Cuando una persona con diabetes sale con una persona que no tiene diabetes


 2017-11-28

Una mañana, cuando mi hermano mayor, Mason, estaba en la universidad (tengo dos hermanos y los tres tenemos diabetes), su novia recibió una extraña llamada telefónica de un número desconocido. Ella atendió, y una voz que pertenecía al compañero de cuarto de Mason explicó que acababa de encontrar a Mason desmayado y desnudo en el suelo. Se había despertado con un nivel bajo y estaba desorientado, y había decidido que la única forma de bajarse de su litera en la parte superior era tirándose por la parte delantera. No pudo aterrizar bien el lanzamiento. Quedó acostado en el suelo con un cóccix roto, y así fue como lo encontró su compañero de habitación. La novia de Mason fue inmediatamente a ver cómo estaba, saltándose las clases.

Años más tarde se casarían, por lo que esta historia termina felizmente, pero ese momento en particular demostró por qué es difícil, como persona con diabetes, salir con alguien.

Cualquier relación naciente está llena de ansiedad ya que cada parte trata de presentarse de la mejor manera posible. Cada persona trata de ocultar sus imperfecciones, y sospecho que la mayoría de las personas con diabetes temen que su enfermedad se perciba como una mancha. Por supuesto que no puedes ocultar tu diabetes. Por lo menos, no por mucho tiempo. Tampoco deberías intentarlo.

Una vez que tu pareja o cita sabe que tienes diabetes, debe explicarle lo que significará para la relación. Bajos niveles de azúcar en la sangre, altos niveles de azúcar en la sangre, estrés en las comidas, episodios aleatorios y aterradores donde paras desnudo y lesionado en el piso: todas estas cosas complicarán un modo que ya es complicado de interacción humana. Tu pareja debe crecer en este conocimiento.

A medida que tu pareja comienza a comprender la enfermedad y sus efectos, tú también debes comenzar a negociar cómo dejarás que la diabetes se interponga o no se interponga entre ustedes, lo que es complicado. Han habido momentos en que he tenido que sacarme a mí mismo de una discusión porque pude darme cuenta que un nivel alto de azúcar me estaba volviendo poco generoso.

Entonces, cuando se pelean y te das cuenta de que tus azúcares se han elevado, ¿con qué frecuencia quieres culpar a tu nivel alto de azúcar en la sangre? Parece que solo puedes hacer esto una cantidad de veces antes de que se convierta en una excusa mecánica, descartada fácilmente. Sin embargo, la diabetes en sí misma no se descarta fácilmente. Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden arruinar días, conversaciones y citas. No hay una manera fácil de resolver este problema: resta importancia a tu hiperglucemia e implica que estás siendo un imbécil, pero si le echas la culpa estarás eludiendo la responsabilidad de tu propio comportamiento.

Tal vez sea útil pensar en la diabetes como un tercero en la relación: alguien que necesita atención, paciencia y una gran cantidad de comprensión. Tanto tú como tu pareja deben asegurarse de familiarizarse con la diabetes y asegurarse de que su apetito de atención permanezca saciado. Quizás estás en una cita, participando en una conversación convincente. La diabetes susurra: te estás divirtiendo, pero ¿has revisado tu nivel de azúcar en la sangre desde que comiste?

La diabetes puede desinflar la espontaneidad. No puedes simplemente decidir conducir a algún lado; debes planificar con anticipación, llevar suministros y azúcar.

La diabetes puede incluso restarle brillo a algunos gestos románticos. Tal vez tu pareja te sorprenda con galletas, pero estás pasando por una hiperglucemia, y debes encontrar la forma de aceptarlas con gratitud sin comerte una. Estos son pequeños momentos, pero son en momentos como estos cuando la diabetes puede abrir una brecha entre las parejas. Si piensas en la diabetes como esa tercera parte hambrienta de atención en la relación, tal vez sea más fácil abordar estos momentos con la paciencia que requieren.

He estado con mi novia durante seis años, así que solo he pasado por la incómoda fase de educación sobre la diabetes una vez. Fue doloroso, en una forma adolescente, que ella me mirara mientras yo hacía cosas peculiarmente de diabetes, como comer el polvo del fondo de un frasco de tabletas de glucosa cuando luchaba contra un necio nivel bajo. Estaba demasiado avergonzado para explicarle mucho sobre la diabetes, pero de todos modos aprendió rápidamente. Ella se ha convertido en una estudiante muy atenta de la condición, ahora conoce la diabetes tipo 1 lo suficientemente bien como para explicársela a otras personas. Cuando escucha mencionar la diabetes en cualquier momento, sus oídos se agudizan.

Esto me lleva a otra cosa sobre salir con una persona que no tiene diabetes: debes preservar un poco de compasión para tu pareja. No es su trabajo entender todo sobre la enfermedad y esperar que supervise tu comportamiento en busca de signos mínimos de cambio glucémico es injusto. Es difícil, pero debes tener en cuenta que la diabetes no es inconveniente y atemorizante solo para ti.

El contratiempo de Mason nos aterrorizó en ese momento, y la diabetes realmente siembra algo de miedo en la vida cotidiana, pero en retrospectiva, también fue gracioso. La diabetes lo golpeó y le robó la ropa. Qué cosa tan extraña de ver para una nueva novia, y qué historia tan singular para contar ahora que están casados.

La diabetes puede ser un mal tercio desagradable cuando sales con alguien, pero no arruinará nada siempre que le prestes la atención adecuada. Los persona que no tienen diabetes pueden aprender y entender. Y si tú y tu pareja están dispuestos a darle a la diabetes un lugar en la mesa, ¿quién sabe? Podría contar una historia divertida.

Lee: La perspectiva de una adolescente acerca de las citas.

 

FORESTER MCCLATCHEY

Forester McClatchey es un escritor y pintor de Atlanta, Georgia; actualmente candidato a una Maestría en Bellas Artes (MFA, por sus siglas en inglés) en Poesía en la Universidad de Florida Trabajó en una fábrica de metal, dibujó caricaturas para periódicos y trabajó como docente de un museo enseñando a los niños sobre los dinosaurios.

 

ESCRITO POR FORESTER MCCLATCHEY, PUBLICADO 11/28/17, UPDATED 05/22/23

Forester McClatchey es un escritor y pintor de Atlanta, Georgia; actualmente candidato a una Maestría en Bellas Artes (MFA, por sus siglas en inglés) en Poesía en la Universidad de Florida Trabajó en una fábrica de metal, dibujó caricaturas para periódicos y trabajó como docente de un museo enseñando a los niños sobre los dinosaurios.