Resequedad en la Piel, ¿Síntoma de Glucosa Elevada?
El cuidado de la diabetes debe ser integral, es decir, debemos trabajar en nuestro cuidado para alcanzar nuestros objetivos glucémicos pensando en la salud de todo nuestro cuerpo.
Los niveles elevados de glucosa en sangre pueden generar diferentes condiciones y afectar muchas partes de nuestro cuerpo, incluyendo la piel. Por eso es que tu equipo de profesionales al cuidado de la salud hará tanto énfasis en trabajar junto contigo en todos los pilares de tu tratamiento que podrán precisamente ayudarte a manejar tu glucosa de mejor forma.
Afortunadamente, muchas de las afecciones que los niveles elevados de glucosa en sangre pudieran generar en la piel pueden tratarse fácilmente si se detectan a tiempo.
Piel seca
Las personas mayores se encuentran con este problema con frecuencia. La piel seca puede encontrarse en partes especiales del cuerpo por ejemplo en las piernas, las manos o incluso la cara.
La hiperglucemia es una de las causas principales para la resequedad en la piel. Cuando hablamos de hiperglucemia nos referimos a niveles elevados de glucosa en sangre (azúcar alta). De acuerdo a la Asociación Americana de Diabetes y otras asociaciones especialistas, las cifras de glucosa óptimas deberían ser entre 3.9 mmol/L70 mg/dL y 7.8 mmol/L140 mg/dL antes de los alimentos y no superiores a 10.0 mmol/L180 mg/dL después de los mismos como pauta general.
Algunas personas persiguen otros objetivos glucémicos pero esto dependerá de muchas variables y factores que tendrás que platicar con tu médico. Entre los síntomas principales de hiperglucemia encontramos muchas ganas de orinar y mucha sed. El cuerpo tiende a deshidratarse en el intento de expulsar los excedentes de glucosa a través de la orina. Esto como te imaginarás causará resequedad.
Comezón
Cuando los niveles de glucosa en sangre se encuentran elevados puede presentarse mucha comezón. Ésta también puede ser ocasionada por piel seca o por problemas en la circulación.
La comezón puede ser un síntoma de piel seca. Además de estar irritada, la piel puede empeorar si uno se rasca. Al rascarse podemos aumentar el riesgo de una infección o de desarrollar úlceras.
Como te hemos repetido a lo largo del texto, el manejo glucémico nos ayudará a evitar y a tratar problemas en la piel.
Hay que tener especial precaución e intentar no rascarse sobre todo al bañarse. La recomendación más común es aplicar crema lubricante después del baño y utilizar jabón neutro.
Cuidados generales
En realidad hay varias cosas que puedes hacer para mantener tu piel saludable. A continuación te presentamos algunos consejos que pueden ayudarte:
- Mantén tus niveles de glucosa en sangre lo más cercanos posible a los objetivos que tu médico ha establecido.
- Cuando los niveles de glucosa en sangre se encuentran elevados, la piel se reseca y tiene mayor dificultad en defenderse de bacterias.
- Mantén tu piel limpia e hidratada.
- Protege tu piel. Utiliza guantes al tratar con limpiadores, detergentes y sustancias abrasivas (revisa bien las etiquetas de los productos de limpieza que utilices).
- Evita baños muy calientes. Si tienes problemas de resequedad evita los baños de burbujas. No utilices cremas o lociones entre los dedos de los pies. Recuerda que la humedad excesiva puede aumentar el riesgo de la aparición de hongos.
- Comunícate con tu médico si notas alguna cortada o herida. Lava bien la zona con jabón. Recuerda no automedicarte. Tu médico es quien decidirá junto contigo el mejor tratamiento.