A la universidad con diabetes… ¿Cómo prepararnos?
Ha llegado el momento en que tu hijo se va a la universidad… A muchos esto nos costó y costará muchas preocupaciones, tendremos preguntas, nos sentiremos ansiosos y no les niego que hasta lágrimas habrán. Pero, aunque es una realidad que no quisiéramos enfrentar, siéntete orgulloso, pues es un gran paso en el desarrollo de tu hijo. Es un periodo de ajustes para todos. Por eso me gustaría compartirles algunas de las estrategias que nos han ayudado a nosotros.
La preparación
Como padres no podemos esperar al último año de escuela superior para comenzar a hablar con nuestros hijos sobre planificar y prepararse. Entre los temas a platicar están la toma de decisiones responsables en cuanto a la alimentación, el alcohol, las drogas, los días de enfermedad, manejo de hipoglucemias e hiperglucemias, citas médicas de seguimiento, acomodos razonables, organización de suplidos (insumos) de diabetes, entre muchos otros. Cómo ven, la lista de temas es extensa y todos son extremadamente importantes.
NOTA: Tu hijo no puede salir de casa sin saber qué hacer en caso de que se dañe su microinfusora de insulina, de que se acabe su “stock” de suplidos y tenga que rellenarlos a tiempo o al quedarse sin suplidos de emergencia por si la tecnología falla.
Entonces, si comenzamos las pláticas y planes con varios años de anticipación, cuando llegue la “hora cero” el proceso de separación será menos estresante. Como padres debemos recordar que nuestra labor como cuidadores cambiará, y si hemos hecho una buena labor educando a nuestros hijos podemos sentirnos confiados.
Hacer compromisos y establecer límites
Antes de que tu hijo se vaya a la universidad es necesario establecer las reglas del juego. Por ejemplo, si tu hijo utiliza un medidor continuo de glucosa (MCG) y tienes acceso a su data, ¿en qué momento debes comunicarte con tu hijo si notas algo preocupante con su data? Es muy desesperante como padre ver la data y no saber qué está pasando, ¿habrá comido algo? O si está muy bajo, ¿estará corrigiendo esa hiperglucemia?
No les voy a negar que ese primer mes es muy retador, pero con buena comunicación y una educación en diabetes sólida veras como tu hijo va aprendiendo a ajustarse a esa nueva rutina y adaptará su diabetes a ella.
Comunicación abierta
No importa la edad que tengan nuestros hijos, siempre tendremos la necesidad de protegerlos. No podemos olvidar que estamos tratando con un joven adulto y que la comunicación será diferente. Tenemos que aprender a escucharlos, a tratar de entender sus razonamientos y en caso de que no sean correctos respecto a su diabetes, hablar acerca de posibles alternativas en las que tal vez se fusionen ambas opiniones. No estamos aquí para juzgarlos, estamos aquí para apoyarlos y que sepan que en su familia tienen un lugar seguro.
No lo olvides: SIEMPRE son personas antes que su diabetes.
Apoyo a distancia
Déjale saber qué no importa lo lejos que esté, las horas de diferencia que hayan, SIEMPRE estarás ahí para ayudarle en lo que necesite. Si es posible, sorpréndelo con los famosos care packages o paquetes con regalos, sobre todo, durante las semanas de mucho estrés. Aunque parezca cursi, este tipo de detalles pueden ayudar de manera positiva la salud mental de tu hijo; es un sencillo recordatorio de que no está solo.
Sí, tendrás días en los que sientes que no sabes cómo sobrevivían esta etapa, sin embargo, te darás cuenta de que tu hijo es capaz de mucho más de lo que imaginas y en un abrir y cerrar de ojos lo tendrás de nuevo en casa disfrutando sus vacaciones.