Elle y Coach van al baile de graduación


 2016-06-08

El baile de graduación. Es una de las noches más infames, escandalosas y glamorosas de los cuatro estresantes y confusos años de la escuela secundaria. Francamente, ni siquiera estaba segura si iría. La idea de estar rodeada por mis compañeros mientras se juzgan unos a otros con base en cómo nos vemos en nuestros trajes de adultos era una perspectiva intimidante para mí.

Yo era una niña de 16 años que trataba de manejar la ansiedad de la adolescencia, la diabetes tipo 1 y un perro guía llamado Coach, así que abundaban mis inseguridades personales. Si tuviera un dólar por cada vez que alguien me preguntaba si mi perro iba a ser mi cita para el baile de graduación, al menos tendría cubiertos mis libros para la universidad. ¿Vendría Coach conmigo al baile de graduación? ¿Acaso sería él mi cita? ¿Mi única cita?

Para el segundo semestre aparecieron fotos de vestidos cuidadosamente seleccionados en un grupo privado de Facebook con la esperanza de evitar un fiasco de “a quién le queda mejor”. Me sentía abrumada por las conversaciones sobre vestidos, citas y reuniones después de la fiesta. Aparte de los exámenes de AP, mis tareas, los SAT, Coach y una enfermedad que debía manejar, ahora tenía que encontrar un vestido que me gustara en realidad para el cuerpo con el que tengo una relación de amor-odio en este punto de mi vida.

Luego de agonizar durante meses respecto a si iría o no y qué me pondría y después de fracasar en mi intento por convencerme a mí misma de no ir por temor a perderme de todo el despliegue, tomé la decisión de ir. Decidí ir a mi baile de graduación con mi perro guía, Coach, y del brazo de uno de mis mejores amigos. Al final, cada vez que se me abrían las puertas de la duda, trataba de recordarme a mí misma que lo que hace a la persona que soy no es la talla de mi vestido, sino la forma en la que he enfrentado los desafíos de la vida y cómo lucho por superar mis desafíos para poder disfrutar noches como el baile de graduación. Después de todo, quería que el baile de graduación girara en torno a cuánto me divertiría con las personas a las que quiero y no en torno a qué tan bien o mal me veía en vestido, cómo tenía el cabello o si llevaba demasiado maquillaje. Decidí hacer que el baile de graduación fuera una celebración.

 

Finalmente llegó la noche y con toda la gloria, entré al gimnasio de mi escuela secundaria para nuestra marcha triunfal con Coach a mi izquierda, uno de mis mejores amigos a mi derecha y yo, muy segura, en medio de los dos. Esto podría sonar extraño, pero esa noche descubrí que Coach es parte de lo que contribuye a mi fuerza. A pesar de mi angustia e inseguridad, estaba feliz de haber ido y feliz de tener a Coach conmigo. ¡Y resulta que me encantó mi vestido!

 

ESCRITO POR ELLE SHAHEEN, PUBLICADO 06/08/16, UPDATED 08/22/22

Elle Shaheen es una estudiante de penúltimo año en la escuela secundaria Portsmouth en Portsmouth, NH, donde recientemente la hicieron parte de la National Honor Society. Ella está obsesionada con el teatro musical y le encanta cantar, bailar y actuar. Elle es defensora de los mejores tratamientos e investigación médica para la diabetes tipo 1 y ha participado en 5 ensayos clínicos desde su diagnóstico hace ocho años. Vive con sus padres, dos hermanas pequeñas, un hermano y su perro de alerta médica, Coach. Coach está entrenado para detectar cambios en los niveles de azúcar en la sangre de Elle y ayuda a impedir que experimente niveles bajos que pondrían en riesgo su vida. Elle y Coach son el tema de un libro recién publicado, titulado acertadamente ELLE & COACH.