Elliot Yamin de American Idol Habla Sobre la Vida y la Diabetes Tipo 1
Si alguna vez vieras al cantante e intérprete, Elliott Yamin, caminando por la calle, podrías haberlo reconocido de inmediato de la temporada 5 de American Idol, donde quedó en tercer lugar. Sin embargo, es posible que lo que no notarías sería la bomba de insulina que está enganchada a sus pantalones vaqueros.
Elliott ha sido un miembro activo de la comunidad de diabetes Tipo 1 ya que fue diagnosticado hace 21 años, y el hecho de padecer diabetes Tipo 1 nunca le impidió continuar a todo vapor, tanto en su carrera musical como en su vida cotidiana. Desde dominar en American Idol hasta viajar por todo el mundo haciendo presentaciones y grabando varios álbumes de estudio, Elliott se ha seguido probando a sí mismo que es una verdadera inspiración para quienes nos preguntamos si las personas con diabetes Tipo 1 pueden continuar con sus vidas y alcanzar sus sueños.
Hablamos con Elliott para llegar al fondo de ¡su optimismo, éxito y fuerza como una persona con diabetes Tipo 1 orgullosa!
BT1: ¿Qué edad tenías cuándo te diagnosticaron? ¿Recuerdas cuándo lo descubriste?
EY: Sí. Tenía 16 años. Recuerdo que estaba en una parrillada del vecindario y que me sentía muy aletargado y súper deshidratado. Me tomaba una bebida gaseosa e iba a orinar, luego bebía un poco de agua y luego iba a orinar, y hacía lo mismo una y otra vez. Simplemente no me sentía bien, así que regresé a casa un poco antes, le dije a mi mamá (que también tiene diabetes) los síntomas, ella revisó mi azúcar en la sangre y estaba en 680. Ella llamó rápidamente al médico quien nos recomendó que fuéramos a la sala de emergencias inmediatamente. Terminé quedándome en el hospital durante algunos días, así el médico podría hacer arreglos y determinar mi régimen de insulina para enviarme a casa. ¡Fue allí cuando la vida que conocía cambiaría para siempre!
BT1: ¿Fue una transición difícil o te adaptaste bastante bien desde el principio?
EY: Era algo fastidioso. ¡Era muy fastidioso! Estaba en un estado de negación. Simplemente no entendía cómo podía pasar de ser un niño saludable a de pronto tener que lidiar con una enfermedad incurable y meticulosa. Al principio, el proceso fue muy duro para mí.
BT1: Cuéntanos sobre tu experiencia relacionada con la dependencia de la bomba. ¿Dependías siempre de las inyecciones?
EY: ¡Mi experiencia con la bomba ha sido impresionante! En realidad, cuando era niño empecé a usar jeringas de aguja corta antiguas, luego comencé a usar las plumas, las cuales fueron muy útiles. Cuando tenía 20 años, trabajé con un Tipo que usaba una bomba Paradigm y me interesó saber cómo funcionaba, así que lo conversé con mi endocrinólogo y la he usado desde entonces. Siempre he tratado de mantenerme bastante activo y la bomba es mucho más propicia para mi estilo de vida.
BT1: ¿Utilizas un MCG (medidor continuo de glucosa)?
EY: No, nunca he probado un MCG. Realmente no soy aficionado de tener agujeros adicionales. Compruebo mi nivel de azúcar en la sangre regularmente y diligentemente. Sin embargo, definitivamente he considerado probar el MCG. ¡Algún día!
BT1: ¿Alguna vez sentiste que la diabetes Tipo 1 podría interponerse en tu camino para alcanzar tu sueño de ser un intérprete?
EY: En realidad, no. Cuando tenía 16 años, jugaba una gran variedad de deportes. Desde que nací, esa ha sido mi otra pasión además de la música, así que estaba más preocupado por mi capacidad para seguir jugando baloncesto y sobre cómo esta enfermedad afectaría mi activo estilo de vida. Ignoraba muchas cosas en ese entonces, ¡la diabetes no me ha frenado ni un poco!
BT1: ¿Alguna vez has tenido problemas con el nivel de azúcar en sangre (niveles bajos o altos) mientras cantas? ¿Cómo lo manejaste?
EY: Sí, me ha pasado un par de veces. Desde entonces, siempre me aseguro de empacar tabletas de glucosa para viajes por carretera y giras; además, siempre hay jugo de naranja en los camerinos y “green rooms” (salones verdes). Una vez, sentí que mi nivel de azúcar en la sangre bajó después de cantar dos canciones en un espectáculo. Lo más cercano que tenía era una lata de Coca-Cola de 12 onzas. Me la tomé rápidamente, ¡pero no podía dejar de eructar durante el próximo par de canciones! Tuve que alejarme del micrófono en repetidas ocasiones mientras cantaba. Fue bastante divertido. La vida es demasiado corta como para tomarla tan en serio. A veces debes reírte de ti mismo para superar lo que se puede considerar como un momento difícil. La multitud y yo compartimos muchas risas esa noche.
BT1: ¿Has descubierto que la industria del entretenimiento en su conjunto acepta tu diabetes Tipo 1?
EY: ¡Sí! Absolutamente. De hecho, en mi caso, la industria del entretenimiento me ha permitido salir de mi caparazón en cuanto a mi enfermedad. Antes, realmente nunca le decía a la gente que tenía diabetes. No quería la lastima de nadie. No quería que me trataran o me vieran diferente, pero desde que catapulté en la industria, de una manera única y muy poco convencional, me permitió sentirme más cómodo con mi propia piel diabética. He podido utilizar la plataforma para ayudar a recaudar dinero para una cura, para educar, visitar campamentos de diabetes ¡e inspirar a otros!
BT1: ¿Cómo lidiaste con los horarios extenuantes y caóticos en American Idol, al mismo tiempo que controlabas tu diabetes Tipo 1?
EY: El personal de American Idol sabía sobre mi estado de salud y todo el mundo hacía lo posible para que comiera cuando debía hacerlo. Todo el mundo fue súper servicial. Realmente era mucho más sofisticado de lo que yo estaba acostumbrado. Teníamos un chef privado que llegaba dos veces a la semana y nos hacía la cena y preparaba las comidas para el resto de la semana. El chef preparaba un plan de comidas bajas en carbohidratos especial para mí, ¡lo cual fue realmente muy útil!
BT1: Cuéntanos un poco sobre tu sistema de apoyo: familiares y amigos que te apoyan durante los días más duros. ¿Tienes muchos amigos con diabetes Tipo 1?
EY: Para ser honesto, realmente no tengo demasiados amigos con diabetes, pero mi familia siempre ha sido solidaria. Mi madre tenía diabetes, al igual que mi abuela, por lo que hasta donde puedo recordar, la diabetes siempre ha estado presente en mi vida. De hecho, solía ayudar a mi abuela a inyectarse cuando era más joven, casi como si me estuvieran preparando. Así que, nunca le tuve miedo a las agujas y mis amigos siempre han estado allí para mí cuando se me baja el nivel de azúcar. Algunos incluso mantenían elementos azucarados en sus autos o bolsos en caso de que necesitara una solución rápida.
BT1: ¿Existe algún momento de tu vida que te venga a la mente cuando piensas en “victorias relacionadas con la diabetes Tipo 1”?
EY: Probablemente, tendría que decir que la mayoría de mis victorias tienen lugar cada tres meses, ¡cuando me entregan los resultados de diabetes Tipo 1!
BT1: ¿Hay alguna golosina cargada de carbohidratos a la que nunca te puedes resistir comer un poco más?
EY: No te rías: Los Goobers.
BT1: ¿Qué planes tienes en cuanto a tu carrera y vida?
EY: ¡Continuar haciendo música e interpretar en espectáculos! En el otoño, tomaré un curso de doblaje de voz durante seis semanas. También estoy programando otro viaje a Japón para finales de año. Además, me encanta cocinar, por lo que he estado aprendiendo nuevas recetas.
BT1: ¿Qué consejo le darías a otras personas con diabetes Tipo 1 que quieren seguir sus sueños, pero que podrían tener miedo o sentirse inseguros sobre el hecho de triunfar?
EY: Lo primero que diría es: no te avergüences. Sé que probablemente es más fácil para mí decirlo, pero recuerdo que cuando era niño iba a la farmacia a comprar las agujas. Me sentía como un adicto, pero desde que era joven ha habido muchos avances tecnológicos. Hoy en día hay más herramientas disponibles que ayudan a facilitar un poco la vida con la diabetes; además, hay una comunidad más amplia de personas con diabetes para apoyarse. ¡Únete a un grupo de apoyo, haz un paseo e involucra a tus amigos para que donen su tiempo a tu causa! Creo que muy pronto podremos empezar a erradicar esta enfermedad y espero que pueda verlo durante el tiempo que viva. Soy una prueba viviente de que si yo pude hacerlo de entre muchas personas (y lo sigo haciendo)… entonces, tú puedes hacerlo. Sé que podría sonar un tanto cliché, pero confía en mí. Mi experiencia fue dura, ¡pero ahora soy más fuerte debido a la misma!