Cómo aprendí a amar mi cuerpo


 2017-10-31

Nota del editor: Mary forma parte del equipo  Beyond Type Run Team, 2017 patrocinado por Medtronic. Ella corrió el Maratón TCS 2017 de la Ciudad de Nueva York 


Yo odiaba mi cuerpo. Lo odiaba. Ahora lo amo totalmente.

Me diagnosticaron a la edad de 7. Crecí con diabetes, y peleamos mucho. Durante mi adolescencia, mi A1C literalmente tenía dos dígitos proque no me cuidaba. Simplemente no quería molestarme cuidando de mi diabetes así que no lo hacía. No ponía atención a mis hábitos alimentarios ni a cuántos carbohidratos comía y mucho menos si había utilizado suficiente insulina. Estaba bien, estaría bien ¿verdad? Por supuesto que no.

En la universidad pesaba cerca de 200 libras y llegué a estar muy deprimida por ello. Odiaba mi cuerpo más de lo que lo odiaba en la secudnaria. Mi estómago lleno de cicatrices y tejido me molestaba cada vez más y más. No estoy orgullosa de haber adquirido hábitos poco saludables con tal de perder peso. Sí, quizá me veía fantástica y delgada y saludable pero también pasaba más de 5 horas en una elíptica y contaba calorías de forma obsesiva.

Avancemos rápido hasta 2017. Enero de 2017. Mi cuerpo y yo estamos en un muy buen lugar. No hacía ejercicio pero mi peso era adecuado. Entonces decidí que quería ser corredora, y luego decidí insribirme al Maratón de la Ciudad de Nueva York. ¿Por qué? No había sido corredora pero decidí hacerlo (pronto contaré esta historia).

Al principio sólo podía correr 30 segundos. Luego un minuto, luego dos minutos. Me quedé en el método de correr-caminar porque no podía correr pero, poco a poco fui alcanzando esas metas. Después, un día corrí una milla completa. Una milla COMPLETA. Estaba contenta y orgullosa y muy impresionada de que mi cuerpo lo hubiera logrado.

Después de meses de entrenamiento mi cuerpo cambió. Vi músculos desarrollarse y crecer. Mi estamina mejoró, mi respiración era menos agitada según pasaba el tiempo. Aguanté lesión tras lesión. Me di cuenta de que no era saludable enojarse con el cuerpo ya que eso no ayudaría a curarlo. Me concentré en recuperarme de las lesiones lentamente y escuchando a mi cuerpo. ¡Demonios, en realidad estaba escuchando a mi cuerpo!

Por primera vez en mi vida, me sentía bien escuchando a mi cuerpo. Lo escuché cuando tuvo dolor, o cuando me dijo que necesitaba descansar un día. Lo escuché cuando tuvo hambre y lo alimenté con alimentos que me darían energía. Me estiré, di vueltas, puse hielo y tomé baños. Empecé a visitar a un quiropráctico y a un médico del deporte. Estoy leyendo un libro sobre los pies y ¡es maravilloso! Investigué sobre diferentes tipos y opciones de nutrición y suplementos y elegí lo más adecuado para mi. Estaba en verdad escuchando y nunca, antes de esto, lo había hecho. Siempre ignoré lo que mi cuerpo intentaba decir. Si me decía que estaba hambriento o si ya había hecho suficiente ejercicio. Tratarlo con compasión y amor y escuchando lo que tenía para decirme me hizo amarlo más.

Pero, no me di cuenta de lo mucho que lo amaba hasta que hace algunos días leí un comentario que alguien escribió en una foto mía de instagram diciendo que yo lucía demasiado atlética y delgada como para tener diabetes tipo 1 y usar insulina y que debía ser honesta”. Me sentía en shock, confudida y ofendida. “¿Cómo podía decir eso?” “¿Me veía demasiado delgada como para parecer una persona con diabetes tipo 1 de verdad?” Nunca había sido cuestionada por otra persona con diabetes tipo 1 y jamás me habían llamado demasiado atlética o delgada para ser alguien con diabetes tipo 1.

Me hizo pensar en mi cuerpo y en mi diabetes tipo 1. He vivido con diabetes tipo 1 casi 19 años. He luchado con las altas y bajas y todo lo intermedio. Ha habido tiempos en los que no me he cuidado, he abusado de mi cuerpo y de mi mente.

Estoy orgullosa de decir que ya no soy así. Estoy orgullosa de decir que cuido mi cuerpo y cuido mi mente. Estoy orgullosa de tener un peso saludable. Estoy orgullosa de mis músculos, y mi tejido cicatrizado en mi abdomen ya no me molesta tanto. Me siento hermosa y fuerte. Desde que comencé a entrenar, mi cuerpo y mi mente han cambiado para mejorar. Me alimento con mejores cosas, tomo vitaminas y pongo atención en cómo me siento. Ahora como más que nunca y mi sensibilidad a la insulina ha aumentado por lo tanto disminuí la cantidad de insulina que requiero en una base diaria. Correr me ayuda a controlar el estrés y la ansiedad. Me ha hecho amar mi cuerpo. Ahora se que soy fuerte y soy poderosa. Se que puedo hacer cualquier cosa que me proponga. Corrí 22 millas  hace un par de semanas y estoy por correr 26.2. Mi cuerpo es fuerte, hermoso y capaz- con todo y sus marcas y cicatrices. Estoy feliz y soy saludable. Eso es lo que importa. No cómo me veo, sino cómo me siento. Me tomó mucho tiempo darme cuenta, 26.1 años para ser exactos. ¿No es eso gracioso?

No juzgues a la gente por cómo se ve. Todos tenemos algo debajo de esa capa exterior y no puedes saberlo con solo mirarlos. He trabajado duro para no escuchar esas voces y juicios y sólo ayuda en mi felicidad. Porque lo único que importa es que amo cómo me veo, cómo me siento y soy muy feliz. No importa lo que los desconocidos piensan sobre mi cuando corro en la calle porque mi cuerpo es fuerte y poderoso y confío en ello. Correr me hizo amar mi cuerpo, mis fallas y todo. Y por eso, estaré eternamente agradecida.

 


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ESCRITO POR MARY LUCAS, PUBLICADO 10/31/17, UPDATED 01/24/23

Mary fue diagnosticada con diabetes tipo 1 en 1998 a la edad de siete años, y a pesar de que ha tenido la enfermedad durante 17 años aún enfrenta cada día con una sonrisa y un soleado panorama. Ella asistió a Parsons New School for Design (nueva escuela de diseño de Parsons) de Nueva York, donde estudió diseño de moda con un enfoque en ropa para niños. Ahora, en su papel de Administradora de Socios de la Comunidad y Programas, A Mary le encanta hacer conexiones y compartir historias, consejos y trucos con otras personas con diabetes. Ella creció en torno a la filantropía y le apasiona vivir bien con diabetes tipo 1, la búsqueda de una cura, hacer que Beyond Type 1 crezca y, ¡su bulldog francés Lola! Encuéntrala en Instagram @MaryAlessandraa