Tonto es quien hace cosas tontas: Las cosas que la familia dice sobre la diabetes


 2016-08-01

Cuando digo familia, me refiero a los parientes y amigos que encuentras con alguna  frecuencia aunque sea solamente 3 o 4 veces al año. Esas personas con las que tienes contacto y a este día todavía no “entienden” lo que es la diabetes.  

(Y si esto no tiene qué ver con tu familia, puedes dejar de leer ahora y yo estaría muy feliz por ti; pero no todo el mundo es tan afortunado).

Muchas familias se enfrentan con comentarios absolutamente ridículos y se quedan tratando de averiguar lo que tienen qué hacer al respecto.

Tú sabes qué comentarios:

  • “Cariño, no comas eso, terminarás como tu primo con diabetes”.
  • “Cariño, no tienes permitido comer eso; ¿o sí?”
  •  “Oh cariño, no hagas ‘eso’ en la mesa, ve al baño y hazlo”. (Cuando se refieren a la prueba de sangre).
  • “No quise darle lo que los otros niños estaban comiendo por su diabetes, así que le hice un platillo de cartón” (o eso es lo que parece).
  • Con tu hijo sentado a tu lado durante la conversación; “qué mal; ¿sabías, cariño, que las personas mueren mucho más jóvenes cuando tienen diabetes?”

Más de una vez he tomado un palo de 2 x 4 solamente para soltarlo porque un padre en la cárcel por asesinato no le haría bien a mis hijos. Todos hemos enfrentado con rabia algunos comentarios estúpidos que han sido sin el “afán de ofender” o “sólo por decir”.

Y lo que menos se nos olvida son los momentos cuando dicen algo e inmediatamente explicamos: “Bueno, en realidad ella puede comer eso y está bien que Susie coma hot dogs con los otros niños”. Y lo que pasa es que ese período de tres segundos cuando es como si tu familiar está atontado por un aerosol y su cara grita que estás loco por ese comentario que hiciste; pronto se sale del tema y sigue como si no dijiste nada.

Irritante, ¿verdad?

Y realmente no hay nada que puedas hacer al respecto, ¿o sí?

Es importante darse cuenta que su mundo no es el nuestro; y yo, de ninguna forma, les voy a dar un “pase” hacia acá, pero primero hay que darse cuenta de que ellos no tiene la necesidad de saber tanto como nosotros.

No hay necesidad. Esto no les afecta tanto como a nosotros, así que ¿por qué deberían saber tanto?

Segundo, cada vez que escuches u observes que hagan o digan algo de este tipo, escríbelo como que si estuvieras recolectando información para un futuro libro. Hice esto por un largo tiempo y estarías sorprendido de lo terapéutico que fue; especialmente cuando regresaba aproximadamente cada seis meses y leía; la locura de algunos comentarios solamente me hacía reír.

Mi primer paso es corregirlos inmediatamente. “No. Eso no es cierto, ella puede comer eso y se lo puedes permitir, ella sabrá qué hacer”.  Míralos directo a los ojos y sé muy claro. Cada vez que estás corrigiendo a alguien sobre algo que tiene que ver con la diabetes de tu hijo, no es una conversación.  Esto es un: alto, pon atención y corrige.

Si no eres claro, ellos no entenderán.

Si tu hijo regresa a casa de la casa de “la tía Susie” y dice que tuvo que revisar su nivel de azúcar en la sangre en el baño, la próxima vez que se junten mira a tu hermana (o cuñada) y dile: “Para una futura referencia, el baño es el peor lugar para que Janie revise su nivel de azúcar y es un momento valioso para educar a todos y que aprendan que ella no es diferente de los demás; ¿te parecería bien eso verdad?”

Mira, este es el asunto… no puedes hacer nada sobre lo que alguien le diga a tu hijo sobre la diabetes, pero una vez que se hable, tienes que hacer lo que consideres adecuado. Deja que pase y no digas nada, tampoco corrijas inmediatamente. Siempre decidimos corregir inmediatamente.

Esto es lo más importante para que recuerdes, de Forest Gump: “Tonto es quien hace cosas tontas”. Si alguien va a decir algo increíblemente tonto, cualquier cosa puede pasar y puedes decir lo que necesites para corregir la situación. Hazlo las veces suficientes y te sentirás empoderado, y las personas lo entenderán (al final).  Si no dices algo, te irás a casa frustrado y enojado.

Yo acepto que los demás no sepan sobre la diabetes. ¿Por qué deberían saber?  

Tienen dos opciones: pueden preguntar y yo puedo explicar o pueden hacer lo que piensen que es correcto y si fallan, yo los corregiré con la frase que siempre termina en: “Si alguna vez tienes una pregunta, solamente hazla y yo estaré encantado de resolverla contigo”.

Al final, ellos entenderán y tú continuarás en un mundo donde la vida es como una caja de chocolates… das una mordida y nunca sabes lo que obtendrás. “Oh espera, tu hijo no puede comer chocolate, ¿puede?


 

ESCRITO POR Tom Karlya "Diabetes Dad", PUBLICADO 08/01/16, UPDATED 08/21/17

Tom Karlya, Vicepresidente de Diabetes Research Institute Foundation, es conocido en la comunidad de personas diabéticas como el papá diabetes y escribe una columna diaria. Su columna mensual la puedes encontrar en dLife. Se ha involucrado en el tema de la diabetes desde que su hija, Kaitlyn, fue diagnosticada en el 1,992 a los dos años. En el 2,009, su hijo Rob también fue diagnosticado a la edad de 13 años. Tom estuvo en el Capitolio del estado de Nueva York, dio declaraciones en Washington, D. C., participó en eventos relacionados con la diabetes en las Naciones Unidas y ha dado conferencias a lo largo de los Estados Unidos sobre el tema de tener un hijo diabético. Recibió el premio Jeff Hitchcock Distinguished Service Award (premio al servicio distinguido) de parte de la CWD, fue el representante contra la diabetes, del año, de Metro-NY Chapter of the American Association of Diabetes Educators (la sección metropolitana de Nueva York de la asociación americana de educadores de la diabetes) y, entre muchos otros premios de grupos y organizaciones, también fue reconocido por LIONs International por su trabajo sobre la diabetes.