¿Tendrás un invitado con diabetes Tipo 1 para estas fiestas?
Nota del editor: En 2020, sabemos que las fiestas serán diferentes. Si necesitas ayuda para navegar por las fiestas con diabetes visita CoronavirusDiabetes.org para leer los lineamientos generales.
¡Yupi! ¿Te has encontrado diciendo: “Voy a organizar una fiesta y mi compañero, mi cuñado, mi prima, mi sobrina, mi sobrino, mi abuelo, mi hijo mayor, mi tía, un amigo va a venir y tiene diabetes Tipo 1? ¿Qué puedo hacer para ser un excelente anfitrión?
Todos sabemos que tienes buenas intenciones con tus preguntas, consejos o interés sobre el tema, pero ningún invitado quiere ser el aguafiestas, el problemático o el tema candente de la conversación solo porque tiene diabetes Tipo 1. Hay formas de acomodar a tus invitados de forma que les permita cuidarse mejor sin sentirse como una carga.
Estas son maneras de hacer que todo sea más fácil y un poco más genial:
1 – No esperes que todo salga de lo mejor
Ningún día es un “día libre”. La diabetes Tipo 1 es un trabajo de tiempo completo 24/7, y un día festivo es como cualquier otro día para una enfermedad crónica. No hay manera de hacer que un día sea fantástico solo porque es un día festivo nacional.
2 – Sé flexible
La diabetes Tipo 1 lo afecta todo, desde comer hasta hacer ejercicio, y los planes ajustados pueden hacer que las cosas se pongan tensas. El azúcar en la sangre fluctúa, y los planes de tu invitado podrían tener que cambiar.
3 – Aboga por el autocuidado
Deja que tu invitado se cuide a sí mismo como lo necesite. Si tu invitado necesita ir a un paseo rápido o sentarse y tomar un poco de jugo, deja que lo haga. Tus sentimientos personales al respecto, no importan. La forma en que esperabas que transcurriera el día, o tu deseo de participar en una actividad diferente a un ritmo diferente es menos importante que la salud de tu invitado. Dale la libertad de que tome las mejores decisiones para ellos mismo. Puedes preguntarle si puedes unírtele en esa actividad, pero no le sugieras que lo haga de manera diferente. La persona sabe bien lo que es mejor para ella.
4 – No le des consejos que no te haya solicitado
Decir “Eso tiene demasiada azúcar” o “¿Puedes comer eso?” en realidad puede sentirse como algo ofensivo. Tu invitado sabe cuándo y qué puede y debe comer mucho mejor que tú, y cuestionarlo implica que no lo sabe hacer.
5 – No le sugieras opciones de comida
Ofrecerle comida específica a tu invitado o cuestionar sus opciones de comida puede crear una tensión incómoda. Si vas a servir una comida o un postre, deja que cada uno se sirva su propio plato y no cuestiones por qué tu invitado eligió algo o no comió algo. Abstenerte de hacer preguntas o de ofrecer, le permite a tu invitado tomar decisiones sin prejuicios sobre su cuerpo y su salud.
6 – No hables constantemente de su nivel de azúcar en la sangre
A menos que tu invitado lo comparta, su azúcar en la sangre no es para tu información, incluso si se trata de un familiar cercano.
7 – Evita el lenguaje crítico
Si tu invitado saca a relucir su azúcar, evita referirte a ella como “buena” o “mala”. Los niveles de azúcar en la sangre no son intrínsecamente malos o buenos, y etiquetarlo de esa manera puede hacer que tu invitado sienta que está haciendo un mal trabajo cuidándose a sí mismo. Los niveles de azúcar en la sangre son bajos y altos.
8 – Olvida los platos sin azúcar
Muchas veces, los platos sin azúcar son bien intencionados, pero tienden a tener la misma cantidad de carbohidratos y tienen un sabor menos impresionante. Hay una gran cantidad de alimentos intrínsecamente bajos en carbohidratos que todos pueden disfrutar que no enajenarán a tu invitado con la etiqueta “sin azúcar”. Las verduras verdes, las verduras crucíferas, las carnes y los quesos son alimentos buenos y bajos en carbohidratos para servirlos en cualquier fiesta. Son saludables para todos, y le permitirán a tus invitados disfrutar de cosas deliciosas sin importar su nivel de azúcar en la sangre.
¿Lo principal que se puede aprender de esto? Trata a tu invitado como a cualquier otro invitado, con compasión y sin expectativas. No hables de la diabetes Tipo 1 a menos que te la mencione, y deja que esa persona tome las riendas si necesita alejarse para cuidarse a sí misma. ¡Harás que la reunión sea mucho más fácil para todos!
Lee la Guía para amigos y familiares para la diabetes Tipo 1.