LFAC, lo que en realidad está sucediendo, testimonios de la comunidad

 2021-03-12

 

Life for a Child ha tocado y transformado muchas vidas. No solamente al proporcionar acceso a insulinas y medidores de glucosa sino al empoderar a los niños y jóvenes que viven con diabetes en 43 países del mundo proporcionando ayuda para el acceso a insumos vitales y además a educación en diabetes para quien lo vive como para sus padres.

Durante la cumbre virtual en la que se celebraron los 100 años de la insulina pudimos escuchar diferentes historias de aquellos quienes han formado parte de los programas de Life for a Child Si bien todas las historias que escuchamos ponen en evidencia la gran labor que realiza esta organización junto con clínicas y asociaciones locales compartimos contigo algunas de las que escuchamos durante el evento virtual esperando así ayudarte a aprender lo que pasa con aquellos que viven con diabetes Tipo 1 en otros países alrededor del mundo.

Bandon, una historia de Bolivia

Brandon narró la experiencia de su diagnóstico, cómo sus papás hicieron todo lo posible para curarlo. La familia de Brandon visitó a curanderos y a diferentes médicos tratando de buscar respuestas y especialmente una solución. Como todo padre de familia, pensar la cura es inevitable ya que para nosotros es importante tener sanos a nuestros hijos. Afortunadamente, Brandon y su familia fueron cobijados por Vivir con Diabetes, una organización en Bolivia y a través del grupo juvenil de la misma logró manejar su condición de vida y fue gracias a este grupo que sus padres encontraron apoyo para aprender a vivir con diabetes y pensar en el futuro.

Ahora Brandon quiere ser especialista en ortodoncia y demostrar que la diabetes, en su vida no ha sido un impedimento ni una barrera para alcanzar sus metas. Las personas con diabetes, nos dice Brandon, pueden hacer todo lo que se propongan.

El programa de Life for a Child ha ayudado en el futuro y en la historia de Brandon ya que es a través de este que ha encontrado apoyo y ha recibido insumos entre ellos tiras reactivas e insulinas con las que ha podido mantener un buen manejo de su condición de vida y poder alcanzar sus sueños.

Jeremiah, una historia de Liberia

Jeremiah se conectó desde Liberia para platicar con los asistentes sobre su experiencia de vida con diabetes. Jeremiah fue diagnosticado al terminar la preparatoria justo al cumplir 18 años. Él y su familia visitaron por algún tiempo a médicos y diferentes hospitales para ver qué era lo que sucedía. Se pensaba que Jeremiah tenía algún tipo de virus y no fue sino hasta que encontraron a un médico que logró realizar otras pruebas clínicas que recibió un diagnóstico.

El médico comentó a los padres de Jeremiah que si hubieran llegado un par de horas después no estaría vivo ya que en ese momento su glucosa en sangre era de más de 600mg/dL.

Los padres de Jeremiah no sabían de qué se trataba y fueron enviados a un nuevo hospital donde además del alto costo para admitirlo no podían garantizar que lo harían debido a la saturación del hospital. Esa historia se repitió tres veces más hasta que encontraron a un médico que los atendió en su consultorio donde además le ayudó a aplicar su primera inyección de insulina.

La historia de Jeremiah, tristemente no es poco usual. Y algunos de nosotros hemos visto de cerca, en nuestro trabajo con las organizaciones en nuestros países, que estas historias se dan con más frecuencia de lo que nos gustaría admitir. Estas historias además no conocen de fronteras y es así que hemos recibido relatos desde América Latina hasta África.

Al día de hoy Jeremiah tiene 25 años de edad, es estudiante de enfermería, es uno de los líderes de la comunidad de diabetes en línea #DEDOC y ha decidido convertirse en Educador en Diabetes para ayudar a los pacientes para que no tengan que pasar por lo mismo que él ha pasado ya que, en sus palabras, no conoce muchas personas con diabetes tipo 1 de su edad porque muchos de ellos ya han fallecido por la falta de suministros necesarios para la diabetes.

Necesitamos programas que apoyen a las personas a obtener este acceso. Como Jeremiah relata, ayudar a quien no ha sido ayudado.

Actualmente Life for a Child continúa su trabajo en Liberia y ha proporcionado la información y los insumos que se requieren para el manejo de la diabetes.

Historias de éxito

Emma Klatman nos cuenta que las historias como las de Brandon son pocas ya que se lucha por sobrevivir cuando se vive con diabetes en países como Bolivia.  Ella vive con diabetes y ahora su misión personal es proveer insumos a quienes no tienen un acceso ininterrumpido.

La pobreza y los sistemas de salud ineficientes tienen efecto en la salud y el futuro de estas poblaciones. Life for a Child busca ayudar a estas poblaciones.

Hay muchas historias de este programa por contar. Desde que Life for a Child comenzó en Mali en África con apoyo de Sante Diabete  sólo había 28 personas con diabetes Tipo 1 vivas y ahora hay más de 600. Esta información y estos datos son un claro indicador de que pueden prevenirse las muertes de quienes viven con esta condición si se tiene acceso a medicamentos, servicios de salud de calidad y Educación en Diabetes. Resulta, cada vez más evidente, que el trabajo en equipo nos ayudará, sin duda, a que más personas vivan más allá de la diabetes en particular en lugares del mundo donde no se tiene acceso a estas herramientas tan básicas.

La labor que realiza Life for a Child es única y necesitamos ciertamente del trabajo en equipo de la comunidad de diabetes. Necesitamos sumar esfuerzo, sumar labor y trabajo. Si hoy lees esta nota, compartirla y platicar en tus círculos y redes sobre el trabajo que realiza Life for a Child es un gran inicio. Tenemos aún mucho trabajo por delante.