Consejos: amor y cuidado para mi hermano
Desde que mi hermano Jaime fue diagnosticado con diabetes Tipo 1 hace once años atrás, he tenido que aprender a manejar su diabetes Tipo 1 y, por supuesto, a cuidar de él. Recuerdo que al principio yo no sabía lo que le había pasado y como para mi era tan complejo, no sabía cómo ayudar. Mientras fueron pasando los años y seguí creciendo, empecé a entender mejor la diabetes Tipo 1 y como podía ayudar a Jaime en lo que el necesitara. En casa somos tres hermanos y somos inseparables. Hemos estudiado en casa desde pequeños y hemos practicado los mismos deportes siempre.
Cuando empecé a involucrarme más en el manejo de la DT1 de Jaime lo que hacía era medir su glucosa si el estaba durmiendo o le buscaba jugos o alguna merienda si tenía la glucosa baja. En esos momentos, para mi, la diabetes era muy simple ya que sólo era medir la glucosa o preguntarle cómo se sentía si estábamos haciendo algún tipo de ejercicio. Pero, mientras seguía creciendo, iba poco a poco teniendo un rol más activo en su cuidado. Había escuchado a mis papás decir que fue una larga noche ya que las glucosas no cooperaron, pero la verdad no tenía idea de lo que eso era.
La primera vez que mis padres se fueron de viaje y nos quedamos con nuestros abuelos recuerdo que me sentí algo preocupado porque iba a tener que asumir muchas de las responsabilidades en el manejo de Jaime. ¡Era como tener en mis manos la vida de mi hermano! Mis papás nos habían explicado qué era lo que necesitaban que hiciéramos, pero sobretodo recalcaron que SIEMPRE nos mantendríamos en comunicación. Esa semana, fue la primera vez que yo tuve que ser responsable de el manejo de Jaime casi en su totalidad, y especialmente durante las noches porque en ese momento Jaime no escuchaba las alarmas del medidor continuo cuando estaba dormido. Cuando íbamos a comer nos comunicábamos con mis papás y acordábamos la cantidad de carbohidratos que Jaime comería, de cuánto sería el bolo y todo lo que eso conlleva.
Durante esos días recuerdo que fue la primera vez que tuve que inyectar a Jaime, y para mi fue muy difícil inyectarlo debido a que era en la madrugada y el estaba durmiendo; se puede caer el mundo y él no se da cuenta de nada. Al final de esa semana, yo me sentía mucho más confiado en que podía ayudar a Jaime en su manejo. Finalmente comprendí lo que es manejar la DT1 en la noche y lo cansado que puede ser, pero es parte de lo que nos toca vivir y se hace con cariño.
Ya he tenido que quedarme a cargo de la diabetes de Jaime muchas otras veces, ahora es más sencillo porque Jaime es mayor y sabe cuidarse más y mis papás y yo estamos trabajando para que él también despierte en la noche y nos ayude un poco.
Jaime, Diego y yo practicamos y jugamos en el mismo equipo de béisbol, y durante las prácticas hay veces que yo le recuerdo que se mida la glucosa porque puedo ver que esta baja o que lleva tendencia hacia abajo por un tiempo.
Los voy a dejar con unos consejos para quienes no sepan cómo ayudar a sus hermanos que viven con diabetes:
- Debemos ser participativos y muy pacientes en todo este proceso.
- No se conviertan en “policías de la diabetes” por que si somos policías, podemos crear conflicto entre nosotros y eso no es lo que estamos buscando.
- Aprendamos a estar ahí para ellos en cualquier momento y ayudarlos en lo que necesitan.
- Déjales saber que somos parte de su equipo.
- Entiende a tus papás, si notas que le prestan más atención a tu hermano con diabetes, ellos al igual que tu lo único que quieren es verlo saludable.
Consejo a nuestro favor, cuando tu hermano tenga la glucosa baja, pues aprovecha y tu también como un poco de helado con el; así lo hacemos en casa y nunca nos hemos sentido diferentes.
