La Diabetes afecta a Toda la Familia
La diabetes cambió nuestro mundo
Recibir el diagnóstico de diabetes Tipo 1 de mi hija fue un shock para mi familia. Describía muy bien cómo era la diabetes. He tenido muchos pacientes que han tenido diabetes Tipo 2, por lo que no había mucha diferencia, ¿verdad? ¡Incorrecto! Las señales de advertencia se pasaron por alto. ¿Cómo podríamos imaginarnos que nuestra hija de 14 años, que era más activa que cualquier miembro de la familia, no era nada saludable? Un simple chequeo por otra cosa que la molestaba confirmó el hecho de que estábamos equivocados. Su sed constante no era por su nivel de actividad o por el hecho de que vivíamos en un área de clima muy caliente, sino porque tenía diabetes Tipo 1. Los siguientes 3 días en el hospital fueron un tiempo para que todos nos agruparamos. No hubo llanto porque como padres debemos mantenernos fuertes. No queremos parecer débiles frente a nuestros hijos cuando más nos necesitan. 406, eso es lo que estábamos viendo; su nivel de azúcar en la sangre era muy alto, pero no vimos ningún signo. No teníamos idea de lo que nos esperaba.
El sentimiento de culpabilidad y la ira
Lo primero que pensé después de que me dijeran que se trataba de un trastorno autoinmune y que lo más probable era que uno de nosotros se lo hubiera transmitido fue: ¿Qué hice? La sensación de querer arreglarla o quitársela era inmensa. Siempre pude tratar sus heridas en el pasado pero con esto no podía. Estaba enojada conmigo misma, enojada con mi esposo, con mi poder superior. ¿Cómo podíamos nosotros, ellos, los doctores dejarla sufrir con esto? Esto no era una solución. Aquí está su medicina. Vigilen su dieta. ¿Estás bromeando con un adolescente? Estas son reacciones normales. Cualquier padre que descubre que algo está sucediéndole a su hijo quiere arreglarlo. Queremos saber las respuestas y cuando no hay una respuesta directa luchamos con la idea. Solo sé que no estás solo. Como terapeuta, hasta yo luché con estos pensamientos. La depresión nos golpea a todos. Incluso a aquellas personas con gran autoestima y un sistema de apoyo. Es normal tener estos sentimientos. Cuando duran más de lo normal, es cuando necesitas hablar con alguien.
Algunos de los signos de advertencia de la depresión son:
- Pérdida de interés en cosas que antes disfrutabas.
- Aumento o pérdida de peso.
- Problemas para conciliar el sueño o mantenerse durmiendo. No te sientes descansado cuando te despiertas.
- Sensación de cansancio.
- Sentirse perezoso o en alerta máxima.
- Sentirse sin valor o culpable.
- Problemas para concentrarse o para tomar una decisión.
- Pensamientos de suicidio o lastimarse.
- Los adolescentes tienden a reaccionar bruscamente o a enojarse rápidamente.
Creemos que entendemos pero no completamente
Como cuidadores, padres, abuelos creemos que sabemos cómo se siente la persona con el diagnóstico. No es así. Creemos que sabemos lo que es estar en sus zapatos. Estamos allí contando los carbohidratos. Estamos poniendo órdenes para todo ese medicamento y pagando las facturas. Estamos en la consulta del médico oyendo acerca de los altibajos y los puntajes A1C. Les estamos ayudando o administrándoles sus inyecciones según su edad. Estamos despertando con ellos a todas horas de la noche para asegurarnos de que sus azúcares estén dentro del rango normal. Tenemos el número del médico en la marcación rápida. Todos los miembros de nuestra familia y amigos están al tanto de la situación. Aún así, solo entendemos un poco de lo que siente nuestro ser querido con diabetes Tipo 1. No obstante, tus sentimientos son válidos y son reales. Es importante hablar de estos sentimientos. La mayoría, si no todos los miembros de la familia, tienen hasta cierto punto los mismos sentimientos. Esto le está sucediendo a todos en la familia, no solo a la persona que recibió el diagnóstico.
Cómo se siente realmente para alguien con diabetes Tipo 1
Para algunas personas recibir este diagnóstico lo cambia todo. Ellos serán diferentes para siempre. Nadie más tiene que tener algo adherido a su cuerpo las 24 horas del día. Nadie más tiene que pincharse el cuerpo más de 10 veces al día. No tienen que cuidar lo que tienen que comer. Algunos lo hacen porque están conscientes de la salud o están vigilando su peso o tratando de perder algunas libras. Tenemos que prestar atención a todo, porque si no, el siguiente paso puede ser el hospital o, peor aún, más problemas médicos con los que tenemos que lidiar. Creo que mi hija lo dijo mejor cuando dijo que era “una sentencia de cadena perpetua por no hacer nada malo”. El dolor que he visto en sus ojos cuando dice que algo le duele. No queremos ver a las personas que amamos teniendo dolor, pero así es. Continuamos con vidas bastante normales. Para algunos es fácil entender que hay dolor. Para otros no. A veces no queremos hablar de cómo nos sentimos. Quizás sientas que nadie lo entenderá. ¿Cómo podría ser, si no tienes diabetes Tipo 1? En lugar de usar la palabra “enfermedad”, usamos “inconveniencia”; ante la insistencia de mi hija. Desafortunadamente, ella simplemente está atada a esta horrible cosa llamada diabetes tipo 1. ¡Aún no hay cura! Solo hay medicamentos de mantenimiento. Para una adolescente, esto puede parecer una sentencia de muerte, pero no tiene que ser así. Habla con alguien. Tus sentimientos son importantes y deben ser escuchados y tomados en cuenta. Podría ayudarle a toda la familia.
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