Hazlo: el sexo y la diabetes tipo 1


 2018-05-16

Debería empezar este artículo por decir: tengo mucho sexo. Oh, espera, debería empezar por decir, si tienes alguna relación conmigo, no leas esto. No tienes ninguna razón para hacerlo dado que no hay ninguna otra persona con diabetes tipo 1 en nuestra familia ni que esté saliendo con una persona así. Ajá, mamá y suegra, ¡les hablo a ambas!

Está bien, ¿dónde estaba? Sí, sexo; mucho, con mi esposo. Tengo la bendición de tener un matrimonio feliz de casi 10 años y si uno de los dos no está viajando, ¡lo hacemos! Todos… los días. No me estoy jactando, no le importaría a nadie más sino fuera porque he tenido diabetes Tipo 1 desde diciembre de 1988. Uso una bomba de insulina y un medidor continuo de glucosa (MCG) y eso hace que las cosas sean un tanto interesantes cuando lo añades al hecho de tratar de controlar tus niveles de glucosa en sangre durante esos momentos candentes.

No siempre ha sido tan fácil. Conseguí mi primera bomba de insulina en 1998 cuando era estudiante universitaria. Dado que estaba considerando cambiar las inyecciones por una bomba, el fabricante de la bomba envió un video sobre cómo vivir con la bomba. En una escena aparecía un pareja en la cama y colocaban la bomba de insulina en la mesa de noche junto a una rosa, mientras una voz hablaba sobre desconectarse mientras se tenía “intimidad”. Tenía dos compañeros de habitación, una mujer y un hombre; ellos llegaron mientras veía el video y todos nos reímos ante lo cursi de la escena. Luego, sucedió; mi compañero de habitación me dijo: “Si yo fuera la persona que estuviera contigo, te haría quitarte los tubos de la bomba y te los pasaría por encima de tu cabeza como un lazo, mientras te monto…”, me sentí mortificada. Es propio de los muchachos universitarios relajar los ánimos, pero en lugar de ello inculcan un miedo que no desaparecerá durante algún tiempo. Para empezar, no tenía experiencia y ya me sentía insegura. Había estado con un chico con quien había salido durante siete años y acabábamos de terminar la relación uno o dos meses antes. El futuro era incierto; me venían los siguientes pensamientos a la mente: ¿Cómo reaccionarán los chicos? ¿Qué van a hacer cuando vean esta cosa en mi estómago? ¿Sentirán repulsión? ¿Harán bromas insensibles como mi compañero de habitación? Sé lo que todos están pensando, también lo pensé, y lo experimenté.

Hazlo

No tenía nada de qué preocuparme. La diabetes, los dispositivos y el sexo constituyen un extraño tango de calor, emoción y cuerpos. Lo primero que debes hacer es, hacerlo. La diabetes nunca es conveniente y eso aplica especialmente durante el sexo. Me doy cuenta que mientras más importancia se les da a las cosas, menos mágico es el momento o será más difícil agarrar el ritmo después de corregir cualquier cosa que haya hecho la diabetes para perderlo. No te estreses por tu equipo antes o durante el sexo. Esto permitirá que sea agradable para ti y tu pareja; si estás estresado o si tu pareja está preocupada, se reducirá el placer y la conexión entre ustedes dos.

Si estás saliendo con alguien y llegó el momento de llevarlo al siguiente nivel, conversen sobre el equipo que usas, dónde suelen estar tus sitios de infusión y qué sucede cuando se te baja el azúcar (esperemos que ya sepan esta parte). Trata de no inundarlos con información, sé simple y conciso, y trata de hablar sobre ello cuando no estén en la cama. Hablar sobre la diabetes antes de ponerte candente no es la mejor conversación cuando están en la cama. Buscar otro momento, tal vez después de que las cosas se pusieran candentes, pero que no llegaron al punto del sexo, sería mejor. Si las cosas simplemente sucedieron con alguien, solo menciónalo de forma casual a medida que las cosas se empiezan a intensificar: “Por cierto, tengo un sitio de infusión en la parte de atrás de mi cintura que debo mantener para controlar mi diabetes y un MCG en mi brazo. No se interpondrá, pero quiero hacértelo saber en caso que lo sientas”. Deja caer tu cartera o bolso (la cual debería contener algunos suministros de emergencia) a un lado de la cama, sofá, isla de la cocina, cualquier cosa que funcione para ti, y procede con el encuentro.

Cuando se te baja el nivel de azúcar

El sexo es una actividad física. Bueno, si lo haces correctamente y la estás pasando bien, es una actividad física. Todas las actividades físicas y la diabetes Tipo 1 conllevan el riesgo de sufrir hipoglucemia. El problema con el sexo es que muy probablemente estarás caliente y sudoroso, o por lo menos, esperemos que haya resultado así. Tu mente está en un estado de euforia que se altera de tu proceso cognitivo normal. Estos son algunos de los síntomas más importantes de la hipoglucemia. Muchas personas con diabetes se encuentran en un nivel de glucosa en la sangre mucho más bajo que el nivel bajo normal o experimentan una hipoglucemia posteriormente, comparado con lo que normalmente sentirían durante el sexo. Eso está bien.

Si tienes una relación en la que tienes sexo con frecuencia, mantén los suministros a un lado de la cama en la casa de ambos. La mayoría de personas que tienen diabetes Tipo 1 ya tienen suministros a un lado de sus camas, pero si tienes una relación seria, trata de tener suministros a un lado de la cama de tu pareja. El mundo no se acabará si las cosas se detienen durante un momento con el fin de comprobar tu nivel de azúcar en sangre y tratar tus niveles bajos; además, el sexo no tiene que acabar. Sé creativo para reanudar las cosas. Incorpora alimentos en tu experiencia. Tratar tu nivel bajo de glucosa con jarabe de chocolate es un tanto divertido; la persona con diabetes Tipo 1 se lo come con una cuchara, mientras que su pareja lo lame del cuerpo de la persona con diabetes Tipo 1. Te da risa, pero esto hace que te sientas menos estresado, menos enfermo y la pareja se involucra más en actividades similares a las que tuvieron lugar antes de la desestabilización causada por la diabetes. O bien, puedes pedirle a tu pareja que hable sobre cosas sensuales mientras que tratas tu hipoglucemia. Si puedes alargar la conversación, habla sobre cosas fantásticas mientras tomas una merienda y tus niveles se estabilizan. Mientras menos tengas que empezar y detenerte mejor. Si se te baja mucho la glucosa, está bien. Solo piensa que aún debes reanudar el sexo cuando te sientas mejor, o en otro momento si experimentas un momento difícil.

Algunas veces es mejor prepararse antes de que consideres que se te bajará el nivel de glucosa. Si tienes la sensación de que estás a 10 minutos de un buen momento, revisa tu MCG para ver cuál es tu nivel y cuál es la tendencia. En más de una ocasión me he tomado un trago de jugo cuando me dirijo a la habitación. Si no tienes un MCG, haz una prueba rápida con tu medidor. Toma un trozo de dulce, una tableta de glucosa o cualquier cosa que creas que te mantendrá en un nivel razonable si tu glucosa está a punto de bajar. Conoces tu cuerpo, cómo podría reaccionar a la actividad y cómo lidiar con ello.  De nuevo, esta tendrá la importancia que le des. Así que, no te inquietes ni te pongas nervioso, solo haz que funcione para ti.

Dónde debe ir la bomba de insulina

Esa siempre es la pregunta cuando la gente se aventura a tener sexo con una bomba de insulina puesta. En primer lugar, siempre haz lo que te haga sentir cómodo. Pero si no sabes por dónde empezar, inicia por desconectar tu bomba en un momento que consideres adecuado. Algunas veces me quito la bomba al inicio porque sé que estoy lista para empezar y que las cosas se intensificarán rápidamente. Algunas otras veces, espero para quitármela hasta que ocurre mucho juego previo y sé que no iremos directo al sexo, pero lo haremos en un futuro próximo. Simplemente deslizo mi mano a esa área, la desconecto y la coloco en un lugar seguro que esté al alcance. Me ha sucedido que olvido volvérmela a poner, por lo que no la coloco en la mesa de noche muy a menudo. Por lo general, la dejo caer debajo de la almohada así sé que está allí. De esta forma, no queda fuera de la vista y así no la olvido. Amigos, no estoy haciendo suposiciones estereotípicas, pero quiero resaltar que tener que volverla a conectar reduce el tiempo de las caricias que a muchas parejas les gusta después de terminar; solo por mencionarlo. Dejarte puesta la bomba de insulina, flotando por todos lados, podría dar lugar a que los tubos se enreden y jalen el sitio de infusión. Leí sobre el caso de una persona con diabetes Tipo 1 que usaba un cincho para mantener la bomba en su lugar durante el sexo. Esa es una buena alternativa para evitar quitarse la bomba, pero podría no funcionar para algunos debido a la fricción que podría ocasionar la actividad. El cincho podría deslizarse hacia arriba y abajo o bien alrededor de la cintura y jalar el sitio de infusión. Determina qué funciona para ti, pero un enfoque sutil en el que te la quitas antes de que empiece la verdadera acción, es un buen enfoque que debes probar.

Percances o accidentes

Bien… la pregunta más importante sobre las bombas de insulina y el MCG, ¿se pueden desconectar? Por supuesto que sí. No sucede a menudo, pero están propensos a que eso suceda si tienes encuentros sexuales frecuentes. ¿Cómo? Alguien podría tomar tu sitio de infusión por accidente y jalarlo, o bien la fricción cuando lo usas en tu abdomen podría hacer que el adhesivo se estire y la cánula de tu bomba o alambre de tu MCG podría deslizarse. Es como cualquier otra actividad, siempre existe la posibilidad. Entonces, ¿qué haces? Mantente tranquilo. No tienes que detenerte en ese momento y arreglarlo. Como dije anteriormente, depende de la importancia que le des. Después de terminar, o si será una de esas esas noches un tanto tántricas, reemplaza tu sitio de infusión y ríanse un poco sobre el hecho de que las cosas se están tornando un poco candentes y agresivas. Tu pareja no se sentirá mal si es algo que hicieron ambos, y tú no te sentirás estresado por el hecho de que volverá a suceder siempre y cuando hagas que sea divertido. Me he quitado la bomba en el gimnasio tan menudo y tan fácil como cuando estoy en la habitación. Puede suceder, pero sucede muy rara vez y simplemente lidiamos con ello. Siempre ten suministros adicionales y mantenlos a un lado de la cama para momentos como estos.

Espero que esto sea útil para las personas con diabetes Tipo 1 y sepan qué esperar, qué hacer o simplemente cómo comportarse. No soy sexóloga, aunque ese sería un título genial. Simplemente soy una mujer de casi 40 años que tiene algo que decir: “¡Oye!, hago esto, funciona y todo estará bien”. Vivir con diabetes Tipo 1 es difícil, pero simplemente tenemos que hacerlo: VIVIR con ella. Eso incluye ser feliz, saludable y ¡candente en la habitación!

ESCRITO POR CALLIE BALDWIN, PUBLICADO 05/16/18, UPDATED 10/11/22

Callie es una ejecutiva de marketing que reside al norte de Carolina del Sur. Se le diagnosticó la enfermedad a la edad de 12 años en 1988, y ha estado experimentando el mundo de la diabetes Tipo 1, recopilando experiencias de vida e historias descabelladas a lo largo de su vida. En 2006, Callie se casó con Peter, su cómplice en el cuidado de la diabetes Tipo 1, quien la ha apoyado desde el primer día. Viven con sus tres hijos y asisten a más de 100 juegos de fútbol por año. Su pasión por la defensa de la diabetes aumenta día con día y espera participar aún más en el movimiento nacional e internacional.