Mi relación con la comida ha cambiado para siempre


 2017-12-11

Puedo recordar fácilmente las comidas que encendían la nostalgia dentro de mí, pero hubo un punto de inflexión en mi adolescencia cuando estos recuerdos de comidas cambiaron. En lugar de que la comida fuera llena de sabores y gustos, ahora pienso en los números. A la edad de 7 años me diagnosticaron diabetes tipo 1. Recuerdo que miré mi tazón de cereal Lucky Charms, hipnotizada por los malvaviscos que no podía esperar a separar del resto del cereal. Pero el arco iris de malvavisco y los sombreros de duende se convirtieron en carbohidratos e inyecciones de insulina. Ahora, mis recuerdos de comida son una especie de tarea, una acción que requiere pensamientos y cálculos antes de que pueda ser picante, salado o dulce.

¿Una manzana del tamaño de mi puño? 20 carbohidratos. ¿Una manzana del tamaño del puño de mi padre? 30 carbohidratos. Aunque contar carbohidratos es una tarea tediosa, no se puede ignorar. La salud de una persona con diabetes tipo 1 depende de la estimación de los carbohidratos de sus comidas y nos pone presión para que ese número sea lo más parecido posible al real. Si nos pasamos cinco gramos de carbohidratos, esa unidad extra puede provocarnos un episodio de hipoglucemia. También será un problema si estamos cinco gramos por debajo de la cantidad real, debido a que esta falta de insulina hará que los niveles de glucosa en la sangre aumenten.

Ambos incidentes pueden afectar no solo nuestra salud física causando mareos, confusión, sed, etc., sino también nuestra salud mental. Niveles de glucosa en sangre que se asemejan a una montaña rusa, que suben y bajan y están por todas partes, pueden provocar cambios de humor severos debido al desequilibrio de la insulina en nuestro cuerpo. He ahí la presión de sumar correctamente los carbohidratos de nuestras comidas. Parece que en un instante pasé de ser una niña amante de los cereales y de las esquinas de las tortas a ser una máquina cuenta carbohidratos de veintitantos.

Fui entrenada para contar mis carbohidratos, traducir esos carbohidratos a unidades de insulina y luego proceder a inyectarme esa dosis. Por supuesto, a esta temprana edad mis padres estaban muy involucrados, pero cuando se trataba de esas agotadoras siete horas de escuela primaria, tuve que crecer. Sumar mis unidades de insulina requiere poder sumar 0,7 y 0,4 y llegar a 1,1, esto era matemática de quinto grado pero yo ya era una experta en segundo grado. Para asegurarme de que podía calcular estas dosis de insulina correctamente para prevenir enfermedad por hiperglucemia o hipoglucemia, tenía que estar preparada para cualquier alimento que se cruzara en mi camino. Tenía que saber la cantidad de carbohidratos de una rebanada de pan blanco, una taza de cereal y un cuarto de taza de leche o el peso exacto de un tazón de uvas que equivaldría a 10 carbohidratos. Mi vida ha girado en torno a la comida de una manera diferente a la de un chef o un nutricionista, ahora es mi estilo de vida.

El estilo de vida de ser persona con diabetes tipo 1 me ha dado la oportunidad de ampliar mi conocimiento de nutrición de una manera que coincide positivamente con mi diabetes. Estudiar nutrición es una de las formas en que puedo aprender más acerca de cómo mi cuerpo, con su páncreas inhabilitado y la falta de insulina, puede procesar los alimentos. También me ha enseñado que la comida no debería ser una tarea rutinaria, sino una necesidad para nuestros cuerpos, de modo que podamos correr maratones, escalar montañas o incluso caminar por la cuadra. Es posible contar los carbohidratos y a la vez reconocer los beneficios nutricionales y disfrutar los sabores y aromas deseados en las comidas.

 

ESCRITO POR CIARA CRAY, PUBLICADO 12/11/17, UPDATED 08/11/22

Nació, creció y fue diagnosticada con diabetes tipo 1 en el Área de la Bahía de San Francisco, Ciara es una estudiante de 22 años que estudia para ser una Dietista Registrada. Tenía 7 años cuando se enteró de que se enfrentaría a la diabetes tipo 1 hasta que se encontrara una cura. Desde entonces, no ha dejado que la diabetes tipo 1 se interponga en su carrera, desde practicar deportes tanto en la secundaria como en el bachillerato, para pasar un año en el extranjero y graduarse con una licenciatura de la Universidad en 2017. Ciara cuida a niños pequeños que recientemente han sido diagnosticados con diabetes tipo 1. Al estudiar nutrición, espera abordar la diabetes de forma holística por medio de alimentos nutritivos para lograr la mejor salud posible. Mira el blog de Ciara: Balance and Bolus (equilibrio y bolus).