Re-infección por COVID y Vacunación. Una Experiencia.
Nota del editor: Tenemos un objetivo simple: aprovechar el poder de la comunidad de diabetes en el mundo para salvar vidas. Lee más información sobre lo que puedes hacer como persona con diabetes para mantenerte a ti mismo y a los demás a salvo de COVID-19 hasta que todos estemos a salvo.
¿Qué puede pasar si vives con diabetes y te contagias de COVID-19?, Si ya tuve COVID, ¿puedo llegar a contagiarme otra vez? ¿Vacunas? Si vivo con diabetes ¿qué efectos y qué beneficios tendría si me aplicara la vacuna? Estas son solo algunas de las muchas preguntas que hemos recibido y que la mayoría de nosotros tenemos.
Aunque sabemos que cada cuerpo reacciona diferente y no podemos generalizar, creemos que las experiencias de alguien que forma parte de nuestra comunidad nos puede ayudar a darnos una idea y estar preparados. En esta ocasión la doctora Leticia Esparza, oncóloga pediatra quien vive con diabetes Tipo 1, nos comparte su experiencia con Covid-19, su contagio por segunda vez y además nos platica sobre la vacunación.
Un año complicado
Hemos pasado un año complicado, un año en el cual hemos estado la mayor parte del tiempo confinados en casa, usando mascarillas y tomando precauciones a las que quizás anteriormente no le tomábamos tanta importancia; todo esto con el fin de evitar contagiarnos por un virus que ha puesto de cabeza al mundo entero. Me refiero a Covid-19.
Por suerte para todos, la ciencia e investigadores han trabajado sin descanso y han creado vacunas que para mí son faros de esperanza a la enorme tragedia de esta pandemia.
Mi contagio y mi hospitalización
En el mes de julio de 2020 contraje la infección por COVID-19. No puedo negar que tuve mucho miedo, pues al tener diabetes Tipo 1 temía que la infección se complicara. Estuve 8 días en el hospital por complicaciones secundarias a un neumotórax y mi glucosa hecha un desastre. Después de ese tiempo finalmente me autorizaron regresar a casa para continuar con mi recuperación (puedes leer un poco más sobre la historia de Leticia, su experiencia con el COVID-19 y su recuperación, haciendo click aquí).
Posterior a ello pude volver a mi trabajo lo cual me hizo muy feliz. Sin embargo, el riesgo de re-infectarme existía por el hecho de ser personal de salud, asistir a hospitales y estar en contacto con pacientes infectados por Covid-19.
Mi turno de vacunación
El día 13 de enero recibí una noticia que me hizo emocionarme muchísimo: ¡seríamos vacunados en nuestro hospital!. Y así fue, recibí la primera dosis de la vacuna anti Covid siendo la Pfizer la que tocó en México para el personal de salud.
Como antes lo hacía decidí observar mi glucosa para conocer el efecto que podría tener en mi la vacuna. Lo que pude percibir es que previo a recibir la vacuna, mi glucosa se mantenía estable 7.1 mmol/L128 mg/dL, a los 30 minutos, que es el tiempo de vigilancia que se recomienda tener después de la aplicación de la vacuna para cuidar la presencia de algún efecto adverso inmediato, mi glucosa había subido a 8.5 mmol/L153 mg/dL y a la hora posterior a la administración de la vacuna mi glucosa ya había bajado de nuevo a 6.6 mmol/L118 mg/dL. El único efecto adverso que presenté fue solo un leve dolor en el sitio de aplicación que duró sólo algunas horas.
A los 10 días después de haber recibido la vacuna tuve que realizar un viaje al estado de Texas en EUA. Lo hice siempre con el temor de poder contagiarme, ya que sabia que era una posibilidad aun teniendo la primer dosis de inmunización y de continuar dentro de lo posible con las medidas de protección que ya conocemos: lavado de manos continuo, alcohol en gel y el uso de cubre bocas.
Cuidarme y cuidar a otros
Y fue a mi regreso de Texas que me realice una prueba de PCR para Covid-19. La decisión de realizarla fue debido a que sentía un resfriado muy leve, solo con un síntoma de escurrimiento nasal y, ante el antecedente de haber viajado al extranjero, consideré que era necesario para cuidarme y cuidar a quienes estuvieran cerca de mi. Para mi sorpresa, nuevamente estaba positiva.
Desde ese momento inicié mi aislamiento y me mantuve muy pendiente de mi monitorización continua de glucosa. Sin embargo, en esta ocasión fue diferente y creo que, de no haber sido por la primera dosis de vacuna quizá hubiera sido distinto. Considero que gracias a mi primera inmunización con la vacuna este segundo contagio lo cursé prácticamente asintomática.
Mi glucosa y mi segunda vacuna
Hace un par de días recibí mi segunda dosis de la vacuna y las reacciones que percibí fueron muy similares a la primera, un leve dolor en el sitio de aplicación. Mi glucosa se comportó de manera similar también con la segunda dosis: inició en 5.4 mmol/L98 mg/dL, a los 30 min de terminar la vigilancia se elevó a 8.7 mmol/L157 mg/dL y a la hora posterior bajó a 6.7 mmol/L121 mg/dL sin necesidad de aplicar ningún bolo de insulina de corrección.
Continuar con las recomendaciones
Creo que, con base en las recomendaciones del personal e instituciones de salud, así como por experiencia propia, que a pesar de haber tenido ya la infección por Covid-19 y haber estado inmunizada con la primera dosis, debemos seguir cuidándonos y no bajar la guardia.
Continuar con medidas de protección como distanciamiento social, uso de mascarilla y lavado de manos, ya que este virus no deja de sorprendernos.