Un jugador de fútbol con diabetes Tipo 1 que juega en la Copa Mundial


 2017-09-22

Hace 5 años, el 11 de octubre de 2011, pensé que mi vida había terminado. Este fue el día en que me diagnosticaron con diabetes Tipo 1 de inicio tardío. No sabía de que esto era solamente el inicio de mi camino.

En los días después de mi diagnóstico, estaba confundido, con miedo y enojado mientras luchaba por entender la realidad de vivir con diabetes. La principal preocupación que surgió en mi cabeza era “esto nunca va terminar”. Este pensamiento todavía está conmigo hoy, pero a lo largo de los años he aprendido a atacar de frente a este pensamiento todos los días. He tenido que adoptar la actitud de “las cosas suceden; la vida continúa”. Creo que este es uno de los aspectos más importantes de mi camino de enfrentar las exigencias del cuidado diario de la diabetes, pero ha sido el mantra que me ha sostenido hasta este punto.

He tenido suficiente suerte que, después del diagnóstico, siendo un atleta con diabetes, he podido representar a Nueva Zelanda jugando fútbol para el equipo U-17. He jugado en Vanuatu y en la Copa Mundial en los Emiratos Árabes Unidos. También he ganado un título nacional con la Secundaria Saint Kentigern en el 2013. Y lo más reciente, he vivido en los Estados Unidos, terminando una beca de cuatro años para estudiar y jugar fútbol en la Universidad de Búfalo en Nueva York. Todas estas cosas parecían imposibles para mí en las semanas y días después de mi diagnóstico, pero con el apoyo de mis amigos y mi familia, muchas horas de trabajo duro, cuidado prudente y control de mi diabetes Tipo 1, he podido vivir la vida que únicamente podía soñar cuando era niño.

Ciertamente no puedo decir que he sido un paciente perfecto con diabetes Tipo 1. Hay algunos días en donde me siento en la cima del mundo, midiendo alegremente de 5 a 6 veces al día. Otros días, lucho con realizarlo una o dos veces. Para mí, algunos días me sentía como si no lo estuviera “entendiendo”. Y, al ver hacia atrás, veo que esto es totalmente normal. La diabetes no es algo que aprendes de la noche a la mañana como multiplicar o atar las cintas de tus zapatos. Para mí es más un proceso continuo, como aprender a conducir un vehículo.

Cuando te sientas por primera vez en el asiento del conductor, hay un sentimiento abrumador. ¿Qué pedal tiene qué función?, ¿cómo cambiar la velocidad?; y, ¿qué sucede al presionar este pequeño botón con forma de triángulo en el tablero?; es mucho por aprender. La diabetes es similar. Hay muchas funciones diferentes y partes de movimiento para la operación completa que mantiene efectivamente el nivel de azúcar en tu sangre dentro los parámetros normales. No puedes esperar a  saber cómo controlar totalmente cada aspecto días después de ser diagnosticado, tal como no harías que una persona con licencia de conductor aprendiz participe en una carrera y esperar que gane la Indy 500.

Debes aprender cómo cada aspecto individual de conducir se ajusta a la perspectiva amplia de llevarte de un lugar a otro a salvo. Conforme continúas conduciendo más y más, aprendes pequeñas recomendaciones y trucos que te harán completamente un mejor conductor. En la misma manera, con cada día que pasa siendo una persona que vive con diabetes, te conviertes en un “mejor conductor”, por decirlo así, y aprendes pequeñas cosas que son personales para ti y que contribuyen a que tengas el control sobre tu diabetes.

Estas son las cosas que ningún doctor o profesional de la salud te puede enseñar, y es este “entrenamiento mientras practicas” tan vitalmente importante para cada persona, en mi opinión.

Si me hubieras dicho a mis 15 años, postrado en una cama de hospital hace todo ese tiempo, las cosas por las que pasaría para alcanzar y la vida que he vivido hasta ahora, te hubiera dicho que estabas totalmente loco. Creo que una cosa que es un depresor constante para las personas que viven con diabetes, especialmente personas con diabetes Tipo 1, son las personas desinformadas quienes, con conocimiento o no, opinan sobre lo que alguien con diabetes puede o no puede hacer.

No solo se trata de los pesimistas, pueden ser personas tan cercanas a ti como tus amigos o familia, quienes simplemente no saben lo suficiente sobre eso para entenderlo completamente. Para mí, se trata de educar a estas personas que vivir con diabetes no te detiene; puedes comerte un chocolate, puedes tomarte una cerveza y puedes hacer las cosas que las personas ordinarias hacen.

Al final del día: tú puedes. Para mí, esto  es lo más importante que he recibido de mi experiencia con la diabetes. Debes llegar a sentirte cómodo con tus propias rutinas y cuidados, pero al final del día, la diabetes no puede detenerte. La única persona que puede detenerte eres tú mismo. Así que te reto a tomar nuevamente el control; no permitas que un diagnóstico de diabetes te muestre el final del camino. Deja que eso sea el inicio de un nuevo camino con nuevo inicio que te puede llevar a cualquier lugar al que quieras ir.

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ESCRITO POR NICK FORRESTER, PUBLICADO 09/22/17, UPDATED 06/19/18

Nick es un jugador de Nueva Zelanda, quien nació en 1996. Inició los tres juegos en la Copa Mundial U-17 en el 2013 y actualmente está jugando con beca en la Universidad Butler en Búfalo, Nueva York. Sus padres son Patrick y Catherine Forrester y tiene una hermana que se llama Lucy. Sus películas favoritas son Destino de caballero y El gladiador.