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Diabetes y un logro olímpico. La historia de Felipe del Mestre


 2021-11-05

Si pensabas que por vivir con diabetes no ibas a poder ser exitoso y ganar medallas ni más ni menos que en las Olimpiadas, mejor piénsalo otra vez, porque te traemos la prueba de que sí se puede: Felipe del Mestre, jugador argentino de Rugby 7 que vive con diabetes tipo 1 es la prueba fehaciente de ello. 

Quisimos conocerlo y compartir una charla sobre deporte, motivación y diabetes.

La historia de Felipe

Tengo 27 años en este momento, a punto de cumplir 28 en septiembre. A mí me diagnosticaron diabetes a los 13 años, fue un debut de una enfermedad que, la verdad que no la conocía. Estuve internado unos días en donde me explicaron cómo iba a ser el tratamiento y demás, y bueno, a partir de ese momento entendí lo que tenía que hacer, me explicaban cuánto era y cómo era el tema de la insulina que me iba a tener que empezar a pinchar, y bueno, llegó un momento en el que me fui del hospital. Empecé de a poco, muy buena compañía, de mi familia en general, de mis viejos que estuvieron muy presentes. Obviamente eso me ayudo un montón, es más, los primeros años te diría que mucho no entendía, mi vieja me decía: bueno comes esto. No entendía cómo manejar la enfermedad.

Un logro olímpico

El logro fue en unos Juegos Olímpicos que llegamos a jugar después de varios años de prepararnos, no creo que haga falta que diga nada de lo que significa eso: fue una cosa increíble, y espero que se pueda llegar a repetir alguna vez en la vida, pero lo dudo mucho, hay gente a la que no le pasa ni siquiera una vez. Estoy contentísimo de haberlo vivido.

Para mí el logro fue muy grande, yo no considero que haya sido más merecido, pero sí mucha gente me dice como: ¡qué loco, ¡qué difícil con una enfermedad así, desde tan chico! Por lo general yo lo que escucho de la gente con diabetes es que se desalienta mucho, que piensan que quizá no pueden conseguirlo, sobre todo en un ambiente deportivo, porque se sienten en desventaja, por una cuestión de nutrición, de todos los factores que la enfermedad le produce a cada uno. Así que bueno, yo nunca lo tomé como un limitante, siempre como algo que me tocó vivir y que tengo que hacer de la mejor manera que pueda, si no, el que se perjudica soy yo mismo. De hecho, estuve en varias charlas de asociaciones de diabetes, acá en Argentina, como el primer argentino medallista olímpico con diabetes, así que también me tomaron mucho de ejemplo para la gente, para que el resto de los chicos vean que se puede cuando quizá, no vieron otro ejemplo. Cuando yo era chico me dieron charlas deportistas que habían tenido cierto éxito, es una manera de devolverlo y ayudar a que los chicos más chicos que hoy en día tienen diabetes, entiendan que se pueden proponer cosas del estilo, que no piensen que por la enfermedad no van a lograrlo. Todo lo contrario: tienen que usarlo como factor de motivación para proponerse cosas más grandes y siempre como combustible para poder motivarse ¿no?

Aceptando la diabetes

Por suerte yo la acepté desde el día uno, nunca me peleé con la enfermedad. Entiendo a la gente que la pasa mal, que sufre mucho y también está en su derecho de hacerlo, no es algo fácil y cada uno tiene un montón de cosas extra que pueden ser familiares, económicas. Yo lo que entendí rápidamente era que la enfermedad era para mi vida y que si yo no me la trataba el único perjudicado iba a ser yo.

Obviamente iban a sufrir todos los de alrededor mío viendo un cuadro feo, pero digamos yo para tener una vida sana me tenía que mantener bien y cuidarme lo más posible, porque eso lo digo también en cuanto al deporte, yo hoy en día me dedico al deporte y tengo un logro como una medalla olímpica, pero cuando he tenido lesiones siempre digo que las recupero para poder el día de mañana patear una pelota con mi hijo, poder caminar una montaña, poder pasear por la playa digamos, me gustan muchas cosas más y entiendo que también hay vida fuera de lo deportivo. Con la diabetes es lo mismo, el día que se termine el deporte, yo voy a tener que seguir cuidándome porque el día de mañana yo quiero tener una vida plena y feliz, y no estar limitado bajo ningún punto de vista.

Los problemas con las tecnologías

He probado varias tecnologías, el problema que tengo principalmente es que es un deporte de contacto. La bomba de insulina me la han propuesto varias veces, pero en el momento que nos sentábamos a ver cuántas veces entrenaba por día, cómo era el tema del deporte con la bomba, terminamos decidiendo que no era una muy buena idea por el momento para el rugby. Sí he utilizado en algunos momentos el “parche” (sensor), que me parece que está buenísimo, yo utilicé específicamente el Freestyle Libre.

Sin embargo, tampoco me funcionó porque he tenido problemas de mediciones donde quizás, viéndolo después con un médico terminamos atribuyéndoselo a problemas de deshidratación, a una cuestión de deporte de alto rendimiento más que nada.

Entonces terminé utilizando el sistema de punción de dedo, con una gotita de sangre, que nunca falla porque es en el momento, quizá es un poquito más engañoso porque no te tira tendencias, no sabes cómo viene la curva y demás…

Estuve en un torneo en Alemania, en donde el primer problema que tuve fue que en ese torneo yo me escaneaba al entrar al partido y me daba que estaba bien, que estaba en unos 168, que es un muy buen número para entrar a jugar un partido. Sin embargo, me sentía hipoglucémico.

Me medía y me daba bien y pensaba: “no puede ser”. Por suerte había llevado también la medición de sangre, me medí y efectivamente estaba en menos de 70. Bueno fue una situación medio fea porque yo tenía que salir a entrar en calor, tenía que estar pensando en un partido y a la vez en no desgastar mucho porque tenía una hipoglucemia, esa situación me sacó desconfianza, mi médico terminó diciendo que eso era porque tenía una leve deshidratación y la subcutánea es lo primero que se deshidrata, y quizá el sensor sea lo que me estaba marcando mal. Esa fue una de las explicaciones posibles que encontramos. Después lo probé dos veces más, en un entrenamiento se me movió un poco con algún golpe digamos, porque es un deporte de contacto bastante bruto de hecho, y bueno se me infectó un poquito me entró aire, se me hizo una bola de pus y me dejó de escanear bien, ya directamente me tiraba error, entonces ahí me la saqué, bueno, yo sigo usando igualmente el parche en algunas situaciones, por ejemplo, cuando me voy a esquiar.

Me gusta mucho ir a la nieve y en ese momento me parece muy cómodo porque yo estoy con camperas y todo, bastante cubierto, y ahí me lo puedo medir directamente de afuera, y si tuviera que quitarme el guante para pincharme la gota de sangre tendría el dedo frío, que capaz no sale sangre. En una oficina, quizás un sensor es excelente y es lo mejor para monitorearte continuamente todo el día, pero bueno, no es mi realidad hoy en día, quizá el día que me retire sí, seguramente, va a ser otro tema, pero hoy día estoy utilizando eso por estas dos experiencias que tuve.

Las hipoglucemias y el ejercicio

Depende mucho también el tipo de ejercicio, el aeróbico tiende a llevarse mucho mejor con la enfermedad por una cuestión de que regula más naturalmente y tiende a aplanarte las curvas, en mi caso yo hago muchos ejercicios de potencia, y eso no sólo no ayuda quizás a bajar los niveles de glucemia sino que encima la sube, muchas veces, en una situación de un examen o en una situación de estrés muchas veces tiende a subirte la glucemia por lo mismo que en el deporte. 

Lo que hago generalmente los días de partido es ser muy cauteloso cuando como me mido y por lo general intento comer 2 horas antes de hacer actividad física. Normalmente también tengo un Gatorade o un jugo Baggio, que sería un juguito de naranja azucarado, al costado de la cancha por una posible hipoglucemia como para estar con cuidado. 

Por lo general no lo necesito pero bueno siempre está bueno, sobre todo la tranquilidad de uno mientras hace deporte.

La diabetes y los compañeros de equipo

Por lo general soy bastante atento a eso y nunca se me fue de las manos digamos, nunca llegué a estar en un estado inconsciente, pero saben que yo tengo mi Gatorade ahí específico que es para mí, muchas veces dicen “che, dame un traguito”. Yo digo “no, no, paren, esta es mía”, si la estoy tomando no les digo: “preocúpense”, pero sepan que es porque las cosas no andan bien. Obviamente el médico del equipo sabe manejar el glucagón y saben que si me siento mal tengo que tomar algo y si no, está todo bien y no se preocupan. Intento ser lo más prolijo que puedo para concentrarme en el deporte y no tener que andar pensando en otras cuestiones.

La diabetes y la familia

El aguante, mi familia, siempre. Mi vieja fue la que toda la vida me llevó al médico, me asistía, me hacía asistir a fundaciones para que escuchara justamente, a deportistas. Hoy en día yo estoy del otro lado dando charlas, pero un día estuve del lado del paciente escuchando a la gente que me ayudaba. Me llevaba a médicos, me llevaba a hacer los análisis…la verdad que muy, muy cerca siempre y fue también la que me empujó y también la que yo muchas veces hago las cosas lo mejor que puedo para devolverle un poco a ella.

En mi familia conocen todo y me preguntan, cómo ando y demás, pero bueno, yo siempre lo manejé muy bien. Sólo generalmente, y saben que a veces hasta si me preguntan mucho yo medio digo…”sí bueno, está bien, quédense tranquilos, no pasa nada”, pero me resulta un poco invasivo a veces así que yo les digo “che, está bien, quédense tranquilos no pasa nada “ 

Y sí, yo tengo un médico de cabecera donde en su momento arranqué con una médica que ya era bastante grande, la tuve casi 6 o 7 años donde se jubiló y tuve que cambiarme de médico.

Deporte: un consejo para las familias 

Primero, que su hijo se cuide por estar bien él, principalmente. Y el deporte es importantísimo para la gente que tiene diabetes por una cuestión de que es un regulador natural, ayuda, es un amigo. Y siempre hay gente a la que no le gusta hacer deporte, o salir a correr… Para mí, cualquier persona tiene que encontrar uno que le guste, sea caminar, sea pasear al perro que también se puede, siempre hay algún deporte y, por otro lado, intentar disfrutarlo, pasarla bien. Yo empecé a jugar en un momento porque la pasaba bien sin pensar que me podía llegar a convertir en un profesional y lo hacía porque lo hacía con mis amigos y todavía lo hago, después todo lo que llega es consecuencia ¿no?

Siempre digo que, en momentos difíciles, ni hablar de Juegos Olímpicos con un montón de presión y estrés, intento disfrutar el partido como la primera vez que fui a mi club, que no era nadie, con mis amigos y disfrutarlo de esa manera. Creo que es la manera de encarar el deporte y todos queremos volver, justamente, porque la pasamos bien.

Un mensaje para la comunidad

Podría mostrarte la medalla que tengo al lado. Esa medalla para mí representa todo lo que se podía ser, toda la gente que a veces piensa que tiene un montón de problemas con la enfermedad y demás, yo les quiero mostrar realmente con esta medalla que yo lo logré, y siento que todos lo pueden lograr. Intentar no meter excusas y siempre ir tras el objetivo, aceptar lo que toca y convivir con ello. Si yo no puedo cambiar el hecho de tener diabetes, tengo que aceptarlo y tratarlo de la mejor manera que pueda para que no modifique todo el resto que sí puedo vivir.

 

ESCRITO POR Lucía Feito Allonca de Amato, PUBLICADO 11/05/21, UPDATED 09/11/22

Lucy lleva casi 30 años viviendo con diabetes Tipo I y forma parte del equipo detrás de las propiedades hispanas de Beyond Type 1. Es Licenciada en Derecho y tiene doble nacionalidad Española y Argentina. Forma parte activa de la comunidad en línea de diabetes, desde su blog Azúcar HADA. Cursa los estudios de la Licenciatura en Psicología, es paciente experto en enfermedades crónicas cardio-metabólicas y activista por los derechos de las personas del colectivo LGBTQ+.