Donar sangre, Una Historia que Salva Vidas
Nota del editor: En muchos países, las personas con diabetes y en particular quienes utilizan insulina de ciertos tipos no pueden ser donadores de sangre. Consulta con las regulaciones sanitarias en el país donde vives para asegurarte de que esto sea una posibilidad en tu localidad.
Donar sangre puede salvar vidas, eso es innegable y es por ello que existen muchas campañas alrededor del mundo en la que se habla de la importancia que tiene el poder ser donador. Una persona en promedio tiene entre 4.5 a 6 litros de sangre en su cuerpo y existen situaciones ya sea por lesiones u operaciones en las que se pueden perder grandes cantidades de sangre poniendo en riesgo la vida. Las emergencias pueden llegar en cualquier momento y no se sabe cuándo podemos necesitarla y de ahí la importancia de la donación de sangre aunque no sea requerida en ese momento.
Conociendo la importancia quisimos adentrarnos en el tema y saber más sobre la historia de la donación de sangre y encontramos cosas muy interesantes que te compartimos a continuación.
La sangre ha sido considerada desde la Antigüedad como un elemento mágico. Distintos pueblos y culturas la han considerado un elemento vital, cargado de magia. De acuerdo con la mitología, Ovidio, en La metamorfosis, dice que Medea rejuveneció a Anquises sacando su sangre por los vasos del cuello y reemplazándola por sangre de individuos jóvenes, por eso se llegó a llamar a la transfusión la “cura de Medea”
La medicina occidental consideró que la sangre contenía elementos vitales y que, a través de su infusión, se podrían solventar los desórdenes que aquejaban a algunos enfermos. El descubrimiento de la circulación de la sangre supuso un hito que pudo darse gracias a Ibn-Al-Nafis (1200) y al médico español Miguel Servet (1553) que descubrió la “circulación pulmonar”.
William Harvey en el siglo XVII describe la circulación general, lo que supuso una verdadera revolución terapéutica. Los médicos, que hasta el momento habían “sangrado” a sus pacientes, por primera vez podían empezar a pensar en “reponer” la sangre.
El fisiólogo inglés Stephen Halles llevó a cabo los primeros estudios sobre el flujo, presión arterial y volumen sanguíneo del ser humano, mientras que el fabricante de microscopios holandés Leuwehoek construyó unas lentes biconvexas y, junto a Swammerdam, realizó la primera descripción precisa de los hematíes en el siglo XVII.
La primera transfusión exitosa en animales se dio en 1665 entre dos perros por Richart Lower, y posteriormente se intensificaron los experimentos de este tenor entre animales de la misma y distintas especies. En Europa algunos resultados alentadores animaron al intento de probar una transfusión procedente de un animal en un humano.
La primera documentada en la historia fue realizada en 1667 por el francés Jean Baptiste Denis, de Motpellier, médico de Luis XIV. Anecdóticamente cita que “transfunde sangre suave y loable de animal, menos contaminada de vicios y pasiones”. Como podemos apreciar, se creía que se transmitían también las características de los seres donantes. Sin embargo, el resultado fue fatal y la justicia intervino prohibiendo dichas prácticas hasta el siglo XIX (pero no los estudios experimentales).
No existe acuerdo entre los autores respecto al ejecutor de la primera transfusión de vena a vena, creyendo incluso que pudo ser obra de autores que no publicaron los resultados, sin embargo el obstetra James Blundell, es a quien se le atribuye la primera transfusión con sangre humana en 1818, en mujeres con hemorragias postparto.
El resurgimiento de la transfusión se produce propiamente en el siglo XIX, gracias a los avances experimentados en los siglos anteriores (descubrimiento de las plaquetas, clasificación de los leucocitos, descripción de la hemoglobina, etc.)
Desde el comienzo de las prácticas de las transfusiones en el siglo XIX uno de los problemas de estos métodos fue la propensión a la coagulación, causante de embolias y flebitis. Se probaron diversas técnicas para intentar evitarlas.
A principios del siglo XX el citrato fue aplicado con seguridad en el ser humano. Richard Lewisohn formuló su concentración óptima (0.2 %) estableciendo las bases para resolver este problema.
LA COMPATIBILIDAD
Los avances inmunológicos del siglo XIX permitieron que el médico austríaco Karl Landsteiner realizara el descubrimiento de los tres tipos distintos de hematíes, los grupos A, B y 0. Posteriormente Jansky y Moss añadirán el tipo AB, completando lo que hoy conocemos como el “sistema de grupos ABO”, que permite la incorporación de la transfusión sanguínea a la práctica médica habitual.
Estos descubrimientos son importantes por las reacciones transfusionales y se comienza a recomendar la “prueba cruzada”.
Estein y Ottenberg (creador del término “donante universal”) sugieren que los grupos sanguíneos son hereditarios y hacia 1910 se descubre que su herencia sigue las leyes de Mendel. 30 años después, en 1940 se descubre el “factor Rh”.
CONSERVACIÓN Y ALMACENAMIENTO
En 1917 Robertson realiza, durante la Primera Guerra Mundial, el primer depósito de sangre. En 1922 se demuestra la eficacia de las transfusiones de sangre de cadáver, estableciéndose en Leningrado (URSS) el primer servicio que funcionó como un banco de sangre.
Durante la guerra civil española se propuso recoger sangre de la población civil y enviarla al frente con ayuda de un frigorífico portátil, creando uno de los primeros bancos de sangre del mundo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la transfusión de sangre fue utilizada a gran escala para tratar a soldados heridos y llegó a ser bien conocida como procedimiento de la salvación de vidas.
Como puedes ver la información sobre el tema es amplia y aún, al día de hoy, se sigue teniendo avances importantes en la forma de emplear la sangre o sus componentes para ayudar al tratamiento de enfermedades y salvar vidas. Si vives con diabetes tipo 1 aquí encontrarás información que te puede interesar si quieres donar sangre y algunas organizaciones que trabajan en ello.
Bibliografía
Brief history of blood transfusión. Guillermo Murillo-Godínez
Historia de la transfusión de sangre, Dr. Ananya Mandal, MD Reviewed by Sally Robertson, B.
Pedro B. de Torres Fabios, Abril 2008. Centro Regional de Transfusión Sanguínea y Banco Sectorial de Tejidos de Córdoba, (Argentina)