La diabetes tipo 1 me enseñó a superar los retos


 2022-11-09

Nota del editor: Lindsay es miembro del equipo Beyond Type Run 2022, un equipo de casi 50 personas que viven con diabetes tipo 1 que corrieron el NYC Marathon (maratón de la ciudad de Nueva York) de 2022 el 6 de noviembre. Tienen la misión de concientizar y recaudar fondos para la diabetes tipo 1, y la recaudación de fondos estará abierta hasta finales de 2022. ¡Felicita a Lindsay haciendo un regalo en su página de recaudación de fondos!


Julio de 2023 será el 30 aniversario de mi diagnóstico de diabetes tipo 1. Por medio de todas las pruebas y retos, niveles altos y bajos y momentos de duda y frustración, me doy cuenta de que el diagnóstico en sí mismo y la vida que he creado desde entonces son más una bendición que una maldición.

Antes de cumplir los seis años, era una niña sin ninguna responsabilidad y sin ninguna preocupación aparte de lo que Santa iba a dejar debajo del árbol o cuándo podía meterme a la piscina.

El verano que me diagnosticaron, recuerdo estar sentada en el consultorio del pediatra con mis padres, escuchando a medias lo que estaban hablando. Todavía recuerdo en qué consultorio y en qué habitación estábamos. Sí, recuerdo la orina frecuente y la sed y el nivel alto de glucosa (azúcar) en sangre (más de 300 mg/dL) que el médico registró en el medidor de glucosa en la sangre del consultorio.

Era demasiado pequeña para saber que estaba en una encrucijada en mi vida que cambiaría por completo la forma en que iba a vivir, pero mis padres sabían lo importante que era. Sus lágrimas me hablaron; realmente nunca los había visto llorar.

Me llevaron al Monmouth Medical Center. Si bien todo era nuevo y no tenía idea de lo que estaba haciendo, lo enfrenté con total confianza. Eso creó la plantilla para moldear el resto de las experiencias de mi vida.

La diabetes tipo 1 me enseñó a superar los retos

Diez años después, estaba en mi segundo año de bachillerato en Point Pleasant Boro. Era una estudiante intermedia, sobresalía en algunos campos y era promedio en otros, pero siempre buscaba otro reto que conquistar. Encontré un artículo en Teen People sobre el programa Semester At Sea, pero no en un crucero, sino a bordo de una vieja goleta de madera desvencijada.

Anteriormente, había pasado muchas horas en el agua. Ya que nací y crecí en la costa, traigo en la sangre el impulso de estar en el mar. Después de reflexionar, presentar la solicitud, ser aceptada y firmar en la línea punteada, tuve una experiencia que no muchas personas han tenido. Fue increíble, difícil, revelador y aventurero. Los días eran largos, el clima era un reto, las personalidades no siempre estaban alineadas y la vida en el mar no es cómoda. Pero estar cómodo no te lleva a ninguna parte.

Después de graduarme de Ocean Classroom en Boston en la primavera de 2003, continué mi camino para buscar constantemente formas de enriquecer mi vida, la vida de los demás y asegurarme de que mi experiencia en este planeta fuera excelente. Se convirtió en una rutina para mí buscar retos y conquistarlos. Tener diabetes tipo 1 tuvo un papel muy importante en la creación de ese rasgo de personalidad.

Con el pasar de los años, comencé a pensar en la diabetes como un catalizador para recordarnos las cosas buenas que podemos hacer por nosotros mismos. Constantemente estamos pensando y siendo conscientes, haciendo todo lo posible para mantener el manejo de la glucosa en sangre y mantenernos con vida. Creo que esto puede ser algo bueno.

Soy consciente de lo que como, pienso en mi salud y en el panorama general y presto atención a cosas en las que muchas otras personas ni siquiera piensan. Hago ejercicio con regularidad y no solo lo considero una forma de manejar la glucosa en sangre y reducir la ingesta de insulina, sino también un calmante para el estrés. Corro por diversión, para hacer amigos, lo tomo como terapia, me ayuda con mi estado físico y para ser mejor de lo que era ayer.

Conquistar un nuevo reto: correr

Empecé a correr en 2009. Apenas podía recorrer media milla, pero estaba decidida a llegar al punto en que me resultara fácil. Aproximadamente 6 meses después de comenzar a correr, me inscribí en mi primera carrera de 5 km, la carrera Tunnel to Towers en Nueva York.

Después de completarla, me di cuenta de que había más por hacer. Continué descubriendo y conquistando retos corriendo a medida que avanzaba a través de los años. Ahora, 13 años después, con cuatro maratones completos, un triatlón e innumerables medias maratones y carreras en mi haber, correr se siente como un viejo amigo para mí. Siempre está presente, empujándome lo suficiente para seguir adelante y aprender a hacerlo mejor.

Cada carrera es única y, como corredora con diabetes tipo 1, hay cientos de decisiones y pensamientos adicionales que deben tomarse en cuenta. Pero eso está bien. Correr me ha enseñado a encontrar la fuerza para superar momentos difíciles, a entrenar no solo el cuerpo sino también el cerebro para saber siempre que “todo va a estar bien”. Solo tienes que seguir adelante.

Como corredora del equipo Beyond Type Run 2022, no podría estar más emocionada de ser parte de algo tan grande. El NYC Marathon es un evento en el que no puede participar mucha gente. No solo voy a correr en él, sino que corro con otras personas que comparten la experiencia de la diabetes tipo 1.

Este será el pináculo de mi “carrera” como corredora y compartir este tiempo con mi equipo es un honor. Estoy muy lista para cruzar la meta con el equipo y el resto de los corredores el 6 de noviembre.

 

ESCRITO POR Lindsay Jones, PUBLICADO 11/09/22, UPDATED 03/16/23

Lindsay fue diagnosticada con diabetes tipo 1 en 1992 y correrá su quinta maratón con el equipo Beyond Type Run.