Life for a Child: Un nombre que expresa misión
La labor que realizan las organizaciones civiles en mi país es enorme. Muchos de nosotros hemos sido beneficiarios de varios de sus programas: campamentos, Educación en Diabetes, y algunos muy afortunados han podido tener acceso de vez en cuando a insumos como tiras reactivas, medidores de glucosa e insulina que aunque forman parte de lo vitalmente necesario para nuestra salud no se provee en nuestro sistema sanitario.
Conocimos el trabajo de Life for a Child probablemente en 2007. En 2006 y ese mismo año meses más tarde fui contratada como Coordinadora de Sitio Web. Al poco tiempo fui como parte del equipo de trabajo a uno de los congresos de esa misma organización en León Guanajuato. Previo al congreso, los miembros directivos de las asociaciones que formaban parte de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C. se daban cita para platicar de sus proyectos y trabajar en la planeación de su siguiente año. En esa ocasión el congreso se vestía de gala y se encontraban en la sala integrantes de la Federación Internacional de Diabetes y de una organización que llevaba el nombre de Life for a Child.
Un nombre que expresa misión
Ningún niño debería morir de diabetes. Ninguna persona debería morir por esta condición ni en mi país ni en ningún otro.
La traducción del nombre expresa muy bien el trabajo que realizan. Vida para un niño. Cuando hablamos de diabetes Tipo 1 en un país como el mío es innegable pensar en miles de personas que pierden la vida por un manejo inadecuado de una condición que tiene diferentes formas de intervención. Donde hay diferentes fármacos y diferentes herramientas que permiten no sólo conservar la vida sino vivir con calidad. En un país como el mío, no siempre hay forma de tener acceso a estos medicamentos o estos insumos tan pero tan necesarios.
María Leví de Alba y el Dr. Martin Silink
La Sra. María Leví de Alba, era presidenta de la Federación Internacional de Diabetes en el año 2000. Ella es mexicana y tuvo muchos años la oportunidad de ver y vivir de cerca la necesidad de tratamientos en tiempo y forma en poblaciones jóvenes en diferentes países. Además, ella vive con diabetes tipo 1 y es quizá una de las pocas personas longevas con diabetes tipo 1 en mi país. Junto con el Dr. Martin Silink se dieron a la tarea de crear el que fuera el programa piloto de Life for a Child. El programa comenzó en las Filipinas, Fiji y Nueva Guinea. Desde entonces la sede de operaciones ha sido Diabetes NSW con el Dr. Graham Ogle al frente.
Actualmente, Life for a Child brinda apoyo en más de 43 países, México entre ellos. Muchas de las organizaciones miembro de la Federación Internacional de Diabetes han sumado su ayuda y además en muchas instancias han logrado recibir apoyo a través de este programa.
Su labor en diferentes países
Life for a Child trabaja con organizaciones y centros de atención en distintos países. En muchos de ellos proporciona insulina, jeringas, medidores de glucosa, materiales educativos, educación en diabetes, lineamientos y guías de tratamiento. En otros países, además realiza investigación, ayuda en la construcción de infraestructuras. Por si no fuera ya mucha la labor que realizan trabajan en crear conciencia sobre esta problemática y la investigación que realizan se usa para que nosotros, las personas con diabetes podamos trabajar en abogacía para ayudar a nuestros pares.
El trabajo que realiza Life for a Child es posible gracias a donativos. La industria juega un papel importante en esta misión y son miembros de la misma quienes aportan insulina y recursos para que la misión de Life for a Child sea Posible.
Los donativos no siempre alcanzan para cubrir la necesidad que hay en todos estos países y es así que de pronto nos verás a algunos miembros de la comunidad de diabetes compartiendo información sobre las diferentes campañas de recaudación como Spare a Rose que en nuestro idioma significa Regala una Rosa. El 14 de febrero Día del Amor y la Amistad en lugar de regalar 12 rosas regala 11 y el costo de una de ellas dónalo a la campana.
Life for a Child actualmente sólo puede brindar ayuda a aquellos con diabetes tipo 1 hasta los 26 años y no podemos olvidar que habrá otras personas de otros rangos de edad que no puedan recibir este apoyo. Sin embargo, no podemos dejar de agradecer la ayuda que se da a nuestros niños y jóvenes.
El poder de la comunidad de diabetes es muy grande. Las historias de este tipo de programas nos hacen no sólo reconocer cuando hemos sido privilegiados en la vida sino reconocer la mucha falta que hace que nos pongamos a trabajar para ayudarnos a todos, en todo el mundo.