¡Qué difícil es vivir con algo tan fácil como la diabetes!


 2019-06-05

 

 

Soy Alexis Alatorre y tengo casi 21 años viviendo con diabetes Tipo 1. Soy un chico completamente sano, íntegro y muy feliz.  ¿Por qué? Porque así aprendí a vivir, porque mis padres me enseñaron a ser feliz ante cualquier situación, porque mi diabetes me enseñó que tomando cada momento de la mejor manera podría tener mejores resultados. Me diagnosticaron  con diabetes a los 3 años y aunque quizá te suene extraño, no me encantaría NO haber vivido ese proceso, porque me cambió la vida completamente, me brindó oportunidades únicas, me permitió ver la vida con amor, me ayudó a valorar los esfuerzos de las personas a mi alrededor y a amarme más que nunca.

Olvidarse de una vida normal

Cuando me diagnosticaron lo primero que le dijeron  a mis papás es que se me había acabado la vida, que iba a morir,  que me olvidara de mi vida normal, que mi vida social no iba a ser nunca igual a la de los demás y que iba a sufrir mucho. Evidentemente mis papás se desmoronaron porque un profesional de la salud, alguien que debería estar preparado para intentar salvar la salud de cualquier persona y no hacer mención de que acabaría en las peores condiciones, les estaba dando la noticia de que su hijo iba a morir y no solo eso, sino que iba a sufrir en el proceso. Fueron informados de que se me acababa la vida y que no había opción para mí.  Para mi fortuna, siempre he tenido unos padres invencibles, que jamás se dejan caer y no lo hicieron en ese momento, buscaron una segunda opinión, porque…¿Quién va a querer aceptar que su hijo “va a morir” y no poder hacer nada para evitarlo?

Un segundo diagnóstico

Tuve un segundo diagnóstico, ya en un hospital con más tecnología y por supuesto que con mucha más información sobre el tema y me hospitalizaron. Recuerdo perfecto que ahí recibí a los reyes magos con mis regalos y brindándome mucha esperanza y ¿sabes qué?  también la diabetes me dio eso “esperanza” me dio una segunda oportunidad, me dio la oportunidad de cambiar mis hábitos a futuro y poder vivir saludablemente.

Águila de Nacimiento

Casi al momento de mi alta del Hospital Infantil de México Federico Gómez ingresé a una escuela de fútbol de “las poderosas Águilas del América”, ja, ja si vives en México quizá  a partir de ahora me odies o me quieras más pero en fin, soy águila de nacimiento. Esta fue una oportunidad más que me dio la diabetes, conocer este deporte tan hermoso y poder desarrollarme como futbolista. Jugué por 15 años, en diferentes ligas nacionales y divisiones profesionales y con múltiples equipos. Tuve una anécdota muy peculiar con la que confirmo el título de este escrito. Pude viajar a Brasil, Estados Unidos y muchos estados de la República.

Asistí, en  la mayoría de las ocasiones  sin compañía desde los 10 años. Claro que el médico a cargo del equipo siempre estaba presente, pero yo estuve desde el inicio tomando decisiones solo, contando mis carbohidratos solo, inyectándome solo y aprendiendo otros idiomas y de verdad que no me estoy haciendo la “vistima” ja, ja pero estaba prácticamente solo, con mis papás a kilómetros de distancia. A pesar de que  aprendí a inyectarme solo desde los 6 años yo tenía miedo, porque aún podía cometer errores y después tendría que buscar soluciones pero el problema era que no iba de paseo, sino que también iba a competir y como todos los demás niños y jóvenes tendría que estar al 110% para los entrenamientos, juegos y competiciones.  

Aprendiendo en Acapulco

Viajé a Acapulco durante una semana, representando a la delegación Iztacalco y solo, con 13 años,  en mi etapa adolescente donde creía que era todo poderoso,  y en esa semana baje más de 5 kilos, ¿Por qué? Porque me mantuve los 7 días en cetoacidosis, me desmayé 2 veces y vomité no sé cuántas veces más.

Cómo hice de algo tan fácil como inyectarme, y checarme para estar bien o por lo menos saber que iba mal la situación, a algo tan difícil como empeorar mi salud y poner en riesgo mi vida.

Es difícil si queremos que así sea

A eso me refiero ¿sabes?, vivir con diabetes es muy difícil, solo si nosotros queremos que sea así, solo si queremos que para nuestros hijos, padres, hermanos o conocidos sea así, pero en realidad es fácil si nosotros lo vemos desde otro punto, desde el punto de la buena alimentación. Sé que es fácil pedir una torta de tamal, pero no me digas que es más difícil que asar una pechuga o que es más difícil que poner a hervir una pechuga, desde el punto de la revisión continua con el médico por salud, desde el punto de hacer ejercicio por mí, por verme bien, por mantenerme en forma, por tener habilidades diferentes, por sentir esa hermosa sensación cuando vez que tienes mejores resultados después de un tiempo de hacer actividad física constante, la vida con Diabetes es tan fácil o tan difícil como nosotros la queramos ver, tan fácil o difícil como nosotros nos propongamos verla.

Cuando yo tuve la oportunidad de estudiar para ser Educador en Diabetes  supe que tenía un objetivo más grande en mi vida, ahora podía no solo estar más cerca de cuidar de mí, sino que esta vez podría acércame a más personas con cualquier tipo de Diabetes y orientarlos, asesorarlos e incluso mostrarles en carne propia como es la vida con Diabetes, como puedes tomar una mejor decisión si están en la calle, en el antro, en un restaurante o en un puesto de tacos, porque se puede, siempre se puede tomar una mejor decisión para ti, se trata de hacerlo fácil, de hacerlo con conciencia de que es lo que quieres, ¿Quieres vivir sano por 100 años o vivir los mismo 100 años con dolor, con molestias, con incomodidades, con arrepentimiento? Piénsalo.

Luchando por ti y por mi

Yo lucho por las personas con diabetes Tipo 1 y otros tipos de diabetes, actualmente formo parte de movimientos defensores de derechos de los pacientes con diabetes y  me han capacitado en países Europeos para ser vocero de todos nosotros que día a día vivimos riesgos sanitarios, sociales, alimenticios y muchos más. Tú también puedes hacerlo.

Hoy en día con 23 años tengo una hija de 4 que aprende cada día más sobre mi diabetes, que se interesa en ayudarme, que como relojito me avisa cuando debo ponerme la insulina, cuando debo monitorear mi glucosa; sé que vivir con Diabetes es difícil, pero yo puedo volverlo fácil.

Mucho de este aprendizaje fue gracias a mis padres, pues ellos criaron a un hijo, a alguien independiente que puede valerse por sí solo, tomando las mejores decisiones para sí mismo y no a alguien enfermo que necesita de ellos para salir adelante.

Te contaré más sobre mí en futuras ocasiones pero mientras tanto me gustaría que pensaras en estos 2 consejos:


1.- Si vives con diabetes: Tú tienes la oportunidad de hacer de tu diabetes el reto más difícil en tu vida o la oportunidad más fácil de aprovechar.

2.- Si tu hijo vive con diabetes: Recuerda que no estas criando a un enfermo, sino a un hijo que necesita que le enseñes a vivir de la mejor manera.


Puedes aprender más junto con Alexis en Facebook: Viviendo mi Diabetes e Instagram: Viviendo mi Diabetes. Alexis es embajador del movimiento Por una Sola Voz por la Diabetes Tipo 1.

ESCRITO POR Alexis Alatorre, PUBLICADO 06/05/19, UPDATED 01/24/23

Alexis vive con diabetes Tipo 1 desde los 3 años. El es Educador en Diabetes y vocero para diferentes movimientos sociales. Es papá de una niña de 4 años. Puedes encontrarlo y leer más sobre él en Facebook: Viviendo mi Diabetes e Instagram: Viviendo mi Diabetes. Alexis es embajador del movimiento Por una Sola Voz por la Diabetes Tipo 1.