La importancia del intérprete en temas de salud


 2022-03-01

El lenguaje en la diabetes va más allá del idioma. La diabetes tiene un lenguaje propio y muy único lo cual hace un poco más complejo nuestras visitas al médico ya que no solo basta expresar lo que sentimos, el médico lo necesita comprender y posteriormente explicarnos lo que tenemos que hacer desde la toma de medicamentos hasta los cambios en el estilo de vida. En este vaivén de palabras podemos perdernos en la traducción y se realza la importancia de la participación de los intérpretes en la consulta médica.

Por ello Beyond Type 1 entrevistó a Gabriela Rivera, originaria de San Juan, Puerto Rico y tiene 26 años.  Gaby no solamente trabaja como intérprete médica en el Children’s National Hospital en Washington, DC., y como traductora para Q&A en The Diabetes Research Company, además vive con diabetes tipo 1.

Sobre Gaby, su diagnóstico y su profesión.

Gaby fue diagnosticada con diabetes tipo 1 en junio de 2001 cuando tenía 5 años. Ella tuvo todos los síntomas relacionados a la diabetes – sed excesiva, pérdida de peso, fatiga y aumento del hambre-. Al momento de su diagnóstico, sus padres nunca enfrentaron una barrera con el idioma ya que toda la información que recibieron en el hospital y las clases de educación de diabetes en Puerto Rico fueron en español. 

Al preguntarle a Gaby si la diabetes tuvo algo que ver con la elección de tu profesión nos comentó: “¡Sin duda alguna! Cuando comencé mis estudios universitarios en la Universidad de Puerto Rico, entré al Programa de Nutrición y Dietética, pero al poco tiempo decidí cambiarme al Departamento de Lenguas Extranjeras. Siempre me interesó combinar mi afición por los idiomas y la salud pública, especialmente con la diabetes. ¿Imagina viajar a un país donde no estás familiarizado con la cultura ni hablas el idioma y eres diagnosticado con diabetes? Es ahí donde comencé a indagar más sobre la interpretación y la traducción”.

Qué es en realidad un intérprete

“Un intérprete es tan parte del equipo médico como cualquier otro profesional de la salud. Somos el puente entre el equipo médico y el paciente y sin un intérprete, el paciente no podría recibir el cuidado y la atención médica que se merece. Muchas veces, los intérpretes servimos como un agente cultural y velamos por los derechos de los pacientes”, nos comenta.

Nos surgió la duda sobre cómo surge un intérprete, ¿hablar dos idiomas es suficiente?, ¿Qué responsabilidad implica ser intérprete en la consulta médica? A lo que Gaby nos respondió: “Conocer, dominar y hablar al menos dos idiomas es fundamental para ejercer como intérprete, pero eso es tan solo una pieza del rompecabezas. Para ser un buen intérprete, la memoria, especialmente la memoria a corto plazo es indispensable y eso no es una destreza que se desarrolla de la noche a la mañana. Muchos intérpretes dedicamos miles y miles de horas de estudio y preparación en hacer de esa memoria la maravilla que es. Un buen intérprete también debe ser una persona culturalmente competente. El idioma y la cultura de un país están extremadamente entrelazados y para un idioma como el español, por ejemplo, que es el idioma oficial de 22 países, es imprescindible conocer sus variaciones y cómo interpretarlas a otro idioma. En nosotros recae muchísima responsabilidad ya que tanto el equipo médico como el paciente dependen de nuestras interpretaciones”.

“En mi caso, cursé una maestría de dos años en el Programa Graduado de Interpretación y Traducción (GSIT por sus siglas en inglés) de la Universidad de Maryland en College Park. La preparación académica de cada intérprete es distinta, pero saber tomar notas y dominar tanto la interpretación consecutiva como la interpretación simultánea es clave para todos. Por ejemplo, la interpretación de conferencias utiliza más la interpretación simultánea que la interpretación consecutiva (piensa en las Naciones Unidas cuando ves a los intérpretes en sus cabinas y sus aurículas) mientras que la interpretación médica utiliza más la interpretación consecutiva que la interpretación simultánea. No importa qué tipo de intérprete seas, una buena formación académica sea una maestría o distintos cursos de capacitación y muchas horas de práctica son necesarias para ser un buen intérprete”, nos comenta.

Los intérpretes en los Estados Unidos, ¿Qué tan fácil es acceder a uno? 

“Estados Unidos es conocido por ser un crisol de muchísimas culturas y un sinfín de idiomas. Por ende, cualquier persona pensaría que conseguir a un intérprete, sin importar el idioma, es sumamente fácil y la verdad es que no. Hay idiomas con mayor difusión como el español o el árabe que son más fáciles de encontrar un intérprete porque existe una gran población en Estados Unidos que habla esos idiomas, pero otros idiomas como el persa darí o el polaco son más difíciles para encontrar un intérprete. Sin embargo, hoy día los avances tecnológicos permiten conseguir intérpretes a distancia lo cual es muy convenientes para idiomas de menor difusión” nos comenta.

“Lamentablemente, existen muchas instituciones médicas que no proveen servicios de interpretación o traducción a sus pacientes. No obstante, si una institución médica recibe asistencia financiera federal, entonces estos servicios son requeridos según el Título VI del Acta de Derechos Civiles de 1964 que “protege a las personas de la discriminación basada en su raza, color, u origen nacional, en programas o actividades que reciben asistencia financiera federal” y la Orden Ejecutiva 13166 emitida por Bill Clinton el 11 de agosto de 2000. La disponibilidad y cómo se puede solicitar tales servicios varía según el lugar”, agrega.

Los momentos de un intérprete.

Platicamos con Gaby sobre los momentos más retadores de ser un intérprete. “Ver a un paciente fallecer o darles malas noticias a los familiares de un paciente es desgarrador. Ningún tipo de preparación académica e incluso años de experiencia te prepara para esos momentos”. Sin embargo, también hay momentos buenos y satisfactorios, “cuando un paciente o un familiar me dice “¡Gracias por estar aquí!” es una sensación inexplicable. Salgo satisfecha y feliz porque sé que, de una manera u otra, fui una pieza importante en el cuidado médico del paciente”, comenta.

Pros y contras de tener un intérprete en tu consulta.

“Tener un intérprete requiere paciencia. En mi opinión, la falta de paciencia de muchos profesionales de la salud es un gran desafío. Hay que dejarles saber que deben hablar en frases cortas y que nos den tiempo para interpretar. Muchos entienden que las consultas con un intérprete pueden tardar más de lo normal y agradecen nuestro trabajo. En fin, ser intérprete es una gran profesión que, aunque sea agotador porque hablamos por dos personas o más, es fundamental para el cuidado de cada paciente”, nos dice Gaby.

“Aún queda un gran camino por recorrer. Las barreras lingüísticas siempre van a existir porque es imposible conseguir un intérprete o un traductor para todos los idiomas que existen y tenerlos en un solo lugar. Sin embargo, como mencioné anteriormente, los avances tecnológicos de hoy día permiten comunicarnos con personas que pueden estar al otro lado del mundo. A largo plazo, espero que podamos vivir en un mundo donde el idioma principal de una persona no sea impedimento para recibir servicios sanitarios de calidad. Ser diagnosticado con una condición médica es complicado de por sí y nadie debe preocuparse por que lo vayan a entender en su idioma o no”, concluye Gaby a quien puedes encontrar en su instagram como: @livingthebeteslife

ESCRITO POR Eugenia Araiza, PUBLICADO 03/01/22, UPDATED 04/04/22

Eugenia es Nutrióloga y Educadora en Diabetes. Ella vive con diabetes tipo 1 desde 1995. En 2019, comenzó Healthy Diabetes, un proyecto que incluye recursos educativos para apoyar y empoderar a las personas que viven con diabetes. Es autora del libro “Soy diferente y me gusta” que aborda el tema de la aceptación cuando se vive con Diabetes.