Diabetes tipo 1 y posturas de equilibrio. El yoga.


 2018-09-12

Los inicios de vivir con diabetes

Viviré con diabetes de ahora en adelante. ¿Qué qué? ¿Y cómo se maneja esto? Me causó un crujir de dientes el uso del glucómetro, aún más que inyectarme insulina. Me parecía algo tan complicado y tecnológico, que hasta imaginé que sería necesario un curso en robótica para aprender a manejarlo. No sabía de los pinchazos, las lancetas, ni del lenguaje utilizado por aquellos que viven o se relacionan de algún modo con la diabetes. El día del alta el doctor me escribió a mi celular: “cuando llegues a tu casa te tomas el azúcar y me llamas”. Pensé “¿cómo? ¿que me tome el azúcar? ¿qué azúcar? Y ¿no que tengo diabetes? Me tomó un tiempo considerable darme cuenta que no se refería a que ingiriera azúcar, sino a que verificara con el glucómetro mis niveles de azúcar en sangre. 

Este es uno de muchos ups para ir entendiendo el lenguaje relacionado a mi nueva vida con diabetes.

Los inicios de mi practica de yoga

Cuando comencé a practicar yoga me pasaba algo parecido con las frases que usaban los instructores durante las clases. Una de las que resonaba en mi cabeza lo fue: “Escucha tu cuerpo”. Luego al “escucha tu cuerpo” se le sumó “es más inteligente que tú”. En un principio no le prestaba mucha atención a esa aseveración, era una de tantas cosas raras que se escuchan de boca de los maestros de yoga.

Diabetes tipo 1 y posturas de balance

Hoy que vivo con diabetes, la frase “escucha tu cuerpo, es más inteligente que tu”, ha tomado sentido. Las preguntas obligadas son…  ¿Qué dices? ¿Qué me dices? Y ¿cómo trabajamos con la diabetes?, ¿cómo nos ayudamos?

Mi interpretación más básica ha sido:

Si el azúcar está desbalanceada, pues ¿qué hay que hacer? Respuesta evidente: balancearla. ¿Pues cómo? posturas de balance.

Al salir del hospital me recomendaron hacer ejercicios, ello ayudaría a mi salud. He sido maestra de yoga por 3 años antes de mi diagnóstico de diabetes y mi última clase de yoga antes de ir al hospital fue 1 día previo de ser ingresada con una cetoasidosis diabética.

Sin embargo, luego de dos semanas en el hospital, al caminar un corto tiempo me sentía extenuada. Ahora, ¿cómo mejorar mi salud con la ayuda de ejercicios si apenas puedo caminar? Las posturas de balance fueron la respuesta.

Las primeras semanas en casa luego de salir del hospital en momentos del stress que me ocasionaba los sube y baja de azúcar sin entender aun mucho de lo que me pasaba ni porqué, decidí iniciar una corta rutina de posturas de balance. Y sin dudas la práctica de estas posturas me ayudó a manejar mis nervios y con ellos mis niveles de azúcar.

Ahora bien. ¿Qué se entiende por posturas de balance? Las describiré según me han hecho sentido para ayudar a mantener mis niveles de azúcar. Como verán la descripción es algo metafórica, pero sin dudas llena de una gran sencillez al momento de practicar las posturas..

Posturas de balance son todas aquellas que conllevan un movimiento físico encaminado a superar una situación difícil -como mantener la calma y con ella los niveles de azúcar. Al realizar la postura se logra la estabilidad al hacer que el cuerpo ejerza fuerzas opuestas en igual proporción.

¿Qué posturas de balance practicar? Al menos el primer mes tras mi diagnostico solo practiqué posturas de balance de pie y en ninguna de estas mi cabeza estaba más abajo que mi ombligo ni involucraban torciones o si mi azúcar estaba muy alta me limitaba a hacer las posturas sentada en una silla. Dentro de estas modalidades practiqué las posturas por las que me sentí atraída y las adecuadas para mi condición física de ese entonces. Entiéndase por esto las más sencillas.  

Practicar las posturas de balance y recomendaciones básicas:

 

  1. Abdomen adentro
  2. Enfocarse en un punto fijo más al frente que de estabilidad.
  3. Practicar la postura de ambos lados y por la misma cantidad de tiempo. En yoga el tiempo se mide en respiraciones. Lo que sería inhalar y exhalar al menos unas 5 veces o las que pude.  Poco a poco fui aumentando la cantidad de tiempo que puede sostener la postura sintiéndote cómoda en ella.
  4. Si fue necesario me apoyé en una pared en lo que fui desarrollando nuevamente el balance.

 

Las posturas de balance me ayudaron a enfocarme y así manejar mejor los desafíos que pueden presentarse al vivir con diabetes.

Si sientes que las posturas de balance te pueden ayudar, ¡inténtalas! Comienza por las más sencillas, siempre al tanto de tus niveles de azúcar y lo ideal es que continues tu practica junto a un maestro certificado.

ESCRITO POR Roxana Dávila, PUBLICADO 09/12/18, UPDATED 09/13/22

Roxana tiene 45 años y fue diagnosticada con diabetes Tipo 1 el 19 de febrero de 2018. Es maestra de yoga desde hace 3 años, y cuidadora, hace 40, de perros, gatos, peces, caballos, ovejas, aves, conejos y cerdos, en su casa. Vivir cerca de plantas, animales y naturaleza es normal para ella. Roxana ama la literatura y posee una maestría en teoría de la comunicación, así como estudios doctorales en historia, ambos en del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Le encanta la mantequilla de coco.