Thomy, diversión y tatuajes temporales en una inyección


 2017-12-13

Como papás de niños pequeños con diabetes tipo 1 sabemos que una de las tareas más complejas es la inyección de insulina. Sabemos bien que las jeringas y agujas que se utilizan hoy en día son pequeñas y delgadas pero esto no evita que sea una tarea complicada para niños y por supuesto para sus padres.

El mundo de la diabetes avanza rápidamente y con ello aparecen nuevas tecnologías para el manejo de nuestra condición. Desafortunadamente, pareciera que lo médico y lo estético no siempre pueden ir de la mano y no encontramos dispositivos llamativos o lo suficientemente atractivos para los pequeños.

En esa búsqueda de herramientas que nos ayuden en los procesos educativos de los niños con diabetes tipo 1  y a facilitar su vida con esta condición nos encontramos con Renata Souza.

Renata además es prima de la mamá de Thomas quien fue diagnosticado con diabetes tipo 1 a los 5 años de edad. Thomas y su familia son personas que buscan la forma de empaparse de conocimientos y convertirse pronto expertos en el manejo de una condición realmente compleja.

Así fue que Renata creó Thomy. Thomy es un kit de insulina. Este es un diseño mexicano que tiene la finalidad de ayudar a los pequeños a la hora de la aplicación de insulina. Thomy trae consigo estampitas tipo tatuajes temporales con diseños planetarios y otros (realmente adecuados para niños) para que los pequeños puedan adherirlas a su cuerpo y recordar los sitios de aplicación de insulina (trabajando así en la rotación de sitios y protegiendo su piel de posibles lesiones).

Cada tatuaje temporal tiene un diseño distinto, por supuesto pensado para ser muy atractivo para los pequeños. Este diseño tiene marcas de color rojo para que al desinfectar la zona (como seguimiento a la preparación antes de la inyección) la marca se despinte. Después de varias inyecciones de insulina, cada una en una marca roja que ha sido borrada con la toallita de alcohol, habrá que colocar un nuevo tatuaje temporal en otra parte del cuerpo (otro brazo, espalda baja, piernas, etc).

También hay que señalar que Thomy tiene su propia inyectadora y que esta fue creada tomando en cuenta las dimensiones de las manos de los pequeños y disfrazando la horrenda jeringa con un traje de colores llamativos. El estuche donde se lleva es de un material resistente, pensado en la manipulación por parte de los niños y en que no fuera a dañarse al ser transportada por ejemplo, en una mochila escolar o en la bolsa de mamá (que va llena de muchas otras cosas para el cuidado de los pequeños).

Beyond Type 1 pudo platicar con Renata y esto fue lo que nos contó.

BT1: Renata, cuéntanos sobre ti… ¿a qué te dedicas y por qué optaste por dedicarte al diseño industrial?

Tengo 24 años y soy diseñadora industrial y gráfica. Recientemente me gradué en (Mayo 2017) de la Universidad Parsons School of Design en Nueva York. Ahorita me estoy dedicando de tiempo completo a Thomy el cual fue mi proyecto de tesis; estoy haciendo todo lo posible por sacarlo al mercado.

¿Porque escogí dedicarme al diseño? Desde chiquita me encantaba hacer manualidades y dibujar; con el tiempo fui apreciando cada vez más el arte y el diseño y alrededor de los 15 años decidí que quería estudiar diseño gráfico. No fue hasta el segundo año de mi universidad que me di cuenta que mi verdadera pasión era diseñar objetos tridimensionales y por eso acabe en diseño industrial.

 BT1: ¿Cuál fue tu motivación para desarrollar este diseño?

Hace alrededor de un ano diagnosticaron al hijo de mi prima (Thomas) que tenía 5 años con diabetes tipo 1. En ese entonces yo estaba en la universidad y me pidieron diseñar un juguete para niños, viendo la situación en la que se encontraba Thomás, decidí que quería diseñar algo para niños con DT1. De un día al otro Thomas tenía que empezar a inyectarse alrededor de 3 veces al día, sumar y restar para controlar su glucosa y como si esto no fuera suficiente dejar de comer muchas cosas que le gustaban.

Hasta cierto punto su condición lo estaba forzando a crecer y madurar; por esta razón quería encontrar algo divertido que al mismo tiempo ayudara a él y a su familia a manejar su condición.

De inmediato me comuniqué con mi prima para que me contara todas las dificultades con las que se estaban enfrentando y qué cambiarían si pudieran. De ahí poco a poco fui descubriendo oportunidades de diseño con los problemas que mi prima, su esposo y Thomas identificaban. Primero surgieron los tatuajes y de ahí se fue desarrollando todo hasta acabar con un kit de insulina. ¡Nunca me hubiera podido imaginar en que iba acabar este proyecto.

Quería encontrar una manera de hacer la vida de un niño con diabetes más divertida y sencilla; facilitarles a los niños con diabetes el manejo de su condición por medio de una especie de juego para que poco a poco se vayan independizando de sus padres ya que la diabetes es una condición crónica y que no desaparece.

Mi meta era crear un producto que fuera el balance perfecto entre una herramienta médica y un juguete.

BT1: ¿Cuál fue la impresión de Thomas con este diseño y que dejó esto en ti como diseñadora?

En las primeras etapas de investigación y sketching siempre le marcaba a mi prima ya fuera por teléfono o por facetime para que me explicara o enseñara los diferentes productos para personas con diabetes que tenía Thomas.

Conforme se fue desarrollando el proyecto siempre al primero que le preguntaba era a Thomás. Me acuerdo que tenía una duda de qué tamaño poner el nombre del producto en el estuche y le mandé las opciones a mi prima para que se las enseñara a Thomás y me regresó la respuesta junto con una foto de Thomas sonriendo. Hubo varias veces que mandé prototipos a México y no pude ver la reacción en persona pero a través de las fotos que me llegaban sentí una felicidad increíble de poder estar ahí.

Después de presentar mi tesis tuve la oportunidad de visitar México y filmar un video con Thomas para un concurso. Aquí fue la primera vez que él y su familia vieron el producto terminado en vivo.

Me encantó ver la emoción que Thomas tenía de probar y usar todo, su sonrisa cuando veía que cambiaba de color la tapita de la pluma, la felicidad de poder escoger de varios tatuajes y en general su actitud hacia mi producto fue increíble. No solo esto pero el ver que su hermano chico Agus el cual no tiene diabetes, quería tanto un tatuaje que moría por participar. Ahí es cuando supe que había logrado mi meta. Logre hacer la gestión de diabetes para Thomas más divertida.

Esto como diseñadora nada más logro motivarme más y confirmar que mi pasión es diseñar. Me encanta poder beneficiar a la sociedad de una manera u otra a través de mis diseños.

BT1: Este es un diseño que comprendemos no está a la venta ¿estás considerando esta posibilidad para otros niños?

Definitivamente esta es mi tirada. Me encantaría poder ver este producto en el mercado en algunos años, de verdad nada me podría dar más felicidad que más niños pudiesen gozar de este producto; facilitándoles el manejo de su condición y brindándoles un sentimiento de felicidad y autonomía  día con día.

La patente de Thomy aún está en trámite pero esperamos que pronto este proyecto pueda comercializarse y alcanzar las manos de muchos pequeños con diabetes tipo 1.


Si quieres conocer más sobre Renata y su proyecto puedes visitar

http://www.renatasouzaluque.com/

Agradecemos su tiempo y por supuesto el gran trabajo que realiza junto con la familia de Thomas.

 

ESCRITO POR MARIANA GÓMEZ HOYOS, PUBLICADO 12/13/17, UPDATED 01/24/23

Mariana fue diagnosticada con diabetes Tipo 1 en el verano de 1985. Ella es psicóloga, Educadora en Diabetes y actualmente cursa la Licenciatura en Nutrición Aplicada. En 2008, Mariana comenzó un blog donde comparte su experiencia de vida con otros. Ella es una vocero por la diabetes Tipo 1 en América Latina. Mariana trabajó con la Federación Mexicana de Diabetes hasta 2012 y hoy en día es Gerente de Proyectos en Beyond Type 1. Vive en la Ciudad de México.