiempo nos dimos cuenta de que eso no funcionaría y lo aceptamos por completo. Se decidió que “la diabetes nunca será una barrera para nosotros, sin importar cuál sea el resultado”.
Mi madre dijo: “Para mí, como madre, me había dado cuenta de que, antes que nada, tenía que lidiar con eso y no dejarme llevar, pero no podía aceptarlo de la misma manera que mi esposo lo hizo de una sola vez. Ni siquiera me puedo imaginar cómo es que todo esto sucedió. Por otra parte, estaba durante la examinación número 12 de Rochit. Me sentía perdida y sentía que Rochit también se sentía así. “No podría haberme imaginado un peor momento para que todo esto sucediera”. Con el apoyo constante que ella me daba, todo lo que podía ver era esperanza.
Llamada a la acción
Ahora que nos hemos dado cuenta de esto, creamos un plan de acción por recomendación de médicos, consultores y otros familiares. Casi al final de la última semana de enero de 2016 y la primera semana del mes siguiente, planificamos una estrategia para mi plan de viajar. Se trataba de viajar, no solo a lo largo y lo ancho de la India sino a fondo. Con extensas conversaciones y el apoyo inimaginable de mi familia y amigos, decidimos que seguiría adelante para continuar con mi pasión, lo que amaba y todo lo que soñaba, después de ganar fuerza y comprender cómo manejar la diabetes. Eso nos daría confianza y mi papá sabía que esta era la manera correcta de partir.
Pasaron tres meses y estuve listo después de un entrenamiento físico riguroso con mi entrenador, entrenamiento de motocicletas de mi mejor entrenador: mi padre, consejos sobre dietas de varios gurús de la salud, entrenamiento sobre dietas, consultas, la cantidad correcta para la dosis de insulina, comprendiendo lo mortal que es tener un nivel bajo de azúcar y cómo puede deteriorar la salud tener un nivel alto de azúcar.
Preparación
Me leí libro tras libro sobre diabetes, viajes, salud, yoga e inspiración. Tuve muchísimos entrenamientos matutinos, prácticas de motocicletas y se hizo un tremendo trabajo con una mentalidad feliz. Este tiempo me hizo estar consciente y lograr mi equilibrio de mente, cuerpo y alma. Ya había recuperado mi fuerza. Estaba listo en mi mente, listo para embarcarme en el viaje de mi vida.
El 29 de julio de 2016, empaqué mi equipaje, que era de más de 100 kilos con equipo de montar motocicleta, alforjas, y tiendas de campaña, botellas, ropa para todos los climas, cosas de aventura (lo que sea, lo tenía) y me fui. Salí de casa con un solo objetivo: recorrer la India, completa. Así lo hice, cubriendo más de 25 estados y completando 48,000 kilómetros en mi motocicleta por más de un año y dos meses en la carretera. Esto también atrajo mucha atención de los medios de comunicación, incluidos los periódicos, la radio, los canales de medios en la televisión y otros lugares donde podía dar discursos públicos sobre mi recorrido.
Pesaba solo 42 kilos cuando salí. Tomamos un riesgo calculado con mi capacidad para manejar las cosas incluso después de todos esos meses de entrenamiento. Mis pies gitanos no creían, de hecho ni siquiera reconocían lo que significaba renunciar (digo esto porque me lo preguntaban a menudo). Otra de las preguntas frecuentes sobre la fractura y la cirugía de apéndice que tuve en el medio del viaje por la India, y creo que mi determinación de seguir moviéndome y nunca retroceder fue natural (junto con una buena atención médica y sanación). Me enseñaron esto desde el principio. Es como dice mi padre: “Donde hay voluntad, hay una manera”. También fue el amor y la fe de mi madre lo que me animó, y mi hermano, joven pero a la vez tan maduro en todo, también fue un catalizador.
Reglas para el recorrido en motocicleta
La pregunta surge de muchos lectores con diabetes: ¿Cómo manejé todos mis niveles de azúcar al comer una variedad de alimentos? ¡La variedad de comida fue el resultado de estar en un lugar nuevo cada día! ¿Cómo me las arreglé para eso? Lo primero y más importante, lo que recomiendo y lo que hice es: leer, leer, leer. Edúquense sobre el tema. Hay que estar atentos Comprendan de qué se trata la diabetes y todo lo que viene con ella. No tienen que ser médicos ni un estudiantes de ciencias para entender cómo funciona el cuerpo. Lean, descubran qué es un páncreas, qué funciones proporciona, tengan en cuenta todas las actividades relacionadas con el cuerpo humano, busquen comprender qué son las hormonas y todos los síntomas (y causas) de todo lo que hacen. Lo que yo hice mientras viajaba fue llevar un registro extenso de mi azúcar, asegurarme de evitar los niveles bajos de azúcar con una posibilidad muy baja de que realmente sucedieran, y nunca me perdía el desayuno. Mis viajes eran a veces de solo dos horas y, a veces, hasta de 12 horas o más. En tales situaciones, se requiere una planificación adecuada de tal manera que incluya todos mis descansos para alimentos (que eran obligatorios, incluso si a veces llegar al destino tenía que ser un intercambio para garantizar un proceso de planificación preciso).
En segundo lugar, crear un sistema de apoyo. Mi familia y mis compañeros sabían en cada momento dónde estaba. Algunas de las preguntas más frecuentes que recibe la mayoría de las personas con diabetes son mal vistas. Preguntas como: “¿Cómo estás? ¿Cómo está tu salud? ¿Están bien tus niveles de azúcar? Lectores, los aliento a que miren estas preguntas en los zapatos de las otras personas, por qué las hacen, su preocupación y la ausencia de información que quizás solo ustedes tengan (si son personas independientes, cuídense siempre, especialmente durante los viajes). En mis recorridos, les daba informes a mi sistema de apoyo como si fuera un asunto de vida o muerte.
En tercer lugar, ¡midan sus niveles de azúcar! Lleven un registro. Es necesario comprender la proporción de qué y cuánto comen a cuánta insulina hay. Esto proporcionará una gráfica mental y, a medida que pasa el tiempo, ayuda a administrar los niveles tan bien que se hace difícil creer cuánto se reducen los desequilibrios.
En cuarto lugar, mantengan la comida y la insulina con ustedes en todo momento.
Feliz como yo
¡Con todo lo anterior, tengo diabetes y estoy orgulloso! Nunca ha habido un día, ni un momento ni un segundo, en que me avergonzara de ello. De hecho, no estoy triste ni molesto, sino feliz, muy feliz. Nunca se trató acerca provocar conceptos erróneos y las palabras que el mundo dice, o más bien las críticas de la gente sobre las personas con diabetes. Se trata de aceptarlo con los brazos abiertos, a ti mismo y a tu propio cuerpo. ¿Cómo puede alguien posiblemente ocultarlo o avergonzarse de ello? Se trata de cambiar esa perspectiva en nuestra propia mente (y de dar un paso adicional para educar a las personas que nos rodean), y a medida que más y más personas nos vean aceptarlo y sentirnos verdaderamente felices al respecto, harán una diferencia incremental y transformadora en ti y el mundo que te rodea.
Si alguna vez tienen tiempo, vean este video: ““RIP Claire Wineland – Make Your Life Beautiful“ (RIP Claire Wineland – Haz que tu vida sea más bella).
Mi hermano Rochit me dice: “No me asusté mientras estabas pasando por el momento difícil en que descubriste que tenías diabetes. Si tuviera que explicarlo, es porque creía que estarías bien siempre que mamá y papá estuvieran aquí. Estoy muy seguro de que nada nos puede pasar. Pero la idea de cómo las cosas se pusieron de mal y lo que pudo haber sucedido todavía me asusta. El viaje que hiciste a pesar de todos los problemas es realmente inspirador. Estoy orgulloso de ti. Y no podría pedir un mejor hermano o una mejor familia. Somos increíbles, y podemos vencer a todos los pronósticos mientras estemos juntos”.
Finalmente, vivo en un mundo donde todas las posibilidades son posibles. Actualmente estoy en camino a recorrer el mundo y los siete mares. ¡Salud!
