Del Amor y Diabetes


 2020-08-19

 

La primera vez que vi a mi ahora esposo fue a la entrada de un bar. Yo era la encargada de decidir quién entraba y quien no. No, de ninguna manera trabajaba yo ahí pero ya me conocen. Siempre estoy haciendo cosas que no me corresponden ja, ja. Sabía yo quién era el personaje pues ya hacía algunos meses nos habíamos encontrado en el “chat” de una estación de radio mexicana. En aquél entonces no había salvo un par de chats y no todos teníamos acceso a internet así que lo utilizábamos en las escuelas o en las oficinas de los papás.

De diabetes y otras cosas

En un chat puedes ser prácticamente quien tú quieras ser. No hay forma de comprobar si eres quien dices y el nombre de usuario que elijas dirá mucho, poco o nada sobre tu persona. Así terminé siendo una persona conocida por escribir rápido y conocer dos o tres cosas de música. Además, mi papá trabajaba en una Universidad como Académico y tuve acceso a internet antes que otros de mis compañeros. Al poco tiempo era yo parte de un grupo selecto de personajes que no se conocían salvo en línea y con quienes podía pasar literalmente horas platicando.

La primera vez que mi, en aquél entonces amigo escuchó que yo vivía con diabetes fue cuando en una reunión luego de habernos conocido en persona se decidió que comeríamos hamburguesas. Jamás me han gustado las hamburguesas y francamente, en aquel entonces interrumpir una charla divertida para esconderme a usar mi vial de insulina y proceder a hacer lo que generalmente habría hecho en mi casa en frente de todos no parecía tan divertido.

Peor aún, jamás me ha gustado la catsup así que luego de hacer mi respectivo cálculo y esconderme hábilmente para aplicar mi insulina opté por solo poner una porción muy pero muy reducida de cátsup a lo que alguien atinadamente dijo  “Mariana se sirvió catsup como diabético“. 

De la furia a la explicación

Tomó dos segundos para que yo montara en furia y en mi mejor papel de Educador en Diabetes sin saber que eso era algo que existía respondí algo como “yo soy diabética, eso fue ofensivo y debes saber que no me serví catsup porque no me dio la gana y que las personas con diabetes podríamos si quisiéramos comer catsup. Te sugiero servirte menos patatas si vamos a hablar de los hábitos alimenticios de las personas…..” se rumora que seguí por al menos dos minutos. 

Hoy se que mi amigo no tuvo la culpa pero también supe a los pocos días que eso había tenido un impacto en quien ahora es mi marido pues su abuela vivía en aquél entonces con diabetes tipo 2 y el sí comprendió a lo que yo me refería cuando hablé en voz muy alta de cómo las personas con diabetes algunas veces nos alimentamos distinto pero que en realidad no hay prohibiciones sino una serie de elecciones. 

Sin baterías incluídas

Al poco tiempo comenzamos a salir y no pasó más de 2 citas serias luego de declarar nuestro amor que me senté a poner el tema sobre la mesa. Ya había yo expuesto el mismo tema en otras citas sin el resultado esperado. Es innegable que algunas personas se sentirán intimidadas pero también es innegable que la diabetes no es causa para dejar de salir con una persona que realmente te interesa. ¿Es buen pretexto? Sí, sí que lo es pero si alguien se niega a salir contigo por eso es una persona que se habría negado a ser partícipe también de tus momentos más preciados. En las buenas y en las malas no solo es en el matrimonio, es en toda relación que implica cariño y respeto por el otro.

La letra chica de nuestro empaque debería leer: no incluye células beta productoras de insulina. 

Así que….si te preocupa lo que pueda pasar en tus noviazgos y relaciones sociales y si quedarás solo por siempre debes saber que no. Quizá por otras causas pero jamás por la diabetes. Tengo tres consejos.

  1. Sinceridad. Las relaciones más exitosas se basan en la confianza y amor. Quizá no te sientas listo para contar con diabetes en tu primera cita pero definitivamente si es alguien con quien establecerás una relación de más de una cita vale la pena hablar sobre ciertos temas entre ellos la hipoglucemia
  2. Aclaremos:  Sentarnos dispuestos a responder preguntas puede ser un muy interesante ejercicio. Así sabrás que quiere o necesita saber tu pareja y podrás ayudar y trabajar en derrumbar mitos. 
  3. Siguiente. Si alguien te hace sentir menos por vivir con diabetes es momento de decir SIGUIENTE. Amar a una persona significa amar con defectos, virtudes y diabetes. Duelen estas pérdidas? Sí, si duelen pero eso significa que esa persona no era la indicada. Quien te quiera te querrá con todo y células beta defectuosas.

Así que ya sabes, hoy más que nunca queramonos como somos para que así podamos transmitir esa seguridad. Quien te quiera te querrá así, como eres, perfecto pero sin capacidad de producir insulina. 


Contenido relacionado

Guía para novios y novias

Las citas románticas y la diabetes

ESCRITO POR Mariana Gómez , PUBLICADO 08/19/20, UPDATED 04/07/22

Mariana es psicóloga y educadora en diabetes. Es la creadora de Dulcesitosparami, uno de los primeros espacios en línea para personas con diabetes tipo 1 en México. Ella fue diagnosticada con diabetes tipo 1 hace más de 30 años. Es mamá de un adolescente.