MI NUEVA PERSPECTIVA DE LA DIABETES TIPO 1


 2018-02-25

A la edad de 21 años, fui diagnosticada con diabetes Tipo 1 durante mi primer semestre de posgrado en Malibú, CA. Después de meses sin diagnóstico y experimentando todos los síntomas más importantes relacionados con la diabetes Tipo 1, todo mi mundo cambió el 21 de diciembre de 2012, cuando descubrí que tenía diabetes. Mi padre, un jugador profesional retirado de la liga menor de béisbol, fue diagnosticado con diabetes Tipo 1 el año en que nací. La diabetes no estaba ni cerca de estar en mi radar, aunque los síntomas obvios debieron haber levantado una señal de alarma.

Era una instructora de aptitud física muy activa durante toda la universidad, tenía varios trabajos, cursaba más de 26 unidades por semestre durante mis estudios de pregrado y tenía un estilo de vida muy saludable. Adaptarme a la diabetes Tipo 1 fue física, emocional y mentalmente difícil. Estaba enfocada en obtener mi maestría a la edad de 22 años e iniciar una carrera exitosa, todo mientras cumplía mis sueños por los que me esforcé tanto. Al principio, me sentí derrotada. Sentí como si hubiera superado mi “punto más alto” y tendría que continuar para siempre con una enfermedad que duraría toda la vida y la cual me impediría alcanzar estas metas y, con el tiempo, afectaría mi salud, mis relaciones y mi futuro. Nunca sentí lástima por mí misma, pero sí me sentí triste de que ya no tenía la energía, el impulso o la motivación como antes lo tenía. Constantemente comparaba la versión “más nueva, más enferma” con mi antiguo yo.

Un día, esta mentalidad cambió e inmediatamente hubo un cambio en la forma de verme a mí misma y a la diabetes Tipo 1 en conjunto. Me percaté de que podría perfectamente alcanzar todos los mismos objetivos con o sin la diabetes Tipo 1. La única diferencia es que tengo que controlar manualmente mi inexistente páncreas con un poco de trabajo y esfuerzo adicional (bueno, tal vez bastante). En lugar de ver a la diabetes Tipo 1 como un retroceso, he aprendido a aceptar el reto. En lugar de sentir lástima por mí misma o subconscientemente convencerme que estaba “enferma” para siempre, decidí que no iba a considerar que la diabetes Tipo 1 es una piedra en el zapato. En cambio, utilizaré mi enfermedad como la munición para superar los retos que, más adelante, serán aún más gratificantes. Sí, hay algunos días que son más difíciles, pero ha habido más experiencias positivas de aprendizaje que han resultado de mi experiencia con la diabetes Tipo 1 que me gustaría compartir:

  • La diabetes Tipo 1 me hizo más consciente de todo lo que le doy a mi cuerpo.
  • La diabetes Tipo 1 ha traído consciencia de todas las influencias internas y externas en mi mente, cuerpo, así como en la salud y el bienestar en general.
  • La diabetes Tipo 1 me ha permitido encontrar un mejor balance en la vida.
  • La diabetes Tipo 1 me ha hecho más fuerte y más disciplinada física, mental, emocional y espiritualmente.
  • La diabetes Tipo 1 me ha permitido tener más respeto para mí misma por mis logros y empuje durante momentos de retos. Los éxitos son mucho más gratificantes.

Durante los últimos años, me he comprometido conmigo misma a estudiar a la diabetes Tipo 1 desde adentro hacia afuera y a aprender métodos para aumentar mi calidad de vida y el control de la diabetes. Mi pasión es destruir los estereotipos, la confusión y el estigma relacionados con la diabetes Tipo 1 y vivir con una enfermedad que dura toda la vida. En los últimos tres años, he viajado por el mundo, estudié en el extranjero en Europa, me gradué de mi Maestría en Negocios Globales y he iniciado en el mundo de los negocios profesionales con una carrera exitosa y me comprometí; todo mientras me comprometía a mí misma con aprender sobre la diabetes Tipo 1 y descubrir nuevos modos de controlar a mi diabetes. Es en momentos como este, en donde reflexiono y me percato que he obtenido éxitos durante todo el camino y que la diabetes Tipo 1 no me ha quitado ni una sola parte de ellos.

Justo el año pasado, mejoré en mi control de la diabetes Tipo 1 con una bomba y un MCG (medidor continuo de glucosa). En lugar de estar avergonzada de mi enfermedad, llevo orgullosamente mis dispositivos conmigo con la esperanza de educar a otros y ser una representación positiva de la comunidad de luchadores con diabetes Tipo 1.  


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ESCRITO POR MARCI THIESSEN, PUBLICADO 02/25/18, UPDATED 06/07/18

Marci es una chica de 24 años de edad de California, quien está comprometida con su mejor amigo. Cuando no está planeando su boda de ensueño al estilo Malibú o trabajando de 8 a 5, la puedes encontrar haciendo cualquier cosa que sea activa: yoga, pilates, remo y cosas artísticas. Tiene su maestría en Negocios Globales de la Universidad de Pepperdine y disfruta de nuevas aventuras y de viajar el mundo. Sus mejores amigos también son su familia y su fe cristiana es lo que le da propósito. Es una persona con diabetes Tipo 1 apasionada con destruir el estigma y los estereotipos asociados con la diabetes Tipo 1 y vivir con una enfermedad de por vida. Algunos aspectos divertidos de ella: es una gran bebedora de jugos verdes, le gusta la música electrónica dance y tiene ilusiones sobre vivir en una cabaña con una mezcla de estilo de Los Hamptons y Malibú con su prometido, Matt.