Lauren Cox: La primera jugadora en la WNBA con diabetes tipo 1
El 7 de abril de 2019, Lauren Cox estaba jugando en el Campeonato de Baloncesto Universitario de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA, por sus siglas en inglés) con su equipo de la Universidad de Baylor, contra Notre Dame. Llevaba cinta deportiva alrededor de la parte superior del brazo para mantener su monitor continuo de glucosa (MCG) en su lugar mientras jugaba. Durante el juego, se mostraron imágenes explicando la diabetes Tipo 1 de Lauren, su bomba de insulina y cómo su equipo y el entrenador Kim Mulkey habían sido sus partidarios constantes. En la segunda mitad del juego, Lauren cayó con un esguince intenso del ligamento colateral medial (LCM).
Lo que siguió es lo que muchas personas afectadas por la diabetes Tipo 1 reconocerán. A pesar de un importante obstáculo de salud, nadie pudo reprimir a Lauren. Incluso con la rodilla envuelta en vendas, con un dolor enorme y con muletas, Lauren se unió al equipo en todos los círculos para hablar de estrategia. Les dio comentarios útiles a sus compañeras de equipo. Estuvo presente. Nadie podía detenerla. Baylor ganó ese juego, convirtiéndose en el campeón de baloncesto de la NCAA de 2019.
Ese es el espíritu indomable, combinado con su enorme habilidad, que llevó a Lauren Cox a ser elegida en tercer lugar en el reclutamiento de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA, por sus siglas en inglés) de 2020, uniéndose a Indiana Fever como la primera jugadora profesional de baloncesto femenino con diabetes Tipo 1. Es un asunto muy importante, pero sorprende a pocos en la comunidad de diabetes Tipo 1. Conocemos bien ese espíritu indomable. Es la resistencia que todos hemos adquirido por medio del reto que presenta la diabetes.
El impacto de la diabetes Tipo 1 en el baloncesto
Lauren ahora tiene 22 años. Comenzó a jugar baloncesto cuando tenía cinco años y le diagnosticaron diabetes Tipo 1 cuando tenía siete. En ese momento, nadie más en su familia tenía diabetes Tipo 1. Experimentó los síntomas clásicos de tomar mucha agua e ir mucho al baño. Cuando hablé con Lauren, ella también explicó: “Estaba en el equipo de atletismo y pasé de ganar todas las carreras a estar en la última posición”.
De las tres hermanas de Lauren, su hermana Whitney también ha sido diagnosticada con diabetes Tipo 1. “Ella y mis padres estaban en uno de mis juegos de Baylor y Whitney tuvo que levantarse para ir al baño seis o siete veces, y luego detenerse unas cuantas veces en el camino a casa. Tuvimos la suerte de que mis padres supieran qué signos buscar por lo que me pasó a mí, por lo que supieron que debían llevarla rápidamente a que la revisaran”. Lauren y Whitney se apoyan mutuamente normalizando la experiencia mutua. “Mientras conducimos al gimnasio ella me pregunta cuántos carbohidratos conté en el desayuno. He estado haciendo esto durante 15 años, ella, no tanto. Así que es bueno poder ayudar”.
Para Lauren y Whitney, sus padres han sido un gran apoyo. “Mientras crecíamos practicando deportes, siempre nos despertábamos a medianoche para medir mis niveles de azúcar en la sangre. Aprendimos que, dos horas después de un entrenamiento, bajaba. Si hacía ejercicio y luego cenaba, aprendí a cambiar la cantidad de insulina que me administraba. La clave fue aprender a pasar por la prueba y el error. En el caso de los padres, deben estar dispuestos y abiertos a aprender lo que funciona para su hijo”.
El impacto del baloncesto en la diabetes Tipo 1
Le pregunté a Lauren si hay algo que el baloncesto le haya enseñado sobre la diabetes. “Me enseñó a nunca conformarme”, dijo. “En mi primer año, cuando llegué a Baylor, tenía grandes expectativas para mí misma. Cuando no cumplí con esas expectativas, me deprimí mucho y me desconcentré. Era algo mental. Lo mismo pasa con la diabetes, existen esos días en que mis números simplemente no bajan. Hago todo lo que puedo y siguen altos. He aprendido que no puedo dejar que eso me desconcentre, no puedo desanimarme. Si sigo adelante y no me castigo por ello, lo resuelvo”.
En Baylor, la entrenadora de Lauren, Kim Mulkey, terminó convirtiéndose en una figura de apoyo integral, no solo en la cancha, sino también con la diabetes de Lauren. “Se tomó el tiempo para aprender todo lo que pudo, no para hacerme sentir diferente, sino para apoyarme”. Para otros entrenadores de personas con diabetes Tipo 1, Lauren recomienda que “aprendan tanto como puedan”. La mayoría de las personas no saben mucho sobre la diabetes Tipo 1, pero no es necesario que realices una investigación abrumadora. Infórmate, luego habla con tu atleta. Cada persona con diabetes necesita un apoyo diferente. Aprende los conceptos básicos para darles lo que necesitan, especialmente los síntomas típicos de niveles bajos y altos de azúcar en la sangre, pero también haz preguntas”. Las compañeras del equipo de Baylor de Lauren también fueron increíblemente comprensivas, llegando al punto en que podían reconocer si ella no se comportaba normalmente y su nivel de azúcar en la sangre podría estar bajo.
Lauren también ha sido una activista con mucha participación en la comunidad de la diabetes Tipo 1, organizando juegos de baloncesto de caridad y asistiendo a eventos comunitarios. Como embajadora de la JDRF (Fundación para la Investigación de la Diabetes Juvenil, por sus siglas en inglés), asistió al Congreso de Niños de 2019 en Washington, DC “La diabetes es una gran parte de mi vida y no desaparecerá pronto. No puedo olvidarla y hacerla a un lado, por lo que es importante para mí apoyar a otros que también la enfrentan”.
El camino hacia la WNBA
El día que Lauren fue reclutada, su artículo “Para cualquiera que haya pasado por esto” se publicó en The Players Tribune. En él, ella escribió sobre la fortaleza que aprendió por la diabetes Tipo 1, pero en las respuestas que ha escuchado desde entonces, descubrió que el artículo tiene impacto en muchas personas. “Creo que los padres en particular miran mi experiencia como algo que pueden enseñarles a sus hijos, tal vez no tengan diabetes, pero puede ser un ejemplo de cómo superar la adversidad… mis padres nos criaron para tratar de ser líderes y a expresarnos, pero la diabetes me enseñó que incluso cuando estoy en mi punto más bajo, siempre hay algo que puedo hacer”.
Cuando le preguntaron cómo se siente ser reclutada para la WNBA, particularmente como la primera jugadora profesional femenina con diabetes Tipo 1, dijo “Se siente bien. Este era el objetivo final cuando comencé a jugar baloncesto. Soñaba con jugar como profesional. Quiero que los niños con diabetes Tipo 1 sepan que puedes alcanzar el nivel más alto en lo que haces”. Cuando le preguntaron si tenía miedo de jugar profesionalmente con diabetes, ella respondió: “En realidad no. Jugué cuatro años de baloncesto universitario con diabetes Tipo 1. Esa temporada es casi dos veces más larga que la temporada de la WNBA. Sé lo que debo hacer”.
Por lo general, los juegos de la WNBA habrían comenzado a mediados de mayo, pero la organización anunció recientemente que los juegos comenzarán a fines de julio en una temporada especial que se jugará exclusivamente en la Academia IMG en Bradenton, Florida. Durante la cuarentena, Lauren aprendió a hacer jambalaya, ella y su familia se han mantenido ocupados con retos familiares de tiros con truco, de los cuales Lauren está muy orgullosa de lograr un tiro de baloncesto golpeando la pelota con un bate de béisbol.
Para sus futuras competidoras de la WNBA, quiere que sepan que: “se enfrentarán a una competidora. Odio perder. Haré lo que sea necesario para que mi equipo gane”.