EQUITACIÓN EN POLONIA CON DIABETES TIPO 1


 2016-08-31

Nací en 1996 en Paterson, Nueva Jersey y mi hogar está en Kinnelon, Nueva Jersey. Sin embargo, actualmente vivo y entreno en Varsovia, Polonia. Me gradué del bachillerato en el Colegio Internacional Americano de Varsovia, el cual me hace lo que llamamos una “niña de la tercera cultura”; nací en un lugar, viví en otro y estudié en un ambiente multicultural. Fui diagnosticada con diabetes Tipo 1 en agosto de 2007, a la edad de 11 años. Empecé a montar cuando tenía 8 años y no me he detenido, aún después de mi diagnóstico con diabetes.

Después del diagnóstico, se decidió que eso no permitiría que dejara de ser activa y, pronto, demostró ser lo correcto, aunque la equitación y el salto ecuestre, en particular, es un deporte peligroso porque estás propenso a caídas y lesiones. Sin embargo, los beneficios para la salud eran más grandes que los riesgos. Prácticamente, mantengo el mismo rango de insulina que el de carbohidratos y la tolerancia a la insulina desde mi diagnóstico hace nueve años y mi sensibilidad a la hormona no disminuyó. Todo lo que sucedió fue el aumento en mi requerimiento diario de insulina, basado en mi peso conforme crecí y desarrollé.

Mi sensibilidad a la hormona alcanza un 75 % después de la equitación y esto significa que, en caso de una corrección, necesito de un 75 % menos de insulina versus en un rango metabólico de descanso o cuando estoy en casa en mi día de descanso. Yo monto cinco días a la semana y de 3 a 4 caballos por día, y cuando compito, es un show de los 7 días completos de la semana. Compito internacionalmente y viajo a competiciones, por lo menos, dos semanas al mes. También tengo un estudiante joven y cuido de su caballo diariamente. El salto ecuestre es realmente un estilo de vida; vivimos por los animales y ajustamos nuestro tiempo conforme a sus necesidades. Los caballos son atletas como los humanos y deben ser tratados y atendidos como tales.

Yo controlo mi enfermedad con la ayuda de una bomba de insulina y un MCG (medidor continuo de glucosa, por sus siglas en inglés); esto es más fácil especialmente cuando estoy en competencia. Me gusta lo que hago y no puedo imaginar mi vida sin los caballos. También soy estudiante de tiempo completo en la Universidad de Kozminsky obteniendo mi licenciatura en ciencias de la administración de empresas con mercadeo. La Universidad de Kozminski me apoya mucho con mis necesidades, especialmente con días de descanso debido a mis viajes. También la represento en Campeonatos de Universidades.

Además de esto, soy la cara y cofundadora de una campaña de concientización y deportes llamada “Juntos vencemos obstáculos”. La idea es utilizar este lema para la educación y utilizar este programa internacional para involucrar a los jóvenes con diabetes en la equitación y hacer de esta forma de actividad una parte del control diario de la diabetes. Recaudamos fondos para compensar gastos de lecciones de equitación para niños y adolescentes de escasos recursos. El programa aún no está operando, pero esperamos que con el patrocinio adecuado podamos lanzarlo pronto.

Mi propósito de vida es llegar un día a las finales de U 25, Campeonatos de Europa, Copa del Mundo y tal vez, incluso, los Juegos Olímpicos. Este año califiqué con dos de mis jóvenes para los Campeonatos de Caballos Jóvenes de Polonia y, tal vez, ¡hasta pueda calificar para los Campeonatos Mundiales de Caballos Jóvenes FEI en Lanaken, Bélgica, lo cual es emocionante!

Como siempre, el problema es la financiación porque mientras más alto saltes, más caro es el caballo. Justo ahora tengo cuatro montajes prometedores: una yegua belga de sangre caliente de 7 años, dos sementales Zangersheide y un hijo de 3 años del famoso Cornet Obolensky, (pero es aún un bebé). Todavía estoy buscando esa “alma gemela”, el caballo de mi vida, la pareja que me llevará a la cima. Aunque soy joven, sé que él o ella estará ahí esperándome cuando llegue el momento. Mientras tanto, quiero mostrarles a otros que la diabetes no me descalificó de montar, sino que, en cambio, me hizo más saludable, más fuerte y aún más capaz que antes. Creo que el salto ecuestre se parece mucho a la vida diaria con la diabetes; la enfermedad presenta muchos obstáculos frente a nosotros, pero con un control adecuado, apoyo y educación, aquellos obstáculos pueden vencerse sin falta. Creo que el peor miedo no es sobre lo que sucederá si fallo, sino lo que sucederá si renuncio.

 


Lee: Empieza a hacer ejercicio con diabetes Tipo 1 por el entrenador profesional Christel Oerum.

 

ESCRITO POR LISA CHRZANOWSKI, PUBLICADO 08/31/16, UPDATED 06/04/18

Lisa Chrzanoswki tiene 20 años y actualmente es estudiante y competidora de equitación en Varsovia, Polonia. Fue diagnosticada con diabetes Tipo 1 a la edad de 11 años y continúa montando desde entonces. Es la fundadora de una campaña llamada “Juntos vencemos obstáculos”, la cual alienta a la juventud con diabetes a aumentar su fuerza mental y física participando en deportes competitivos tales como montar.