PHOTOS BY Jamie Troughton, DSCRIBE Media

Sin límites – Ben Cross, salvavidas de oleaje con diabetes Tipo 1


 2018-08-02

Nota del editor: Este artículo fue publicado originalmente en Diabetes Wellness por nuestros amigos de Diabetes NZ. ¡Beyond Type 1 se enorgullece de compartir historias de Nueva Zelanda como parte del Kiwi Takeover (el relevo kiwi)!


Los jóvenes en toda Nueva Zelanda están empujando los límites, haciendo lo que aman y evitando que la diabetes los frene. Aquí, Caroline Wood habla con el salvavidas de oleaje Ben Cross acerca de su experiencia con la diabetes Tipo 1.

Ben Cross vive para el océano, ya que creció junto al mar en Hawke’s Bay. Es salvavidas voluntario en su playa local y ha competido en competiciones de salvamento de oleaje desde que tenía 11 años, ganando medallas a nivel nacional e internacional. El constructor y carpintero calificó como salvavidas de oleaje a los 14 años. Tres años más tarde, le diagnosticaron diabetes Tipo 1, pero eso no le ha impedido hacer lo que ama, lo que incluye competir en el mundo altamente físico del salvamento de oleaje competitivo.

Ben, de 28 años, viaja por todo el país en verano participando en competiciones de salvamento de oleaje. Cuando no está compitiendo, lo encontrarás en el agua la mayoría de los fines de semana ayudando a mantener a la gente segura en su casa de Waimarama Beach.

“Ben es una inspiración maravillosa de una manera silenciosa”, dice su especialista en diabetes, la Dra. Janet Titchener, de GPSI Diabetes, en Hawke’s Bay. “He estado ayudando a Ben a controlar su diabetes durante varios años y lo que siempre me ha impresionado es lo poco que parece haber permitido que la diabetes interfiera con su vida. “Incluso hasta el día de hoy, no me imagino que ninguno de sus compañeros de equipo de salvamento de oleaje tenga idea de lo grande que fue el diagnóstico que recibió Ben cuando tenía 17 años, y claramente tener diabetes no ha sido perjudicial para la capacidad de Ben de desempeñarse”. Ben compite por el Waimarama Surf Lifesaving Club en dos disciplinas: la carrera de piragüismo de oleaje de cuatro personas, donde un equipo de cuatro personas se dirige a través del oleaje a una boya y viceversa. Y los IRB de carreras, cuando él y su compañero de equipo Michael Harman comienzan en la playa, corren a agarrar un IRB (bote de rescate inflable, por sus siglas en inglés), lo llevan al agua, se apresuran más allá del oleaje para recoger a un paciente y traerlo de vuelta.

Ha viajado a dos campeonatos mundiales de salvamento de oleaje, representando a su club en eventos de IRB. Ganó una medalla de plata en Egipto en 2010 por el evento de rescate de tubos y obtuvo la de plata en Adelaide en 2012, en el evento de rescate individual.

Ben también compite en Nueva Zelanda y recientemente ganó medallas en los nacionales de 2017. Ben dice que espera ir a Adelaida el próximo año para el campeonato mundial.

Cuando hablo con Ben, él habla en voz baja y es modesto acerca de sus logros.

Explica cómo llegó a ser diagnosticado cuando era un adolescente después de notar que tenía la boca muy seca, tenía sed e iba al baño todo el tiempo. Estaba de gira jugando al rugby en ese momento. Un par de días más tarde vio a su médico de cabecera, que le ordenó análisis de sangre.

Ben dice que el médico de cabecera no mencionó la diabetes, y nadie más en la familia la tiene, así que todos se sorprendieron cuando, unas horas más tarde, Ben recibió una llamada y le dijeron que tenía que ir al hospital de inmediato.

“Realmente no lo acepté por un tiempo”, dice Ben. “Al principio me resultó difícil, tardé un tiempo en comprenderlo bien.

“Mi control anda un poco de arriba y abajo, pero he tenido mucha ayuda de Janet [Dra. Titchener] sobre cómo ajustar [la insulina] para mi deporte, que implica períodos de ejercicio cortos pero intensos”.

Ben no tiene una bomba de insulina, dice que es muy difícil usar una con un traje de neopreno y mientras está en el agua.

A Ben le encantan los deportes de competición, el surfing y está a punto de comenzar a entrenar en resistencia para la carrera de Waka. En el invierno entrena para el salvamento en oleaje y juega netball.

“El deporte es una gran parte de mi vida. Si no pudiera hacer eso, sería difícil. Tener a otras personas que me apoyan realmente me ayudó, especialmente mi mamá, mi papá y Janet”.

Cuando se le pidió su consejo para otros jóvenes diagnosticados en su adolescencia, él dice: “Definitivamente fue bastante difícil al principio, pero no tienes que cambiar demasiado. Todavía puedes hacer lo que amas, solo necesitas estar al tanto y ser un poco más cuidadoso”.