“Lo imposible es una percepción, no una verdad”: la historia de Fabiano Araujo


 2022-03-01

Fabiano, de Brasilia, al contrario que otras personas no tuvo ninguna dificultad para aceptar la llegada de la diabetes a su vida. Sin embargo, descuidó su alimentación una temporada y subió muchos kilos pero ¿saben cuál fue su actitud?

Empezó a cuidarse y ejercitarse, por amor propio y a su familia y hoy es un gran atleta. No te puedes perder su historia.

SOBRE FABIANO

Soy Fabiano Araujo, tengo 43 años, de Brasilia, capital de Brasil. Tengo diabetes tipo 1 desde enero de 2000. Soy administrador de empresas y especialista en gestión de la vigilancia sanitaria. Cuando descubrí la diabetes no tuve un momento de miedo o angustia por la enfermedad, no tuve, como veo en muchas notas, un periodo de negación… siempre pude vivir muy bien con ella. ¡Sin embargo, entre 2007 y 2010, me descuidé mucho con mi dieta y pasé de poco más de 60 kilos a 105 kilos!

ACTIVÁNDOME: UN CAMBIO DE ESTILO DE VIDA

A finales de 2010 decidí cambiar mi vida, había practicado deportes de adolescente y quería volver… solo tenía que aprender a cuidar la diabetes en este nuevo contexto. Entre 2011 y 2013 perdí 35 kilos, con una dieta mejor controlada y el deporte de vuelta en mi rutina diaria. Para esto volví a la natación, fue un año en el que perdí 15 kilos, luego volví a la bicicleta seis meses más, después al gimnasio y luego, con casi 30 kilos menos, volví a correr. ¡Estaba listo para convertirme en triatleta!

La rutina de entrenamiento y la búsqueda de retos en competencias, cada vez más largas y emocionantes, me hizo tener que buscar un control de la diabetes cada vez más efectivo. Con la pluma de insulina y sin sensores tenía una rutina para medir la glucosa en la yema del dedo, unas 8 veces al día y adopté el conteo de carbohidratos, comiendo cada tres horas.

Incluso con el conteo de carbohidratos, permitiéndome comer de todo, siempre prefiero alimentos que interfieren poco con la glucosa en sangre. Pero como todos los adultos de mi edad, también disfruto de la buena comida y algunas buenas bebidas (siempre con moderación) y nada de esto ha afectado significativamente mi nivel de azúcar en la sangre.

En 2019 comencé a usar el sistema 640g con sensor de glucosa en sangre, lo que me facilitó mucho el control, mucho más porque tenía una visión continua de mi glucosa en sangre.

En el caso del deporte, creo que la gran ventaja para mí, como vivo con diabetes, es que conozco mi cuerpo mucho más que otros deportistas. Nunca entendí la diabetes como algo que me limitaba, es solo una característica mía… algo que es parte de lo que soy. ¡Y eso no me impide en nada alcanzar mis sueños!

En la vida de deportista he realizado pruebas con distancias medias: un IronMan (1900 metros de natación, 90km de ciclismo y 21km de carrera a pie), maratones, ultramaratones (hasta 100km de carrera a pie) y varios medios maratones.

Además, tuve la oportunidad en 2019, tras una selección que me hizo el fabricante de la bomba de insulina que uso, de ir a USA a participar en las 100 millas de Ride to Cure que organiza JDRF en Amelia Island, Florida. Y además, corrí durante 10 horas en la cinta de correr en un evento para demostrar que la diabetes no es una limitación.

MI INSPIRACIÓN

Mi familia, mis hijas son y serán siempre mi gran inspiración. Me cuido y me trato de la mejor manera posible para poder estar siempre con ellos.

Mi hija menor era una gran admiradora de este “papá loco”, sabía que las personas con diabetes no tienen miedo de probar algo que parece desafiante. Le encantaba llevar mis medallas a la escuela para presumirlas y después de su muerte (en 2020, a los 10 años), ¡creo que practico deporte y sigo entrenando para ella también! Siempre siento, en todos mis días, en todos mis entrenamientos y en mis pruebas a mis cuatro hijas conmigo animándome y apoyándome, aunque hoy solo pueda abrazar a tres de ellas.

La motivación, como dije, es mi familia. Pero el cuidado con la diabetes y la certeza que tengo de tenerla como mi aliada y no como enemiga. Para eso, ¡tengo que cuidarme bien! ¡Y, realmente, la vida de atleta me ha dado un resultado en el cuidado de mi diabetes que difícilmente podría prescindir de él!

CORRER CON DIABETES

¡Creo que lo más complicado es crear una rutina! Mi opinión es que el cuidado de la diabetes y la vida en el deporte requiere que tengamos rutinas, que hagamos de nuestros hábitos parte del tratamiento y del entrenamiento. En mi comienzo como deportista, no tomaba las medidas de glucosa en sangre necesarias para el entrenamiento que hacía. Sufría mucho con hipoglucemias por no medir siempre la glucosa en sangre. Tuve que adquirir el hábito de monitorearme mejor para mejorar mi entrenamiento. ¡El mismo desafío que tuve cuando trataba de crear el hábito de entrenar! Hoy entreno entre 14 y 20 horas a la semana, para crear este hábito tuve que crear rutinas, hacer del deporte parte de mi día a día.

El Triatlón comenzó en San Diego, Estados Unidos, en 1974, en un club de atletismo que al dar vacaciones a sus atletas, pasó un horario de entrenamiento para que los atletas pudieran “descansar” un poco de los entrenamientos y competencias. Al volver de vacaciones, los entrenadores hicieron pruebas con sus atletas para ver si realmente habían cumplido con la planilla. Estos atletas deberán nadar 500 metros en la piscina del club, andar en bicicleta 12 km y correr 5km. A los deportistas les gustó tanto la “broma” que pidieron a los entrenadores que “repitieran la dosis” en las siguientes vacaciones.

En febrero de 1978 se llevó a cabo el 1er Iron Man de Hawái, con la participación de 15 atletas, ganado por un taxista llamado John Haley. El evento tuvo tanto éxito que, desde entonces, anualmente (siempre en octubre), más de 3.000 deportistas intentan superar este reto en Hawái. Iron Man es reto de 3800 metros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42,2 kilómetros de carrera a pie (una maratón).

Todavía no he hecho mi primer Iron Man. El año de realización estaba previsto para 2020 pero, con la pandemia y la muerte de mi hija, tuve que posponerlo. Sin embargo, este año 2022 cubriré esta distancia en agosto. El camino para alcanzar esta meta fue trazado a lo largo de mi historia… despertarme todos los días alrededor de las 4 am para correr, andar en bicicleta, nadar o ir al gimnasio y hacer pesas.

El camino lo estoy tomando con la ayuda de médicos, nutricionistas y educadores físicos dispuestos a apoyarme. ¡En agosto les cuento cómo fue cruzar la meta!

No encontré un entrenador que supiera sobre diabetes, pero eso no fue un problema. Considero que el tratamiento de la diabetes comienza fundamentalmente por educar al paciente y esto se hace con el apoyo de un equipo multidisciplinario capaz de guiar y dirigir al paciente, el cual, creo, debe ser el actor principal en su tratamiento. En este sentido, busqué un entrenador que entendiera el deporte, con conocimiento sobre el entrenamiento y los desafíos del triatlón (para cualquier atleta), busqué el apoyo de mis médicos para comprender mejor las reacciones de mi cuerpo al entrenamiento intenso y la mejor manera de ajustar mi terapia de insulina a esta realidad. Evalué con nutricionistas el impacto de la comida tanto en mi entrenamiento como en mi glucosa en sangre. Y con eso, hoy puedo decir que soy un atleta como cualquier otro. Con lo mismo que cualquier atleta, tanto pre como post entreno y que, durante las pruebas, no tengo limitación en los alimentos que voy a consumir (dentro de lo que también consumirían otros atletas). Esta mirada me permitió ver el cronograma de entrenamiento semanal y ajustar mis dosis de insulina, día a día, la mejor opción.

¡Fue una experiencia de aprendizaje durante años que valió la pena para mí! Cada paciente debe buscar conocerse a sí mismo para crear un camino seguro hacia una vida plena y saludable.

Mi dieta es la misma que la de cualquier deportista. Pero no el tipo de atleta que usa sólo suplementos como base de alimentación. Me gusta lo que dice una amiga nutricionista.. “¡Es bueno comer comida de verdad!”. No sigo una dieta restrictiva, ¡tengo total libertad alimentaria! Sin embargo, por definición de vida y sabiendo el daño que pueden causar estos alimentos, no consumo azúcares en general.

Hoy uso una bomba de insulina con sensor y con ella, puedo monitorear mi glucosa en sangre durante todas la pruebas. Hice una adaptación al clip de la bicicleta de triatlón para poder asegurar la bomba y tener la información siempre accesible y, durante la carrera, creé la rutina de ver mi glucosa en sangre cada 3km de carrera, algo así como cada 15 minutos entre visualización. En cuanto a la alimentación, consumo hidratos de carbono cada 30 min de prueba o entrenamiento largo, siempre intentando mantener la glucemia entre 120 y 180. En general, trato de comenzar una carrera con la glucosa en sangre más cerca de 180 para tener un menor riesgo de hipoglucemia al nadar.

Entiendo que estos planes son muy específicos para cada deportista y siempre vale la pena consultar a un nutricionista para definir lo que se necesita para el deporte que se quiere practicar.

Pero como ejemplo, cuando corrí los 100km, una carrera callejera que duró 11 horas, consumí unos 800 gramos de carbohidratos entre alimentos sólidos y líquidos sin necesidad de corrección de insulina.

LOGROS Y SUEÑOS

En el deporte mi mayor logro es tener el mismo rendimiento que otros deportistas que no viven con diabetes, haber corrido 100km y haber corrido 10 horas en cinta. De todos modos, creo que los logros que tuve, todos ellos, fueron enormes y que todavía tengo mucho por lograr en el deporte.

El sueño este 2022 es completar la carrera de Ironman y, una vez más, tener a mi familia conmigo para celebrar… será poder llevar esta medalla a la tumba de mi hija menor, ella siempre me apoyó y poder “mostrar” más este logro.

Creer que la diabetes no es una limitación es el primer paso, pero sinceramente, la frase más definitoria es “lo imposible es una percepción, no una verdad”

Sigue a Fabiano en su cuenta de Instagram

ESCRITO POR Lucía Feito Allonca de Amato, PUBLICADO 03/01/22, UPDATED 04/13/22

Lucy lleva 30 años viviendo con diabetes tipo 1, tiene doble nacionalidad Española y Argentina y es Licenciada en Derecho por la Universidad de Oviedo. Forma parte activa de la comunidad en línea de diabetes, temática en la cual se mantiene permanentemente actualizada. También es paciente experto en enfermedades crónicas cardio-metabólicas por la Universidad Rey Juan Carlos y activista por los derechos de las personas del colectivo LGBTQ+.