Gavin Lewis es la estrella de la comedia familiar de Netflix El príncipe de Peoria. Él interpreta el papel principal de “príncipe Emil”, un príncipe de 13 años de un reino de grandes riquezas en una isla, que viaja a Estados Unidos para vivir de incógnito como estudiante de intercambio para experimentar la vida como un adolescente normal. Gavin vive con diabetes tipo 1 y recientemente habló con Beyond Type 1 sobre su nuevo programa y su vida como actor con diabetes Tipo 1.

¿Cuándo y cómo escuchaste por primera vez de El príncipe de Peoria? ¿Cómo fue el proceso de la audición?

Estaba en mi casa en Utah, donde acababa de pasar las vacaciones de Navidad con mi familia, cuando mi agente me llamó para una audición para el Príncipe de Peoria. Me pidieron que me reuniera con una de mis directoras de casting favoritas, Suzanne Goddard-Smythe. Pero casi tuve que rechazarlo. Mi mamá estaba en el hospital y mi papá iba a tener que salirse del trabajo para llevarnos a Los Ángeles. Afortunadamente, todo salió bien con mi mamá y mi papá hizo que las cosas funcionaran… Así que agarramos camino tan pronto como pudimos. Estoy súper agradecido de que mis padres me apoyen tanto porque, como saben, definitivamente valió la pena el viaje.

El proceso de audición fue genial. Suzanne siempre hace que la audición sea una experiencia muy positiva. Realmente disfruté preparándome para la audición, porque tuve la oportunidad de leer el guión del episodio piloto y me encantó. Había estado haciendo mucho trabajo dramático y el príncipe Emil era un personaje muy divertido y positivo. Después de leer para Suzanne, mi agente me dijo que me habían asignado para el papel. Luego, tuve que hacer una audición para los productores y completar una prueba de pantalla. Todo el proceso tomó alrededor de un mes. Las audiciones pueden ser estresantes, pero esta fue muy divertida porque todos los involucrados en las audiciones fueron increíblemente amables y me brindaron un gran apoyo, y me divertí mucho jugando con el material.

¿Cómo ha afectado el hecho de tener diabetes Tipo 1 el proceso de actuación en El príncipe de Peoria?

La diabetes Tipo 1 no afecta demasiado mi actuación. Todos en el set me apoyan mucho, y nunca me siento estresado por tener que cuidar mi azúcar en la sangre. Tener mi Dexcom es una gran ayuda para mantener mis números en un rango seguro durante todo el día. Y mi mamá, que es fantástica, observa mis números desde los lados e interviene cuando es necesario. A veces, cuando estoy realmente concentrado en el trabajo, no me doy cuenta de los síntomas de niveles bajos, por lo que tener a mi madre allí es muy útil. En seis meses de filmación, solo tuvimos que detener el ensayo una vez debido a la diabetes Tipo 1.

Cuéntanos sobre un momento divertido o una historia que haya sucedido en el set mientras filmaban El príncipe de Peoria

Tenemos que hacer muchas locuras para el show. Filmamos algunos de los episodios fuera de orden, y la primera semana de rodaje filmamos el episodio 3. En ese episodio, tengo que quitarme un par de pantalones de ejercicio para revelar un pequeño par de pantalones cortos de bicicleta debajo. Entonces, ahí me encontraba con un montón de personas que veía por primera vez y tuve que quitarme los pantalones delante de todos, varias veces. Definitivamente es una forma de llegar sentirse cómodo con los extraños realmente rápido.

¿Has conocido o recibido algún mensaje de fans con diabetes Tipo 1?

¡Claro! Todos han sido muy alentadores. Significa mucho saber cómo otras personas con diabetes Tipo 1 se sienten inspiradas al ver a alguien que trabaja duro y no deja que su diabetes Tipo 1 se interponga en el camino. Me alegro de haber tomado la decisión de compartir mis experiencias. También he tenido personas que me han dicho que han notado mis pinchazos en los dedos cuando se muestra mi mano de cerca en el Príncipe de Peoria, así como mi Dexcom en la parte posterior de mi brazo en algunas escenas. Es genial mostrar que estas cosas pueden ser parte de la vida cotidiana.

¿Cómo manejas actualmente tu diabetes?

Tengo la bomba t:slim X2 con el Dexcom G6. He usado inyecciones y también una bomba, pero la bomba funciona mejor para mí ahora. Y me encanta el Dexcom. Es totalmente revolucionario. No la tuve para mi primer par de proyectos, pero ahora es mucho más fácil estar al tanto de mis números cuando estoy en el set y filmando.

¿Qué consejo le darías a alguien recién diagnosticado con diabetes Tipo 1?

Mi consejo para alguien con un diagnóstico reciente de diabetes Tipo 1 es que se centre en los aspectos positivos y no permita que la diabetes le impida hacer lo que disfruta. Que se concentre en que la diabetes no va a cambiar su vida de manera negativa, y que en realidad puede ayudar a que sea una persona más saludable. Además, que tenga en cuenta que no hay prácticamente nada que la diabetes le impida hacer; desde deportes, pasar el rato con amigos, hasta ir de vacaciones. Mientras trabajes para estar preparado, la diabetes es algo con lo que puedes vivir felizmente.

¿Quiénes son algunos de tus iconos en actuación?

Hay muchos actores diferentes a los que miro y de los que intento aprender. Realmente admiro a los actores que fueron capacitados en el teatro y que se tomaron el tiempo para estudiar y aprender todos los aspectos de su oficio. Benedict Cumberbatch es uno de mis favoritos. Puede representar una gama muy amplia de personajes y aporta mucha verdad y profundidad a su trabajo.

¿Qué hay en el futuro para ti?

Recientemente, he podido trabajar en dos nuevos shows que saldrán más adelante. Pasé un tiempo en Nuevo México como invitado protagonizando el reinicio de Roswell, Nuevo México para la cadena estadounidense de televisión CW. También voy a aparecer en el nuevo programa de Netflix Family No Good Nick. En este momento, me encanta la respuesta positiva que está recibiendo El príncipe de Peoria y estoy emocionado por el episodio de Navidad que se estrenará este mes, así como por los 8 episodios nuevos el año que viene.

En cuanto al futuro, la actuación es definitivamente mi principal objetivo para cuando sea mayor. Espero tener la suerte de seguir trabajando delante o detrás de la cámara.

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