Llevando la diabetes tipo 1 al Rally Dakar
El Rally Dakar es un evento anual que tuvo su origen en 1978. Es un evento de resistencia todoterreno ya que es uno de los más difíciles de los rallyes ya que el terreno que atraviesa es, en su mayoría, cruces de dunas, barro, hierba de camello y rocas entre otras por lo que los coches y motocicletas son realmente vehículos todoterreno y las distancias de cada etapa varían llegando a distancias de 800 a 900 kilómetros por día.
Y esto ¿qué tiene que ver con la diabetes? El Rally Dakar es uno de los más demandantes del mundo y sabemos que la diabetes también demanda mucho tiempo y esfuerzo de nuestra parte, por ello, cuando supimos que Dani había participado en el Rally Dakar y es la primera persona con diabetes en participar supimos que queríamos conocer su historia.
La primera persona con diabetes en el Rally Dakar.
Dany Albero es la primera persona con diabetes no sólo en participar sino en terminar el Rally Dakar. Él inició con moto y su primer año fue en Perú en 2019, posteriormente en el 2020 estuvo en Arabia Saudí y el tercer año lograron llegar a meta.
“La verdad es que los dos años anteriores no fue fácil cerrar una carrera de este tipo, ya para personas sin diabetes es difícil, con diabetes tuvimos que desarrollar un poco el cuidado de la enfermedad, el entrenamiento, mejorar el pegado de los parches. El primer año ni siquiera corrí con bomba de insulina, y esto complicó un poco las cosas, con la pluma la insulina se me hacía mala y bueno, los bajones eran más importantes. La bomba el segundo año, al llevar un sistema integrado, me facilitó mucho las cosas. Me ajustaba antes de subir en la moto y me fue mucho mejor. El primer año los parches se me despegaban y el segundo año de ir con bomba, el tercer Dakar, conseguí llegar a la meta y en parte fue gracias a esto. Porque cambiarlo en el desierto era una misión complicada. Es verdad que sin el sensor Dexcom g6 que llevo instalado hubiera sido complicado por la seguridad e integridad. He tenido mucha presión estos años en llegar a la meta y conseguir los objetivos para demostrar que -podemos hacerlo-” nos comparte.
Dany nos comparte su respuesta cuando le preguntan ¿A qué te dedicas?¿tú qué eres? A lo que responde: “Yo siempre digo que soy artista. Porque he tocado muchos palos, soy músico, también mi padre es albañil y he trabajado en la construcción muchos años, y me defiendo cuando he tenido que trabajar, trabajé en una empresa de reformas, he sido restaurador, he tenido un restaurante durante 11 años, he sido conductor de camión, autobuses, grúas, de todo aquello que lleve ruedas”.
“Para las personas con diabetes siempre es complicado conseguir un empleo de este tipo pero a través de este proyecto también creo que es muy importante poder dar esa visibilidad y tranquilidad a las personas que deciden contratar a una persona con diabetes que esté en perfecto estado y que esté en condiciones de poder trabajar ¿no?” Nos comenta.
Dany ha conducido autobuses con 55 personas y nunca ha pasado nada, “pero para ellos, tenemos que cuidarnos, tenemos que tener una glucosilada correcta y cada vez más, la gente está más concienciada a cuidarse y alcanzar sus retos, sean deportivos, de trabajo, de estudios, cada uno que alcance los retos que más le gusten.”
“Yo con el Dakar estoy a media jornada, le dedico mucho tiempo porque creo que lo merece pero no me da de comer y necesito trabajar. Tengo dos hijos, una esposa, ella también trabaja y entre todos intentamos mover el proyecto. Mi mujer tiene una inmobiliaria.” Nos platíca Dany
Dany al día de hoy se dedica 50 por ciento al proyecto y 50 por ciento a su trabajo, a empujar a la familia hacia delante.
Sobre su pasión por los autos.
Su pasión por las motos empezó de muy joven, siempre ha habido algo que le ha empujado y gustado. Desde muy joven se levantaba temprano los domingos a ver un programa del motor. “Si no te levantabas prontito a ver las carreras de Fórmula 1 o el Dakar que siempre se ha corrido la primera quincena de enero, no veías nada del motor, pasaba desapercibido en esa época”.
“Veía a aquellos súper hombres conduciendo aquéllas súper máquinas y yo era pequeño sin posibilidades, medios, nadie que me apoyara, en el colegio ni siquiera me dejaban hacer el deporte, bueno, lo veía algo muy muy muy lejano ¿no?” Nos comenta.
Al hablar sobre su diagnóstico nos dijo: “Bueno, a todo ello nací en 1972, el 16 de junio, tengo 50 años. Me diagnosticaron DT1 en 1982, antes pase por una meningitis aguda en 1981 en la que a mis padres les dijeron que no saldría. Conseguí salir pero al año me diagnosticaron DT1. En aquella época era todo más complicado porque no había referentes a quien seguir, no conocía a ninguna persona con diabetes. De más mayor mis padres me llevaron a un campamento de diabéticos y ahí logré conocer a más personas con diabetes y comunicarme con ellos y a partir de ahí me di cuenta que podía hacer deporte y prácticamente tener una vida normal, por eso siempre he creído y animo a las asociaciones, el trabajo que hacen de estos campamentos para educar diabetológicamente a todos los niños, es importantísimo la concienciación sobre la diabetes y lo importante que es llevarla a raya. Así como hoy día somos muchos deportistas los que estamos haciendo cosas importantes dándole visibilidad a la diabetes”
Conociendo más sobre el Rally Dakar
Al preguntarle a Dany por qué el Dakar y no cualquier otra competición, nos comparte: “Es una carrera de 15 días, está bautizada como la carrera más dura del mundo y tiene una audiencia y una cantidad de seguidores que es brutal. Es una carrera donde luchas contra crono, contra tu cabeza, contra tu condición física, es una carrera que no todo el mundo termina. Muchas personas que no tienen diabetes han repetido 3 y 4 ocasiones sin llegar a la meta, incluso hay gente que muere en el intento y que una persona con diabetes haya conseguido cruzar ya por 2ª vez consecutiva la meta del rally Dakar es importantísimo y el alcance para todas las personas con diabetes es brutal”.
“El Dakar ya de por sí mueve pasiones a través de la aventura que tienes que superar día a día durante 21 días, en países remotos donde seguir nuestro tratamiento sería imposible. Cada año recorremos cerca de 8500 kilómetros, repartidos en 13 etapas donde encontrar asistencia son cerca de 800 900 km diarios, en el momento que tengas algún problema tardarían cerca de dos horas en encontrarte. Todo ello atravesando desiertos inhóspitos, un lugar donde cualquier cosa que te falte es imposible o casi imposible de conseguir. A eso le sumamos nuestra condición de ser diabéticos, que dependemos de insulina, parches, MCG, bomba y en el caso de que nos fallase esta tecnología tendríamos que llevar reservas, el boli de siempre y el medidor capilar. En esas condiciones tan extremas tener un fallo tecnológico, un fallo de que se te olvida algo es muy sencillo. En nuestro caso no nos podemos dejar nada al azar e intentamos siempre tenerlo todo controlado”, nos comparte.
Dany además de añadir la preparación física que conlleva una prueba de estas magnitudes, Dany practica BTT, running, entrenamiento de moto, en coche, gimnasio, para estar en plena forma y recrear situaciones con las que se van a encontrar en la propia prueba. Ahora sabemos que el Dakar es la segunda prueba del deporte que más seguidores tiene.
La diabetes en el Rally Dakar
“El Dakar es complicado con diabetes y sin diabetes, con diabetes es la guinda del pastel ¿Cómo logras manejar tu diabetes? Con mucho esfuerzo y con mucha dedicación. Han sido muchos años, yo empecé a hacer motocross y enduro con sólo 16 o 17 años, mis padres no me dejaban, yo tenía que ocultar las motos en casa de mis amigos, esto no me gusta contarlo mucho porque puede escucharme algún chaval y hacer lo mismo que hacía yo. A mí no me fue mal, era un poco rebelde de pequeño y no me conformaba con que me marcasen de cerca y dijeran “oye, tú no puedes hacer eso porque eres diabético”. Bastante era que me lo dijeran para yo poner más hincapié en luchar y en conseguir mis objetivos. Claro que es complicado, yo he necesitado 3 años para terminar mi primer Dakar, mucha gente que no sabe, no conoce esta condición o tienen falta de información, que también es verdad que la sociedad no está preparada todavía y falta todavía mucha información en la calle para que la gente sepa cómo vive una persona con diabetes, la gente piensa que no vas a poder terminar, pues sí. Yo tuve que poner mucho empeño y trabajar mucho mi condición de persona con diabetes, tuve que trabajar mucho el pegado de los parches, tuve que trabajar mucho las condiciones, voy encima de la moto, no sólo estoy pendiente de los caminos, de las piedras, de la moto que funcione bien sino que también estoy pendiente de mi medidor. El MCG que llevo instalado en la moto este año lo llevaba instalado en el coche para tenerlo todo bajo control. No me gusta dejar nada al azar que pueda fallar o a causa de un error”, nos comparte Dany.
Su estrategia.
Le preguntamos cuál es su estrategia para evitar las hipoglucemias durante la carrera nos respondió: “Yo empecé montándome un sistema con un brebaje que me preparaba hidratos de carbono y azúcares para conseguir remontar estas hipoglucemias, pero todos sabemos que en el momento que la tienes ya decaes y necesitas 30 min para recuperarte. Yo lo que intentaba era anticiparme a estas bajadas para que esto no ocurriera. Ya el tercer año logré quitarme este brebaje de encima y lo que conseguí con la bomba que ésta se administra sola, era que yo antes de subir en la moto ya me la dejaba en un funcionamiento óptimo, porque encima de la moto ya no comes, sólo desgastas. Me bajaba la bomba a una insulina a la mitad o menos de lo que yo suelo usar para conseguir no tener estos bajones, ahí conseguimos mejorar mucho. De La Coruña la doctora Teresa Martínez, ella es la que controla casi en tiempo real mi glucemia y mi bomba, a la noche lo comentamos y siempre intentamos mejorar. Sube, por las mañanas come un poquito más, porque también está el desfallecimiento corporal, porque si comes menos de lo que necesitas para estar encima de la moto también desfalleces, hay que buscar un equilibrio que no es fácil”.
“Lo que llevo conmigo durante la carrera ha ido cambiando cada año. El primer año iba cargado de plumas de insulina, porque no llevaba bomba de insulina y llevaba un medidor capilar por si me fallaba el medidor continuo, muy flojito, que llevaba instalado en la moto. Este medidor pues sí que debido a vibraciones y golpes a veces me fallaba. El primer año fue muy complicado, llegué a Perú, había un cambio de 6 horas en el horario, fue horrible. Conseguir adaptarme a esas horas es algo con lo que no había contado tras un vuelo de 12 horas y llegué muy cansado, fatigado, me costó conseguir ponerme al día y entonces llevaba 2 litros de brebaje en la espalda más dos litros de agua que nos obligaba la organización a llevar, eran cerca de 4 litros más dos plumas de insulina más el medidor, iba extra cargado. El primer año lo pasé mal, caí enfermo, nada que ver con la diabetes, llegué muy cansado, muy fatigado y esto me produjo una bajada de defensas, y con el frío que pasé una noche que se me hizo muy tarde, llegué al campamento a la una, me resfrié mucho y un poco con el resfriado que ya llegué pues esto explosionó y fue lo que al día siguiente no pude continuar el Dakar. No es una carrera de segundas oportunidades. O por menos no lo era y tuve que abandonar. De hecho al día de hoy si es por un problema físico, tampoco te dejan ya reengancharte. El Dakar es por eso la prueba más dura del mundo”.
“El segundo año ya fui con la bomba, de la mano de Teresa Martínez en un mes me puse las pilas, aprendí a llevar la bomba a la perfección. No era un sistema integrado y esto unido a que los parches se despegaban, era un proceso que teníamos que pasar para llegar al tercer año. De cada año que he vivido en el Dakar he intentado aprender, hemos aprendido, cada año nos hemos ido a casa con una buena chuleta y cada año siempre intentamos mejorar el registro del año anterior ¿No? El tercer año ya fui muy preparado y lo que llevaba encima era minimalista, la bomba ya prácticamente funcionaba sola, funcionaba perfecta, en otras circunstancias vimos que el sistema integrado funcionaba a la perfección, Teresa seguía controlándome cada noche y conseguimos recorrer los 8500 km sin ningún problema. Al final en el Dakar si no tienes ningún problema, no tienes nada que contar cuando llegas, al final logramos el tercer Dakar, y fui la primera persona con diabetes en cruzar esta meta”, nos comenta.
Sobre su estrategia nos comenta: “La estrategia era esta y preparar las hipoglucemias, no me puedo permitir el lujo de tener una hipoglucemia teniendo un MCG y una bomba integrada, es imposible caer en hipoglucemia. Me ponía unos parámetros más ajustados de manera que la bomba paraba antes si lo necesitaba”.
“La preparación previa a la carrera es siempre la misma, nunca encuentras una carrera o una situación donde puedas recrear lo que te vas a encontrar en el Dakar, en el Dakar es único y conseguir una carrera igual es muy complicado, pero hemos estado allí, trabajado duro estos 2, 3 años y este ha sido el cuarto y es la forma de poder preparar la carrera. A la vez que vas aprendiendo de ella vas mejorando el tratamiento. Al final este proyecto no es sólo darle visibilidad sino que lo que funciona en el Dakar funciona en el resto del mundo”.
“Si yo llevo una bomba de insulina instalada dos años ya en mi cuerpo y funciona en el desierto con un calor estratosférico no se me despegan los parches, pues esto para la vida cotidiana de cualquier persona pues imagínate, es impresionante. Tenemos claro que estas bombas han venido para quedarse, funcionan, esto ha venido para quedarse, la tecnología funciona, las cosas van a mejorar mucho y creo que nuestro trabajo también aporta, es el pequeño grano de arena para desarrollar toda esta tecnología. Es fantástico” nos dice Dany.
La insulina y el calor.
La insulina requiere ciertos cuidados en su manejo y conservación, cómo hace Dany para cuidar la insulina a lo que nos responde: “El calor de la insulina es algo a lo que también me tuve que enfrentar. Lo primero es sacarla de casa, ahí ya es complicado porque al final son viajes muy largos. Este año hemos estado cerca de 9 horas para llegar a Arabia Saudí. Tienes que estudiar dónde está la temperatura más baja en el avión para poder repartirla, yo siempre me la reparto en 3 mochilas diferentes porque si se pierde alguna siempre puedes tener opción a otra, nunca os dejéis toda la insulina, la podéis perder, te la pueden robar, pueden pasar mil cosas. Hay que saber en qué temperaturas trabaja la bodega del avión o si hace mucho calor, hace mucho frío, depende del viaje que vayáis a hacer ¿no? Esta información es muy importante, la podéis buscar en internet y prepararse un viaje de esta magnitud no es fácil y es un trabajo que tienes que hacer”.
“Luego una vez que llegas allí es verdad que en el campamento yo siempre me aseguro de en el bar tener a mano una nevera donde tener siempre la insulina fresca y lo que hago en la bomba es que cada día, cada 1 o 2 días me cambio el depósito de la bomba depende de la temperatura que hayamos trabajado ese día y es la pequeña cantidad que llevamos en el depósito de la bomba”.
“Aparte de la bomba, en el coche me llevo una pluma de insulina detrás que cada noche deshecho. Siempre es el resto, porque nunca lleno el cartucho de la bomba a tope, porque no me va a hacer falta, me pongo la insulina que necesito para dos días o tres días como mucho, y la otra poca restante me la llevo detrás. Cada día deshecho esta poca cantidad de insulina y me pongo un boli nuevo. Hoy las insulinas no son como las de antes ¿no? Aguantan estas temperaturas, si que es verdad que no aguantan muchos días, pero un día o dos días, lo aguantan. Yo siempre llevo, si estoy 22 días fuera de casa, insulina para 60 días. Al llegar las pongo en la nevera, asegurarse de que la nevera no congela, porque si se congela y más en un sitio como este sería horrible, la hormona se destruye. Son cositas que hay que tener en cuenta antes de enfrentarte a una historia de estas”, relata Dany.
Disfrutar el Rally Dakar.
“Sin duda lo que más disfruto del Dakar es el impacto mediático, la cantidad de gente que me escribe, niños, niñas, padres, madres, que cuando me ven a mí surcar las dunas del desierto o un día en la moto o bicicleta, ven que sus hijos el día de mañana van a poder realizar sus actividades, eso es mi energía, es lo que más disfruto porque sí que es verdad que los 20 días que estoy allí sufro bastante porque no podemos dejar nada al azar, hay que trabajar duro, y cuando llego a casa y leo todos los mensajes de ánimo es lo que más disfruto, viendo el alcance. Y bueno, ya en el Dakar en sí ahí lo disfruto todo, disfruto el pilotaje, de estar allí, la gente que me rodea. Al final te tiene que gustar aquello sino es imposible que lo hagas. Es duro, la comida, cada día que vas al campamento a comer es comida a la que no estás acostumbrado, pero la diabetes tiene que adaptarse a nosotros, no nosotros a ella por eso debemos de ser capaces de ir a un restaurante, de ir a un buffet libre y elegir, entre lo que hay, elegir saber qué poder comer entre lo que hay, no que nos hagan una comida especial. Si queremos ser como todos pues tendremos que adaptarnos a lo que hay, no tenemos que buscar nada más, seguro que hay algo que se nos adapta, sólo tenemos que tener un poquito de imaginación”, nos platica Dany.
Los “NO” de la diabetes y cómo superarlos.
Le preguntamos a Dany si alguna vez le dieron algún NO a causa de la diabetes: “Sí, alguna vez me dijeron que no podía competir. Cuando empecé a competir en moto, con tan solo 17 años, escondía mi condición como persona con diabetes. Nunca decía que era diabético por miedo al rechazo. Yo creo que eso todavía está vigente y creo que eso todavía ocurre en mucha gente y creo que es una pena. Tenemos que decir que somos personas con diabetes, no hay ningún problema. Si estas personas a las que nos enfrentamos tienen la información suficiente. Cuando decidí enfrentarme al rally Dakar primero investigamos si había habido alguna persona con diabetes que había hecho esto y nadie nos respondió. Nadie había participado con diabetes o por lo menos que hubiese mostrado su condición de diabético al competir en el Dakar. Es verdad que la organización fue reacia a ello y nos dijeron que teníamos que correr otra carrera en África, la cual sacamos adelante y a mí me vino bien para aprender y luego no fracasar en el Dakar”.
Dany continúa con su pasión y lo puedes seguir en todas sus redes sociales como Instagram, Facebook, Twitter así como en su página web: “Un diabético en el Dakar”, ahí podrán encontrar toda la información así como una tienda online donde tiene un libro escrito también en español. Un libro de unas 200 hojas donde pueden conocer de primera mano su historia, su vida, su carrera deportiva ya que lo escribió personalmente.