Pláticas entre el yoga y la diabetes tipo 1. Interpretaciones de una debutante y maestra de yoga
Que si me sube que si me baja
Practicar yoga post diagnóstico de diabetes tipo 1 puede ser intimidante en un principio. Son situaciones que aumentan los temores a los posibles sube y baja del azúcar. ¿Estaré bien? ¿Cómo se comportará mi azúcar? Son solo algunas de las preguntas que pueden rondar por las cabezas de quienes vivimos con tipo 1 y nos sentimos atraídos por el yoga.
Practico yoga desde hace 6 años. Soy maestra de yoga desde hace 3 años y hace 6 meses fui diagnosticada con diabetes tipo 1. Si bien en un principio temí a una posible hipoglucemia al momento de practicar, hoy puedo decir que ser maestra de yoga me ha ayudado a superar estos temores, toda vez que soy quien decide cómo será la práctica del día conforme a cómo me sienta en ese momento y a mi continuo y constante diálogo con mis niveles de glucosa en sangre.
Practico yoga diariamente en la mañana, dos horas después del desayuno. Tanto el horario, como la intensidad de la práctica son indispensables para mantener mis niveles de azúcar estables. Verifico siempre mi nivel de glucosa en sangre antes de comenzar la práctica y al finalizarla. Conforme a cómo estén será la intensidad de la práctica, el tiempo que dure la misma y si meriendo antes y después de la practica, así como lo que decida ingerir.
Mi diagnostico es reciente (19 de febrero de 2018) y he pasado por varios episodios de hipoglucemia -ninguno de ellos durante mi práctica de yoga, afortunadamente. Aunque al presente los episodios de hipoglucemia son mucho menos frecuentes asi como menos dramáticos, aún vivo con el miedo a que puedan ocurrir. Ello me hace sentir tímida al momento de modificar mis unidades de insulina y me siento un poco más cómoda al decidir lo que ingiero y para modificar la intensidad de la práctica de yoga. Debo puntualizar que son tan importante las decisiones sobre la alimentación, la intensidad, duración y frecuencia de la práctica de yoga, como las unidades de insulina que me administro. Bien conozco que debe existir una eterna plática entre todos los personajes anteriormente mencionados.
La plática entre los principales factores que me mantienen estable al momento de practicar yoga
Monitoreo, horario, duración e intensidad de la practica, ¿qué meriendo antes y después de ésta?
Recordemos que todos somos diferentes y que lo descrito en adelante no necesariamente te será útil. Entiéndelo más bien como una invitación a practicar yoga o cualquier otra disciplina física por la que te sientas atraído y como una invitación a que desarrolles tus propias estrategias para mantener tus niveles de glucosa en sangre ¡estables!
Aquí te comparto lo que he aprendido en mis días de debutante.
1. Nivel de glucosa en sangre previo a la práctica – si está mas bajo de lo que estaba antes debo desayunar: esto debe seguir una planeación con el equipo de profesionales al cuidado de tu diabetes. Analicen tus cifras y los posibles alimentos en caso de que el nivel de glucosa en sangre sea más bajo antes de tu práctica. Por supuesto que también hemos acordado descartar la práctica si mis niveles de glucosa en sangre son superiores a 13.9 mmol/L250 mg/dL. Recuerda, esto es por seguridad y debe obedecer a un plan establecido junto con tu médico y otros profesionales de la salud.
2. Alimentos previos a la práctica – En mi caso, mi equipo y yo hemos acordado que puedo consumir alguna fruta. El tamaño de porción lo hemos establecido juntos para evitar una hipoglucemia durante mi sesión de yoga. Si mis niveles de glucosa en sangre son de 4.4 mmol/L80 mg/dL o menores, acordamos que debo esperar a recuperarme tras la ingesta de hidratos de carbono, mientras tanto puedo hacer estiramientos sencillos. Establece con tu equipo e profesionales al cuidado de tu diabetes los límites o rangos de seguridad en tu caso.
3. Intensidad de la práctica – Calentamiento y una vinyasabásica. Suelo mantener las posturas meditativas unas 10 respiraciones. En yoga el tiempo se mide en respiraciones. Si eres nuevo en yoga debes sostener la postura al menos unas 3 respiraciones o lo que entiendas cómodo para ti en ese momento. Poco a poco vas aumentando la cantidad de respiraciones en que sostienes las posturas.
4. Duración de la práctica – Generalmente mis prácticas de yoga duran 1 hora. En algunos casos, si mis niveles de glucosa lo permiten o están un poco más elevados del rango que he establecido como saludable puedo hacer que la sesión dure un poco más y así ayudar a que mis niveles de glucosa en sangre bajen un poco.
5. Meriendas post- práctica– Si mis niveles de glucosa en sangre regresan a lo que considero “adecuados” ingiero alguna nuez y un pedacito de fruta y si está un tanto mas baja pues como un pedazo de fruta más grande o algún alimento que contenga mayor contenido de hidratos de carbono. Procuro siempre consumir frutas naturales, recuerda que los jugos contendrán más hidratos de carbono del que podría necesitar nuestro cuerpo.
Hoy puedo decir que vivir con diabetes me invita a enfocarme aun más en mi practica de yoga, al tiempo que el yoga energiza mis días viviendo con diabetes. El yoga no es una varita mágica, pero se vale de una gran cantidad de técnicas que pueden ayudar a quienes vivimos con diabetes y nos sentimos atraídos por esta disciplina.
Intenta el yoga o cualquier actividad física. ¡Desarrolla tus propios trucos para que tus niveles de glucosa en sangre permanezcan en rangos adecuados y así mantenerte saludable! ¡Anímate!