Sobreviví una sobredosis de insulina


 2017-05-01

Advertencia de tema sensible: tiene contenido relacionado con autolesión y síndrome de burnout por la diabetes.


Actualmente tengo 33 años, habiendo sido diagnosticado justo antes de cumplir 4 años. No entiendo lo que es tener una “vida normal”. Cada vez que me preguntan qué haría si la diabetes se curara, no encuentro respuesta.

Mientras fui creciendo, hacía cosas “normales”. Practicaba deportes, incluso fui un jugador principiante de fútbol en la universidad. Conducía vehículos rápidos, me invitaban a fiestas, tuve buenos amigos. Lo que hacía falta estaba todo en mi mente. Lo que me llevó a un camino oscuro.

Este camino me consumió y me llevó a la depresión. En los primeros años de mis veintes, todo lo que podía imaginar era cuánto dinero ahorraría si no tuviera diabetes, cómo podría mantener a una novia sin que ella sintiera miedo de mi enfermedad. Cómo podría viajar sin preocuparme. Estos pensamientos empeoraron mi depresión.

A la mitad de mis 20 años, descubrí que iba a ser papá. La alegría y emoción que debieron haber llegado con esto estaban rápidamente ensombrecidos con los “qué tal si”: ¿qué tal si no logro verlo graduarse de la escuela? ¿Qué tal si no puedo estar ahí para él porque la diabetes me llevó muy temprano? ¿Qué tal si cuando él más me necesite yo tenga niveles bajos de azúcar en la sangre y esté incoherente?

Con estas preguntas amenazando, llegué al punto de no tener esperanza, de no ver la luz al final del túnel. Era mejor dejar la Tierra en ese momento antes de que él realmente me necesitara más adelante. Créeme, sé que suena egoísta. Lo es. Cuando estás abrumado con pensamientos de una enfermedad que dura toda la vida, la depresión que llega con ella toma posesión de todo.

Decidí que la forma más fácil de salir de esto, sin que nadie supiera mi decisión, era tomar demasiada insulina. Medí mi dosis y la inyecté. Sin saberlo, había mejores cosas esperando por mí. Cosas que sobrepasaban mi decisión egoísta. En lugar de que mi insulina trabajara de 20 a 30 minutos como era usual, tomó casi tres horas para que el nivel de azúcar en mi sangre se desplomara. En este momento, yo ya estaba en el trabajo.

Sentado ahí cayendo, pero sin poder hablar, pude ver mi vida, no en imágenes, sino en pensamientos. Con miedo y sabiendo lo que había hecho, enfrenté mi mortalidad. Por suerte para mí, mi jefe y amigo reconoció lo que estaba sucediendo. Fue ahí cuando todo se oscureció. Desperté en una ambulancia con paramédicos a mi alrededor.

Después de esta mala experiencia, me senté con mi compañero de habitación. Caminamos alrededor de nuestro vecindario mientras le contaba lo que había sucedido y la razón. Él era uno de mis mejores amigos y se sintió traicionado con mi sobredosis de insulina. Pero me vio a los ojos y me dijo que me quería como a su hermano y que, juntos, lo superaríamos.

Imagínate, todo esto sucedía antes de que las personas con diabetes se reunieran en medios sociales. Antes de esto, tenías amigos por correspondencia de campamentos o, tal vez, alguien que conocías en una sala de espera con quien platicarías. Nada como ahora. Si estás en ese lugar, por favor, no te sientas avergonzado. ¡Yo logré superar ese momento oscuro!

Años después del momento más oscuro de mi vida, me siento feliz y he encontrado alegría. Aunque no fue de la noche a la mañana; me tomó tiempo. Conocí a mi esposa, quien se interesó por aprender sobre la diabetes y quien estuvo conmigo mientras lográbamos controlar mis niveles de azúcar en la sangre. Me ayudó a bajar mi A1c de más de 12 a menos de 8. Juntos, tenemos cuatro hermosos hijos. Inicié un grupo llamado The Betes Bros, con un gran amigo mío. Lo más importante, soy capaz de compartir mi historia para ofrecer una percepción y esperanza a aquellos que están sufriendo.

Si te encuentras en un lugar oscuro, usa las vastas redes que existen. Utiliza Twitter o Instagram. Simplemente escribe #Diabetes y verás cuántos de nosotros existimos. Seguramente estás leyendo esto en tu teléfono, así que ¡ve y descarga la aplicación de Beyond Type 1! Hay muchos amigos en el mundo que te pueden mostrar que hay un futuro. No permitas que un momento oscuro robe la luz de los buenos días que quedan por delante.