Aprender a gestionar la diabetes tipo 2 a prueba y error: una entrevista con Andrés Morón


 2022-08-29

Andrés Morón vive con diabetes tipo 2 hace ya 37 años y se le conoce por su actividad en redes sociales con su cuenta Experimento mi diabetes.

La historia detrás del nombre

¿Por qué “Experimento mi diabetes”? Precisamente porque mi diabetes al ser tipo 2 y no estar muy concentrados los médicos en gestionarla conmigo, he tenido que ir haciendo experimentos hasta lograr la mejor versión de la diabetes. Y me considero activista en Instagram para dar visibilidad a la diabetes tipo 2 para que la gente entienda la importancia que tiene la diabetes tipo 2. Que no se dejen estar, porque si lo hacen, tarde o temprano tendrá consecuencias. Y como he sido de los que se han abandonado, cuando veo a gente que no le da importancia, les insisto mucho en que se cuiden, en enseñarles cómo cuidarse, en decirles que pueden comer de todo, pero que tienen que aprender a gestionar la comida, que no vivan una diabetes amargada porque hay que vivir con la diabetes, no para ella.

A la diabetes tipo 2 no se le da la importancia que debiera

Andrés piensa que se la considera “nada”. A una persona con diabetes tipo 2 no se le dan insumos para gestionar su diabetes y en muchos casos pocas oportunidades de visitas médicas. Al momento del diagnóstico se entrega un papel con la lista de lo que no se puede comer y que hagan deporte, pero no se explica mucho más. Se le hace creer a la persona que no pasa nada. Y desde su cuenta en Instagram lucha para que las personas con diabetes tipo 2 reciban los insumos para medirse y la educación que necesitan para gestionar mejor su diabetes.

El principal desafío que ha planteado la diabetes

Después de muchos años de vivir con diabetes y haberse dejado estar por falta de educación en diabetes, el diagnóstico de retinopatía llevó a tomar conciencia y pasar de una fase de ignorancia total a una de querer controlarlo todo. Y luego vino el aprendizaje y entender que la gestión de la diabetes es mucho más que simplemente comer hidratos o no hacerlo. 

Y el desafío que sigue existiendo es lograr educación. Que no solo escasea sino que en muchos casos ni siquiera existe. Y Andrés pudo superar esta falta de educación o educación muy básica que eventualmente recibió, experimentando con su propia diabetes hasta encontrar lo que mejor funciona para él.

Aportando a la comunidad

Actualmente Andrés se dedica al mundo de la diabetes desde su vocación de ayudar a la gente, de acompañar en el aprendizaje y de compartir sus experiencias y los resultados de sus experimentos.

Es un activista que lucha por la educación y por los medios para poner en práctica esa educación. Insiste en que el diálogo entre el médico y el paciente tiene que cambiar, que no es posible que siga siendo (casi) igual al momento en que lo diagnosticaron a él con 18 años: “pasas la visita, te largan a casa con las no pautas (lo que no debes comer) y te pegan una bronca brutal, algo exageradísimo, que te vas a quedar ciego, impotente, te van a quitar los riñones… Te dan el papelito. Analítica tal día. Y sigues haciendo la dieta. Yo salí de allí horrorizado. Y dije no vuelvo más aquí”. 

Sobre el acceso a las herramientas y a la educación en diabetes y las diferencias entre las Comunidades Autónomas

Las personas con diabetes tipo 2 tienen todavía muy limitado el acceso a las herramientas y a la educación en diabetes. Y Andrés recuerda ir con miedo al médico por no haberse controlado. Y decirle al médico que cómo iba a controlarse si no le daban nada para hacerlo. Y siente que las cosas siguen igual. Pero su consejo es que todos los pacientes deberían ser como moscas insoportables, insistiendo a los médicos sobre sus necesidades para así lograr cambios en lo personal y como comunidad.

Algo que le indigna muchísimo es que aunque la diabetes es la misma y la diabetes catalana no es mejor ni peor que la andaluza o la vasca, no recibe el mismo tratamiento ni las mismas herramientas en los distintos puntos de España. En España se ha aprobado la financiación de sensores para las personas con diabetes tipo 2 que lleven pauta de insulina, pero las distintas comunidades lo van dando con cuentagotas y en algunas ni siquiera eso. El código postal es el que determina el acceso que cada uno puede tener.

De campañas y concienciación

Andrés está involucrado con #conectandotipo2 y con #implica2DM2, ambos con Abbott, para dar visibilidad a la diabetes tipo 2. Para las personas que están perdidas, que no tienen información, que no tienen con quien hablar, porque no se sienten escuchadas, él se queda hasta las tantas de la madrugada contestando mensajes, compartiendo información y hablando porque es un convencido de que el sentirse escuchado por otra persona que tenga diabetes es lo que realmente ayuda.

La comunidad de diabetes fue su tabla de salvación cuando le diagnosticaron retinopatía y al poco tiempo entró a Instagram. Empezó a conocer gente y lo que leía y lo que le decían le permitió gestionar mejor su diabetes y poder ayudar a otros a lograr lo mismo.

Lo que falta por hacer

Para Andrés lo fundamental es que las personas con diabetes tipo 2 reciban insumos para poder medir su glucosa (suficientes tiras reactivas y sensores)  y así tener la información que necesitan para gestionar su diabetes. También es necesaria la educación y trabajar sobre la comunicación médico-paciente. La comunidad azul juega un papel muy importante, pero no todas las personas tienen acceso a Internet y muchas personas mayores quedan descolocadas. Toda la información que muchos encuentran en Internet también tendría que estar disponible en los centros de salud para las personas sin acceso a Internet y las redes sociales.

Y por encima de todo, que la diabetes es la misma en todas partes y que no debería haber diferencias en la atención, en las herramientas y en la educación.

Andrés Morón es @experimentomidiabetes en Instagram y promete que siempre contesta, aunque a veces pueda tardar un poquito, e intenta que la gente viva la diabetes lo mejor posible

ESCRITO POR Lucia Feito Allonca de Amato, PUBLICADO 08/29/22, UPDATED 08/29/22

Lucy lleva 30 años viviendo con diabetes tipo 1, tiene doble nacionalidad española y argentina y es Licenciada en Derecho por la Universidad de Oviedo. Es educadora en diabetes por la IDF, paciente experto en enfermedades crónicas cardio-metabólicas por la Universidad Rey Juan Carlos y apasionada defensora de la diversidad, equidad e inclusión.