Cinco formas de manejar los picos de glucosa en sangre después de las comidas usando insulina de acción rápida


 2024-09-04

Este artículo sugiere cinco estrategias para manejar los picos de glucosa en sangre después de las comidas usando insulina de acción rápida.

Tener diabetes requiere un delicado malabarismo entre dieta, medicamentos, y actividad física para mantener niveles saludables de glucosa en sangre.

Los picos de glucosa en sangre que ocurren después de las comidas pueden ser particularmente difíciles de manejar. Aprender a manejar rápidamente estos picos de glucosa en sangre (o evitarlos por completo) puede ser la clave para sentirte mejor.

Además, reducir los picos de glucosa en sangre después de las comidas es crucial para mejorar el tiempo en rango y puede ayudar a prevenir complicaciones de la diabetes a largo plazo, incluidas:

Los picos de glucosa en sangre después de las comidas (postprandiales)

Cuando se vive con diabetes es normal experimentar niveles altos de glucosa en sangre después de una comida.

Los niveles de glucosa en sangre generalmente aumentan entre diez minutos y una hora después de comer, lo que lleva a picos de glucosa en sangre. La mayoría de los médicos establecen objetivos de menos de 180 mg/dL dos horas después de comer.

Combinar la insulina con las comidas puede ser un reto, lo que a veces lleva a prolongados niveles altos o bajos de glucosa en sangre.

Reducir estas fluctuaciones puede mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones.

Cómo manejar los picos de glucosa en sangre después de las comidas usando insulina de acción rápida

El uso de insulina de acción rápida es clave para evitar picos de glucosa en sangre después de las comidas.

A diferencia de las insulinas basales más lentas, la insulina de acción rápida se absorbe rápidamente para reducir el nivel de glucosa en sangre.

Los avances recientes han hecho que estas insulinas sean más efectivas que nunca.

Una variedad de insulinas de acción rápida se encuentra disponible.

  • Si recibes tratamiento con múltiples inyecciones diarias, lo más probable es que utilices una combinación de insulina de acción rápida e insulina basal (de acción prolongada).
  • Si usas una microinfusora de insulina, tu dispositivo te administra un bolo de insulina de acción rápida cuando comes o necesitas reducir rápidamente el nivel de glucosa en sangre.
    • Luego, distribuye la administración de una pequeña cantidad de insulina de acción rápida cada pocos minutos a lo largo del día para que funcione de manera similar a la insulina de acción prolongada.

Los diferentes tipos de insulinas de acción rápida incluyen:

  • insulina de acción rápida (Humalog, Novolog, Apidra)
  • insulina de acción ultrarrápida (Lyumjev y Fiasp)
    • Estas son las insulinas para las comidas de acción más rápida del mercado.

Además, dado que se absorben en el torrente sanguíneo mucho más rápido, pueden evitar por completo los picos de glucosa en sangre después de las comidas.

¡Esto te hace sentir más saludable y más humano!

Cinco estrategias para manejar los picos de glucosa en sangre después de las comidas usando insulina de acción rápida

Consejo 1: momento adecuado para administrar insulina

Programar el momento de administración de tu insulina es crucial para evitar niveles altos o bajos de glucosa en sangre después de comer.

Administrarte insulina demasiado pronto puede provocar un nivel bajo durante la comida, mientras que comer demasiado pronto puede provocar un pico con el que tendrás que lidiar durante todo el día.

Manejar la insulina de acción rápida implica equilibrar el momento, el tipo de insulina, la sensibilidad y la composición de carbohidratos de la comida.

  • Insulina de acción rápida (Humalog, Novolog, Apidra)
  • Insulina de acción ultrarrápida (Lyumjev y Fiasp)
    • Dependiendo de tu sensibilidad a la insulina, se pueden administrar justo antes de comenzar a comer, o incluso durante o después de una comida.
    • Estas insulinas funcionan mejor entre uno y cinco minutos después de su administración.

Si tu comida es rica en carbohidratos complejos (como pasta integral con proteínas y grasas) y te administras insulina de acción ultrarrápida, toma en cuenta la posibilidad de administrarte un bolo justo antes o a medio comer. Esto puede ayudar a prevenir los niveles bajos de glucosa en sangre.

Dependiendo de tu sensibilidad a la insulina y la composición de tu comida, especialmente si es alta en grasas, alta en proteínas y baja en carbohidratos, ¡es posible que debas administrarte insulina después de terminar de comer!

Si vas a comer o tomar un carbohidrato simple, como un helado o un jugo de frutas, estos carbohidratos se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo, por lo que debes administrarte insulina antes de comer.

Consejo 2: dosificación correcta de insulina

La dosificación correcta de insulina, o determinar la proporción de insulina a carbohidratos, es crucial para manejar la glucosa en sangre después de las comidas.

Esta proporción te indica cuánta insulina de acción rápida se necesita para los carbohidratos que consumes, a diferencia de la insulina de acción prolongada que se administra una o dos veces al día. Tu requerimiento de insulina de acción rápida puede variar según la ingesta de carbohidratos y los cambios en tu vida. Por ejemplo, si tu proporción es 1:15 y comes 45 gramos de carbohidratos, debes administrarte tres unidades de insulina.

Esto excluye cualquier factor de corrección utilizado para ajustar el nivel de glucosa en sangre a su rango normal. El factor de corrección indica cuánto reducirá tu nivel de glucosa en sangre una unidad de insulina de acción rápida y esto puede cambiar con el tiempo.

Por ejemplo, con un factor de corrección de 1:50, un nivel de glucosa en sangre de 200 mg/dL requeriría dos unidades adicionales para que se reduzca a 100 mg/dL.

Tu médico puede ayudarte a determinar tu proporción ideal de insulina y carbohidratos y tu factor de corrección según distintos factores como la edad, el sexo, el nivel de actividad, el estilo de vida, la dieta y la sensibilidad a la insulina.

Consejo 3: ajustar la composición de las comidas

Para prevenir los picos de glucosa en sangre después de las comidas, también podrías ajustar la composición de tus comidas, optando por alimentos con bajo índice glucémico y menor cantidad de carbohidratos.

Consumir alimentos según su índice glucémico (y comer alimentos con un índice glucémico más bajo en general) puede ayudar a las personas con diabetes a:

Los estudios han demostrado que consumir principalmente alimentos de bajo índice glucémico también puede llevar a una pérdida de peso en personas con diabetes, lo que puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y prevenir la resistencia a la insulina.

Ten en cuenta que las comidas ricas en grasas y proteínas se digieren mucho más lentamente, por lo que incluso si no ingieres muchos carbohidratos en una comida, aún puedes sufrir niveles altos de glucosa en sangre más tarde ​​​​si no te has administrado un bolo adecuado.

Consejo 4: monitorear los niveles de glucosa en sangre

Después de comer, monitorea tu nivel de glucosa en sangre unas horas más tarde para evitar extremos si tienes diabetes.

Esto se puede hacer midiendo manualmente el nivel de glucosa en sangre o con un medidor continuo de glucosa (MCG).

No se recomienda medir tu nivel de glucosa en sangre antes de que hayan transcurrido 30 minutos después de terminar de comer porque la mayoría de los carbohidratos aún se están digiriendo y la insulina, incluso la de acción más rápida, no ha alcanzado su punto máximo.

Si mides tu nivel de glucosa en sangre demasiado pronto después de terminar de comer y es más alto de lo que debería, podrías corregir excesivamente con insulina y terminar con un nivel bajo de glucosa en sangre.

Según los estándares de atención de 2023 de la Asociación Americana de Diabetes, los niveles de glucosa en sangre para adultos deberían ser inferiores a 180 mg/dL e inferiores a 140 mg/dL si estás embarazada y tienes diabetes.

Dos horas o más después de comer, los niveles de glucosa en sangre deberían haber regresado en gran medida a la normalidad.

Es posible que requieras un bolo de insulina adicional si consumes una comida rica en grasas, carbohidratos o proteínas, ya que estos alimentos retrasan la asimilación de la glucosa y pueden causar niveles elevados de glucosa en sangre después de la comida.

Consejo 5: realizar actividad física con regularidad

Mantenerte activo físicamente ayuda a combatir la resistencia a la insulina y mantiene alta la sensibilidad a la insulina. Además, hacer ejercicio después de una comida puede resultar útil para ayudar a evitar los niveles altos de glucosa en sangre.

Puede ser una caminata, un paseo en bicicleta, nadar un poco o incluso salir a trotar.

Hacer ejercicio durante un período tan corto como 20 minutos después de una comida puede ayudar a combatir los niveles altos de glucosa en sangre después de las comidas.

No se recomienda hacer ejercicio si tienes cetonas ya que los niveles altos de glucosa en sangre acompañados de cetonas pueden causar deshidratación que el ejercicio puede exacerbar. Esto puede aumentar aún más el nivel de glucosa en sangre, y llevar a cetoacidosis diabética (CAD).

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Este artículo está destinado únicamente a fines informativos y no sustituye el asesoramiento médico profesional. Es fundamental consultar con tu equipo de atención médica para determinar el régimen de insulina más adecuado para tus necesidades individuales.


 

Este contenido es posible gracias a Lilly, un socio fundador de Beyond Type 1. 

Beyond Type 1 mantiene el control editorial de su contenido.

 

ESCRITO POR Christine Fallabel, PUBLICADO 09/04/24, UPDATED 09/04/24

Christine Fallabel vive con diabetes tipo 1 desde el año 2000. Es escritora de salud y ciencia y su trabajo ha sido publicado en Diabetes Daily Grind, Insulin Nation, Diabetics Doing Things y es colaboradora habitual de Diabetes Strong, T1D Exchange y Healthline. Obtuvo una maestría en Salud Pública en Temple University y una Licenciatura en Artes en la Universidad de Delaware. En su tiempo libre disfruta hacer senderismo con su esposo en las montañas de Colorado, juguetear con su microinfusora de insulina de circuito cerrado hecho en casa, tomar café fuerte y leer frente a una acogedora chimenea.