Best Practices para la adolescencia


 2022-09-26

Nota del editor: Este artículo fue posible gracias al apoyo de Dexcom, patrocinador principal del Type One Nation Virtual Summit: Viviendo sin Límites.  Beyond Type 1 mantiene el control editorial total del contenido publicado en sus plataformas.


En esta sesión del Type One Nation Summit en Español: Best Practices para la adolescencia, Elba López nos comparte sus conocimientos y experiencia para un mejor manejo durante esta etapa de la vida. Elba es nutrióloga (o nutricionista o dietista registrada, dependiendo del país desde el cual nos leas). Movida por su pasión para ayudar a otros, en 2008 se convirtió en educadora en diabetes y en los últimos años ha trabajado en programas de prevención de diabetes del CDC. Además trabaja con una fundación pediátrica de diabetes en su Puerto Rico natal y siempre está activa en su labor de ayudar a niños, adolescentes y adultos con diabetes a vivir lo mejor posible con su diabetes. 

¿Qué es la adolescencia? 

Por definición, la adolescencia es el periodo de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta. La Organización Mundial de la Salud la establece entre los 10 y los 19 años. Esta etapa tiene muchos cambios a nivel emocional y físico y un diagnóstico de diabetes tipo 1 añade algunos elementos adicionales a este proceso y una responsabilidad adicional. La adolescencia se divide en adolescencia temprana, con presencia de hormonas sexuales. En la etapa media los cambios se orientan más a la parte psicológica y desarrollar la propia identidad. En la etapa tardía se completa el desarrollo físico y es una etapa con un poco más de control y la posibilidad de evaluar riesgo y recompensa.

¿Qué sucede cuando la diabetes es parte de esta ecuación?

En la etapa inicial o etapa temprana de la adolescencia, la liberación de hormonas de crecimiento y de esteroides sexuales causa resistencia a la insulina y es probable que los valores de glucosa aumenten en la segunda mitad de la noche y en ayunas.

Es posible que también haya cambios en el apetito, en más o en menos. A esta edad también se pueden alterar los patrones de sueño. Y también hay cambios en la cantidad de actividad física, tanto en más como en menos.

Todo esto va a producir cambios en los requerimientos de insulina y será necesario evaluar el tratamiento y realizar ajustes.

No hay que olvidar los cambios en el estado de ánimo, en la imagen corporal y los aspectos emocionales y la presión de grupo y aceptación de pares y se hace necesario considerar que para algunos puede existir la posibilidad de pensar “soy diferente, quizás no me van a aceptar”. 

 ¿Cómo se evalúa ese proceso y qué podemos hacer? 

Cuando se presentan glucosas más elevadas de lo usual, se puede hacer seguimiento tanto usando monitoreo continuo como medidores tradicionales de glucosa en sangre, midiendo la glucemia al acostarse o alrededor de medianoche, nuevamente alrededor de las 3 de la mañana y luego al iniciar el día, entre las 6 y las 8 de la mañana. También habrá que descartar otros factores que puedan afectar la glucemia en forma tardía como comidas altas en grasa o quizás errores en la administración de insulina de la última comida. 

Cuando se detectan glucemias elevadas y persistentes es importante hablar con el médico para poder hacer los ajustes necesarios, ya sea mediante el uso de microinfusora o inyecciones múltiples, y analizar las opciones también con ayuda del nutriólogo o nutrióloga para hacer cambios en los últimos consumos de alimento.

Es muy importante recordar que los adolescentes tienen voz y voto también en cuanto a su manejo se refiere. Y preguntarles qué es lo que quieren hacer y qué es lo más importante que quieren alcanzar puede hacer toda la diferencia. 

Impacto de la diabetes tipo 1 en el desarrollo de la personalidad 

A veces el tener diabetes nos puede ayudar a ser más fuertes, a ver la vida como un reto, a tener más responsabilidad. Pero en otros casos se necesita un poco más de ayuda, otras estrategias. Y cuando es necesario, consultar con un especialista del área emocional para lograr las herramientas que puedan ayudar a llevar este proceso de la adolescencia de una mejor manera.

El apoyo entre pares es una de las herramientas más valiosas y puede ser clave en la adolescencia ya que conocer a otras personas que viven con diabetes tipo 1 ofrece herramientas útiles para poder vivir esta etapa de una forma segura y saludable.

Algunos consejos prácticos para los profesionales de la salud que pueden recibir adolescentes con diabetes tipo 1 en su consulta 

Es importante hacerle preguntas a ese joven, permitirle comunicarse y que el familiar que le acompaña permita que el niño o joven conteste las preguntas por sí mismo. 

Es importante que al salir de una cita con cualquier profesional de la salud, no queden dudas, que las necesidades planteadas hayan sido escuchadas o trabajadas. Los profesionales de la salud deben ser capaces de poder entender que no es fácil y tratar de buscar y llegar a un acuerdo, ofrecer opciones y que tanto el joven como su familiar participen de cuál va a ser ese plan, qué se va a hacer y cómo se van a buscar soluciones.

En un equipo multidisciplinar, las personas que viven con diabetes tienen un papel muy importante y deberían ser la figura o el jugador principal de ese equipo, siendo parte del grupo de tomadores de decisión.  

Elementos clave en la aceptación y proceso de incorporación de la diabetes a la vida cotidiana

Independientemente de la edad del diagnóstico, es fundamental permitir y alentar que el niño o jóven sea parte activa del tratamiento y el manejo de la diabetes. No importa la edad. Los más pequeños pueden ocuparse de limpiar con alcohol la zona de inyección o poner la tira reactiva en el medidor de glucosa y de allí en más, con mayor edad, asumir otras partes más complejas del proceso.  

Algo que ha cambiado mucho es el acceso que se tiene ahora a toda la información en forma automática, con acceso a ciertas herramientas, a páginas de internet, a perfiles en Instagram, a sesiones en vivo. Y todo este acceso facilita muchísimo la toma de decisiones para las personas con diabetes y para sus cuidadores. 

Retos adicionales de vivir con diabetes tipo 1 en la adolescencia 

El monitoreo y la administración de insulina son esenciales para el manejo de la diabetes, pero en la adolescencia el deseo de aceptación del grupo de pares puede afectar ese proceso. Los adolescentes no quieren hacerse las pruebas, no quieren mostrar y hacer cosas distintas a sus compañeros, ya sea en la comida o las salidas o estar en otro ambiente. 

Entonces, es importante buscar estrategias para lidiar un poco mejor con esas hiperglucemias que se presentan en esta etapa. Y es importante incluir a los padres para dar apoyo en esta etapa. Habrá etapas más complicadas que otras, pero con mejores conocimientos se podrán llevar de mejor manera.

Y no podemos olvidar que además de las redes sociales, están los campamentos que ofrecen acceso a información, a estrategias, a recursos para compartir y saber que es posible mejorar y por consiguiente, sentirse mejor.

¿Cómo y cuándo podemos enseñar a nuestros adolescentes a hacerse cargo de su auto manejo?  

Depende un poco del momento cuando llega la diabetes. Alguien que lleva varios años con diabetes ya tiene procesos incorporados a su día a día. Si el diagnóstico es en la adolescencia, estos jóvenes tienen que ser parte del proceso desde el inicio e ir preparándose para la fase de adulto.

Es importante ir paso a paso y darles la oportunidad de poder dialogar. Buscar opciones y encontrar juntos lo que mejor funciona para cada uno. La comunicación es clave. Y también el acompañamiento en este proceso de aprendizaje.

¿Hay una edad en la que se puede decir que son totalmente capaces de hacerse cargo de su diabetes sin intervención de ningún tipo?

No hay una edad específica. Esta generación que crece con la tecnología pueden ser parte central de su cuidado mucho antes que en otras épocas. Pero la familia siempre ha de estar presente para dar apoyo cuando sea necesario. 

Identificar algunos signos y síntomas de alerta 

Es importante siempre preguntar a los adolescentes cómo se sienten y cómo están. Pero también es necesario estar atentos a cambios que pueden estar indicando que no están llevando lo mejor posible el manejo de su diabetes:

Cambios de peso, ya sea por consumir pocos alimentos para evitar inyectarse o por omisión en la aplicación de insulina.

Resultados altos de A1c pueden indicar que se están omitiendo dosis de insulina.

Los datos del monitoreo continuo de glucosa también ofrecen la oportunidad de detectar problemas.

También se asocia el patrón de sueño con irregularidades en la glucosa y el sentirse cansado y no estar durmiendo bien pueden ser signos a tener en cuenta.

Y no podemos olvidar los síntomas clásicos: sed excesiva, orinar con frecuencia y pérdida de peso, que indicarían que es probable que ese proceso de la adolescencia esté generando hiperglucemia severa. 

¡Gracias Elba!

¿Cómo podemos contactar a Elba?
Página web: Diabetes. Tú y yo 
Facebook: Diabetes Tu y Yo
Instagram: @DiabetesTuyYo
Correo electrónico: [email protected]


Sigue aprendiendo sobre diabetes cada primer miércoles del mes en las sesiones del Type One Nation Summit de JDRF 2022, entérate más aquí.

ESCRITO POR Ana Álvarez Pagola (Borthwick) , PUBLICADO 09/26/22, UPDATED 09/26/22

Ana es la creadora de Yo Diabetes y vive con diabetes tipo 1 desde 2006. Es docente, y traductora, Paciente Experto en Enfermedades Crónicas por la Universidad Rey Juan Carlos y Educadora en Diabetes. Forma parte activa de la comunidad de diabetes en línea en las distintas plataformas buscando difundir información sobre diabetes que permita a más personas gestionar mejor su diabetes y los recursos disponibles. Es la orgullosa mamá de cuatro maravillosas personas.