Carta a Mi Yo Recién Diagnosticada


 2019-04-09

 

Esto es algo que le escribo a mi yo de 12 años, que fue diagnosticada hace unos meses. En esa época me hubiese encantado saber qué me iba a pasar. Yo no sabía nada sobre diabetes, era una preadolescente a quien solo se interesaba en la música y en ver televisión. Pero me toco madurar antes y hacerme cargo de mi salud, no tenía miedo, en realidad tenía dudas. Dudas de si algún día encontrarían una cura, dudas de si podría tener una vida normal como todas las personas que conocía, dudas de si se burlarían de mí o si me aceptarían. Si mi yo de 30 me hubiese dicho todo lo que vendría, me hubiese dado mucha tranquilidad.

Después de 18 años junto a la DT1, aún sigo aprendiendo y aún me siento muchas veces como si fuera recién diagnosticada. Les doy gracias a mi hijo, que es el motivo de todo lo que hago, a mis padres por su amor y cuidado incondicional, a mi novio por haber entrado a mi vida y siempre darme su apoyo, a mi familia por estar a mi lado siempre y a mis amigos su cariño.

Querida yo de 12 años

Pequeña Gabriela, sé que nunca te asustaste, ni siquiera cuando el doctor te dijo que el cuidado era de por vida, que las agujas serían una constante, que debías ponerle un alto al dulce, que ambas sabemos que no es que te gustaara mucho por suerte, pero como tú, yo de ahora 30 años, quiero darte estos consejos, que sé que te hubiese encantado escuchar.

Preocúpate siempre por tu salud

Lo sé, es fastidioso. Ser una adolescente, que aparte del colegio deba  preocuparse por lo que come, por su salud, sus niveles de glucosa ¡es muy estresante! Pero, valdrá la pena. No sientas que eres el bicho raro de la escuela, eso lo sienten todos los adolescentes con o sin DT1. Confía en las personas a tu alrededor, cuéntales que hacer en caso de emergencia. Tienes amigos y maestros que te podrán ayudar y es fundamental que sepan cómo actuar. No quieres pasar un mal rato por no haber compartido esto.

Tu familia siempre estará a tu lado

Los consejos y tratamientos herbolarios del abuelo hacen reír, ¿verdad? Pero él lo hace porque te ama, y porque cuando se enteró de tu diagnóstico, hubiese hecho todo lo posible para que no fuera cierto. Así mismo toda tu familia, tus padres nunca han llorado o lamentado frente a ti, pero lo que más quisieran es que tu páncreas deje de estar dormido para ya no tener temor. Saben que debes crecer y que deben soltarte un poco, pero algún día los comprenderás. Sabrás que ese temor que sienten no es en vano y les darás las gracias por todos sus cuidados que créeme, por más que crezcas, no van a dejar de hacerlo.

Confía en que harás tu vida normalmente

Sé que lo primero que le preguntaste al doctor fue si podrías ser mamá, y siempre te decía que sí lo ibas a poder ser. Cuando ese momento llegue, cuídate mucho, y nunca dejes de hacerlo. Cada etapa tiene ciertas dificultades. La etapa del colegio, de la universidad y la laboral. No ocultes tu condición por miedo a que no te acepten, eso solo puede venir de personas que no conocen la realidad. Siempre desafíate a que puedes llegar más lejos, y verás cómo dejas callados a todos. Si desafiaste al coma, ¿no puedes desafiar a una persona que dice que no eres apta por tu DT1?

Edúcate sobre DT1 ¡siempre!

Sé que ahora no hay muchas herramientas, pero veras que en unos años, va a haber muchísimas y tendrás acceso a algunas de ellas. Mientras tanto, lee, pregunta y aprende. Sé que eres un ratón de biblioteca, así que aprovecha que te gusta leer tanto y lee sobre DT1, sobre nuevas herramientas y tecnología.

No eres distinta a las demás personas, simplemente tu vida está más llena de azúcar. Eres completamente capaz de lo que hacen los otros, solo que, contando las porciones. Sé que cuando compartes sobre tu DT1 las personas te miran con pena pero nuevamente, es por desconocimiento. Si les enseñas que eres capaz de vivir completamente normal, irán entendiendo.

No es fácil y lo sé, pero por alguna razón hemos llegado sanas a los 30 años y lo seguiremos haciendo.

ESCRITO POR Gabriela Carreño , PUBLICADO 04/09/19, UPDATED 04/09/19

Gabriela Carreño tiene 29 años. Ella vive en Guayaquil- Ecuador. Gabriela es agente de viajes y mamá de Mateo de 11 años. Ella tiene una página en facebook donde comparte su vida con diabetes "Más allá de mi Diabetes 1".