Salud sexual y salud emocional: deseo y satisfacción
La actividad íntima es claramente beneficiosa para la salud emocional y física ya que está asociada con una mayor liberación de oxitocina, la quema de calorías, una mejor inmunidad y mejoras en el sueño.
¿La diabetes puede disminuir el deseo sexual?
Las cinco fases del ciclo sexual son deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución.
Para que se inicie la respuesta sexual, debe existir un deseo inicial que desencadene el resto de fases. Aunque se pueden mantener relaciones sin que surja ese deseo inicial, la falta de deseo afectará negativamente a posteriores encuentros.
Entonces, ¿puede la falta de deseo sexual estar causada por la diabetes? La respuesta es “si” ya que al igual que las hiperglucemias sostenidas afectan la vista o los riñones, entre otros órganos, también pueden afectar la salud sexual.
Falta de deseo y respuesta sexual
La falta de deseo y respuesta sexual puede incluir:
- no poder excitarse o mantenerse excitada
- no tener suficiente lubricación vaginal
- tener poca o nada sensación en los genitales
- no poder tener un orgasmo o rara vez tener uno
Las posibles causas de esta falta de deseo incluyen:
- Lubricación insuficiente: al disminuir la lubricación vaginal, aumenta la irritación durante las relaciones. Esto produce dolor y puede producir rechazo a mantener relaciones sexuales
- Dificultad para alcanzar el orgasmo
- Alteraciones de la sensibilidad a nivel vaginal: como resultado de neuropatía que a su vez ocasiona pérdida de interés en mantener relaciones
- Infecciones: la hiperglucemia puede resultar en mayor número y mayor frecuencia de infecciones vaginales. Estas infecciones suelen ir acompañadas de un olor desagradable, lo que provoca la sensación de falta de limpieza, incomodad y puede resultar en un rechazo de las relaciones sexuales
- Hipoglucemia: a algunas mujeres les preocupa sufrir una hipoglucemia a la hora de mantener relaciones sexuales y, en consecuencia, evitan las relaciones. Otras mujeres toman hidratos sencillos de rápida absorción antes de mantener relaciones, y entran en hiperglucemia.
Abordar los problemas emocionales
El primer paso para conseguir una relación sexual saludable es la comunicación con la pareja, expresar sentimientos y necesidades, promover la cercanía en el plano emocional, lo que ayudará posteriormente en la relación física.
La terapia o apoyo psicológico, ya sea individual o de pareja, puede ser útil cuando se observan cambios en la función o el deseo sexual. Estos cambios también son comunes a medida que las personas envejecen o se adaptan a los problemas de salud.
Cuando se tiene pareja, él o ella también puede ser un miembro importante del equipo de atención médica, compartiendo inquietudes y acompañando al consultorio del médico.
Estilo de vida
Para mejorar la salud sexual se recomienda también buscar maneras de sentirse cómoda en el propio cuerpo y mejorar la autoestima, apoyándose en la práctica de algunos hábitos de vida saludables:
- Evitar el alcohol en exceso: beber demasiado disminuye la respuesta sexual
- Evitar el tabaco: el tabaquismo restringe el flujo sanguíneo en todo el cuerpo, incluidos los órganos sexuales, lo que significa que puede sentirse una disminución de la excitación sexual y la respuesta orgásmica
- Hacer actividad física: el ejercicio aeróbico regular aumenta la resistencia, mejora la imagen física y levanta el ánimo, y esto puede hacer que una se sienta más romántica con mayor frecuencia
- Hacerse tiempo para el ocio y la relajación: aprender maneras de disminuir el estrés y permitirse estar relajado puede mejorar la capacidad para centrarse y disfrutar de las propias experiencias sexuales
La disfunción sexual es el principal predictor de depresión en mujeres. Tu salud emocional es importante. Estos recursos pueden ayudarte y no olvides acudir a tu profesional de confianza para recibir asesoramiento adecuado.
