Cuando el vino y la diabetes se enredan


 2018-02-21

Nota del editor: Este contenido es parte de la Guía sobre alcohol y diabetes de Beyond Type 1. Lee más recursos e historias sobre las bebidas alcohólicas teniendo diabetes tipo 1 o tipo 2 aquí. Hay muchas complicaciones y problemas que debes tener en cuenta cuando bebes y tienes diabetes, ¡así que asegúrate de mantenerte informado y mantenerte saludable!


Un día, paseando por las calles empedradas de un lugar de Italia llamado Vernazza, comencé a desarrollar una poderosa sed. Había estado caminando desde que bajé del tren esa mañana, y el sol de la Riviera estaba muy hostil. También había ido a nadar al mar de Liguria, y la sal me había resecado la lengua. No pude encontrar un restaurante o una fuente de agua en el área inmediata, y la entrada oscura y fría más cercana resultó ser una bodega de vinos. Entré.

Era una de esas hermosas salas toscanas que atrapan un poco de luz danzante, que se sienten más grande de lo que son, y huelen a tierra. Yo era el único cliente, y la sommelier me miró expectante. Sintiéndome obligado a comprar algo, busqué en los estantes, fingiendo estudiar cada etiqueta que había, e interrumpía mi recorrido con un ocasional “hm”.

Finalmente, la sommelier se compadeció de mí y comenzó a mostrarme la tienda. Ella era amigable. Compré un vino blanco con un nombre decoroso que ella recomendó, y después de más comentarios amables, me fui.

No debería sorprenderte saber que adonde quiera que iba en Italia, llevaba un sacacorchos en mi mochila; o tal vez sí debería. ¿Es eso algo normal? De todos modos, el vino estaba delicioso: fresco, no demasiado dulce, y definitivamente calmaba la sed. Estaba feliz otra vez y seguí explorando.

No hace falta decir que, (a) beber una bebida alcohólica cuando realmente se necesita agua es tonto, y (b) beber una bebida alcohólica cuando realmente se necesita agua si tienes diabetes es súper tonto. Pero ser joven y estar desorientado en un país extraño hace que uno se comporte de manera extraña.

Una hora o dos más tarde, tuve una desagradable hipoglucemia en una piazza donde un enjambre de turistas llenaba los senderos. (El alcohol hace esto: después de un pico inicial, tus niveles de glucosa en sangre con frecuencia caen en picada: el hígado normalmente libera glucógeno para evitar que te dé una hipoglucemia grave, pero cuando bebes alcohol, tu hígado está ocupado lidiando con el alcohol). Ya había usado mis tabletas de glucosa antes de eso, cuando fui a nadar y mi nivel bajó, y de repente me había metido en una situación aterradora.

Después de un episodio de angustia estremecedora familiar para cualquier persona con diabetes, encontré un poco de gelato para tratar la hipoglucemia. Una pequeña metedura de pata, lo sé: tratar la hipoglucemia con alimentos grasos como el gelato retrasa la llegada de la glucosa al torrente sanguíneo, pero no pude encontrar nada más.

Eso fue hace cuatro años. Salí bien de esa, pero toda la experiencia fue estremecedora y aterradora. Ojalá hubiera tenido a alguien para hacer que me sentara en la acera, que me abofeteara y me recordara severamente las reglas de beber alcohol si tienes diabetes tipo 1.

Al vino también lo rodea una gran cantidad de mitología, y de vez en cuando verás un artículo titulado algo así como “Beneficios del vino tinto: 10 razones por las que necesitas una copa ahora mismo” que aparece en tu Facebook. Parece haber cierto grado de evidencia de que una porción diaria moderada de vino tinto seco podría ayudar a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, o al menos no los desestabilizará.

Aún así, es mejor disfrutar de tu vino con una porción saludable de precaución. No hagas lo que yo hice. Disfruta del mítico mundo del vino con personas que conoces, en un lugar familiar, con un plato de queso y galletas saladas a tu lado. A nadie le gusta ver a un extranjero aterrado en las calles empedradas.


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ESCRITO POR Forester McClatchey, PUBLICADO 02/21/18, UPDATED 05/26/23

Forester McClatchey es un escritor y pintor de Atlanta, Georgia, actualmente candidato a un Máster en Bellas Artes en Poesía en la Universidad de Florida. Ha trabajado en una fábrica de metal, ha dibujado dibujos animados para periódicos y ha trabajado como docente en un museo enseñándoles a los niños acerca de los dinosaurios.