CÓMO LA DIABETES EVITÓ QUE ME CONVIRTIERA EN PILOTO


 2018-05-25

Tengo una sensación de amor/odio cuando las personas les dicen a aquellos con diabetes Tipo 1 que pueden lograr hacer cualquier cosa que pueda hacer cualquier otra persona con un páncreas que funcione. Por razones obvias, estoy tan contenta de que los recién diagnosticados con diabetes Tipo 1 puedan escuchar esto porque brinda mucho consuelo y alivio durante ese momento tan abrumador. Y es verdad… en su mayor parte. Sí, las personas con diabetes Tipo 1 pueden viajar por el mundo, escalar montañas, jugar fútbol profesional, conducir autos de carrera e incluso andar en bicicleta por todo el país. Pero lo que no es cierto es que las personas con diabetes Tipo 1 pueden convertirse en pilotos profesionales o unirse al ejército. Supongo que se pasan por alto porque son solo dos cosas fuera de un mundo de posibilidades, pero a mí me golpeó duro porque estas fueron las dos cosas por las que había estado luchando la mayor parte de mi vida.

Me diagnosticaron diabetes Tipo 1 el 19 de septiembre de 2016. Tenía 21 años y faltaban solamente 10 días para que cumpliera 22 años. En muchas maneras, estoy muy agradecida de haber sido diagnosticada no tan temprano en la vida porque pude disfrutar de casi 22 años de un páncreas en pleno funcionamiento. Ni siquiera puedo imaginar lo que sería ser diagnosticada siendo una niña pequeña o en la adolescencia. Pero, por otro lado, saberlo pudo haber ayudado antes de comprometerme con ciertos objetivos de vida. Mi diagnóstico llegó durante el segundo mes de mi último año en la universidad. Era estudiante del último año de la carrera de piloto aviador y estaba a la mitad de mi entrenamiento de piloto comercial cuando descubrí que algo andaba mal con mi salud. Pasé los últimos tres años trabajando diligentemente para convertirme en piloto profesional. Obtuve mi certificado de piloto privado, habilitación de instrumentos y acumulé hasta 250 horas de vuelo. El último año, me registré para entrenamiento comercial y multimotor. Después de obtener esos certificados, me habría establecido para comenzar un trabajo como piloto de nivel básico . Todo lo que yo había trabajado fue repentinamente arrancado de mí cuando terminé en la sala de emergencias un lunes por la tarde.

Al crecer, siempre me sentí muy afortunada por las oportunidades que había recibido. Tengo una familia maravillosa que siempre me ayudó a seguir mis sueños y recuerdo incontables veces en mi vida en que me detuve a agradecerle a Dios por permitirme ser tan feliz. No solo respaldaron mi decisión de ir a la escuela de vuelo, sino que también me apoyaron en mi pasión por las carreras de autos. Siempre fui conocida por ser una adicta a la adrenalina, y siempre quise competir con autos por deporte.

Finalmente, mi padre y yo construimos un automóvil en el 2013 y he estado compitiendo desde entonces. Me enamoré completamente del deporte y se convirtió en una pasión mía. Claro, no fue todo viento en popa; pero no podría estar más feliz de estar afuera en la pista. Sin embargo, mis padres sentían que las carreras estaban ocupando mucho tiempo y preferían que me concentrara en mi carrera como piloto. Tan triste como estaba, acepté que mi carrera era más importante y que necesitaba enfocarme. Entonces, el 4 de septiembre de 2016, mi padre vendió mi automóvil después de una última carrera en la pista. Ese día, me quitaron las carreras y, 15 días después, me quitaron el vuelo. Estas fueron las dos cosas en mi vida que me hacían lo que era. Y estaba muy orgullosa de quién era.

Para entrenar y obtener ciertos certificados en aviación, debes aprobar un certificado médico ordenado por la Administración Federal de Aviación (FAA). Hay tres niveles de un certificado médico que puedes recibir. Para volar aviones pequeños solo para uso recreativo, necesitas un certificado médico de tercera clase, que es el más fácil de pasar. Una persona con diabetes Tipo 1 no será descalificado de un certificado médico de tercera clase debido a su dependencia a la insulina en la mayoría de los casos. Los certificados médicos de segunda clase permiten que los pilotos vuelen comercialmente o que, esencialmente, les paguen por volar. Los certificados médicos de primera clase básicamente permiten a los pilotos volar para las principales aerolíneas. Actualmente, la diabetes Tipo 1 es un factor descalificador para los certificados médicos de primera y segunda clase; si tienes diabetes Tipo 1, no puedes ser un piloto profesional. Aunque la posición de la FAA es que hará una evaluación individual de las personas con diabetes para estas certificaciones, nadie en los Estados Unidos ha aprobado esta “evaluación individual”. Como me encontraba en medio de una capacitación comercial cuando me diagnosticaron, inmediatamente me cancelaron los vuelos y me obligaron a abandonar mi licenciatura en aviación durante mi último año.

Cuando decidí por primera vez correr y convertirme en piloto, escuché muchos comentarios negativos que giraban en torno a la idea de que estas no son actividades típicas para las mujeres. En cuanto a volar, algunos me dijeron: “Eso suena demasiado difícil, ¿por qué no te conviertes en una azafata en su lugar?” O, “Como mujer, ¿estás segura de que es una carrera que realmente quieres?”. Incluso mi primer instructor de vuelo intentó reprobarme en mi primer curso porque estaba chapado a la antigua y creía que las mujeres pertenecían a su hogar y definitivamente no en la cabina de un avión. Sin embargo, esto solo me hizo trabajar aún más para probar que estaban equivocados.

Después de innumerables horas de entrenamiento y estudio, obtuve mi certificado de piloto privado, continué para pasar todas mis pruebas, obtuve una certificación de instrumentos y varias becas. Había perseverado a pesar de toda la negatividad y en este punto, pensé que nada más podría interponerse en mi camino. Pero cuando el gobierno interviene y te quita tu certificado médico de aviación, mi autodeterminación no pudo hacer demasiado en este punto.

No me molestan demasiado todas las agujas, los niveles bajos, las noches de insomnio y el conteo de carbohidratos, pero el hecho de que mis sueños y ambiciones desaparecieran me aplasta todos los días. Sin embargo, quiero demostrar que aquellos que viven con diabetes Tipo 1 pueden hacer cualquier cosa. Quiero convertirme en el primer piloto profesional con diabetes Tipo 1. Quiero cambiar la mentalidad de aquellos que ven esta enfermedad como un factor descalificador para esta elección de carrera. Quiero desafiar las probabilidades una vez más y hacer una diferencia para otros como yo. Y realmente confío en que tengo lo que se necesita para lograr todo esto. Pero no puedo hacerlo sola.

ESCRITO POR DANIELLE DOBCZYK, PUBLICADO 05/25/18, UPDATED 05/30/18

Danielle Dobczyk tiene 23 años y es de Minooka, Illinois. Ella fue diagnosticada con diabetes tipo 1 el 19 de septiembre de 2016. Actualmente trabaja como coordinadora de logística de vuelo para una empresa privada de viajes chárter en Chicago, IL. Como hobby, compitió en stock cars en Grundy County Speedway (Circuito de carreras del condado Grundy) en Morris, Illinois. Actualmente usa plumas de insulina y un glucómetro para el control de la diabetes, pero está probando el Omnipod y el Dexcom.