Secretos para reducir el – una coach de salud y diabetes nos da una exclusiva
Como instructora de salud en nutrición integrativa para personas con diabetes (Diabetic Integrative Nutrition Health coach), la mayoría de mis clientes vienen a mí en busca de ayuda para reducir su hemoglobina A1c. He vivido con diabetes tipo 1 por quince años así queentiendo que la hemoglobina A1c baja es algo más que sólo un número. Se trata de llevar el control de tu vida.
Cuando me diagnosticaron a los siete años de edad, fui muy afortunada de tener padres que me cuidaron muy bien. Recuerdo haber crecido con mi papá diciéndome, “De todos los reportes que tendrás que llevar a casa, ¡tu reporte de hemoglobina A1c es el más importante!”
La mayor parte de mi infancia tuve una A1c decente que promediaba un nivel de 7 medio. Nunca fue terrible, pero siempre fue una de mis metas mantener el nivel lo más bajo posible para reducir las complicaciones futuras. Cuando fui a la universidad y me volví más independiente, todo cambió. Mientras la mayoría de los chicos estaban de fiesta y comían comida rápida a las 2 de la mañana, yo jugaba fútbol soccer de primera división y sabía que, si quería rendir de la mejor forma posible, necesitaba sentirme lo mejor posible. Por medio de la autoeducación y asistiendo al Instituto de Nutrición Integrativa después de la universidad, empecé a implementar herramientas tanto para la mente como para el cuerpo, que me ayudaron a ser más saludable y a tener más en control de mi diabetes.
Hoy, quiero compartir con ustedes cómo bajé mi hemoglobina A1c de un 7.5 a un 5.7, y llegué a ser lo más sana y más feliz que he estado nunca. Si deseas llevar un control más estricto de tus niveles de azúcar en la sangre, empieza por ver tu nivel de satisfacción en estas 5 áreas:
1 – Organización
Me parece que la organización hace que la vida con diabetes sea menos abrumadora. Cada domingo por la noche planeo mi semana. Anoto días, horas y detalles para la compra de alimentos, la meditación matutina, los entrenamientos, los cambios en los sets de la bomba de insulina, las citas médicas y la preparación de las comidas. Cuando me organizo para el día a día, tengo más energía para concentrarme en el control de mi diabetes. Esto también me da el poder, tanto emocional como psicológico, para hacerle frente a esos niveles de azúcar altos y bajos inesperados durante la semana.
2 – Estar en forma
Estar en forma es una parte muy importante de mi vida. Yo me ejercito de 5 a 6 días a la semana e incorporo una combinación de cardio, pesas y yoga en mi rutina. Para mi cuerpo, al ejercitar por la mañana encuentro que aumenta mi sensibilidad a la insulina durante el resto del día. En otras palabras, mi dosis de insulina actúa más rápido y con mayor eficacia, lo cual evita que mis niveles de azúcar en la sangre se eleven.
3 – Tener una conciencia plena
A través de mi práctica de yoga durante los últimos 5 años, he aprendido lo beneficioso que es tener una conciencia plena para las personas que tienen que lidiar con la diabetes, o con cualquier otra enfermedad crónica. Cuando somos conscientes, o prestamos mucha atención a lo que es el propósito en nuestras acciones, reducimos el estrés en nuestras vidas tomando las cosas con calma y haciendo una conexión de nuestros pensamientos con las necesidades de nuestro cuerpo. Un ejemplo de ser plenamente conscientes es revisarme cada 2 horas a lo largo del día para comprobar el nivel de azúcar en mi sangre. Después de hacerme la prueba, me detengo y me pregunto si necesito comida, insulina, o si sé en qué dirección va mi nivel de azúcar para poder tomar medidas.
4 – Nutrición + deconstrucción de antojos
La nutrición y la deconstrucción de antojos es una gran parte de lo que yo trabajo con mis clientes. Por supuesto que queremos estar conscientes de la cantidad de gramos de carbohidratos que estamos comiendo, pero lo más importante que queremos hacer es ver los ingredientes. 60 gramos de carbohidratos en un sándwich de hummus de pan de grano germinado son muy diferente a 60 gramos de carbohidratos en una hamburguesa y papas fritas debido a la diferencia de la grasa y la densidad nutricional en general. Me parece que también es muy importante llegar a conocer tu cuerpo y aprender la forma en que algunas comidas específicas afecta nuestra azúcar en la sangre en un nivel individual. Por ejemplo, ¿cómo afecta tu azúcar en la sangre un batido a las 9 a. m. en lugar de un plato de avena con arándanos? ¿Puedes encontrar ciertos patrones con los picos de azúcar en la sangre y los alimentos que estás comiendo?
Otra parte de la nutrición es deconstruir antojos. Tengo algunos clientes que no tienen ningún problema con comer saludable desde la mañana hasta la cena, pero por ahí por las 8:00 de la noche simplemente no pueden parar los atracones de comida, lo que conduce a niveles altos de azúcar en la sangre durante la noche. Si te das cuenta que tienes ciertos antojos, pregúntate por qué. ¿Realmente tienes hambre, o simplemente estás cansado?, ¿estresado?, ¿aburrido?, ¿solitario? Encuentra el problema desde sus raíces profundas y ocúpate de él directamente en lugar de automedicarte con alimentos.
5 – Reflexión diaria
Todos tenemos vidas locas, y a veces no nos tomamos suficiente tiempo para sentarnos con nuestros pensamientos y emociones para simplemente refleccionar. Por la noche, me resulta extremadamente útil llevar un diario. Anoto cómo fueron mis niveles de energía para ese día, cómo estuvo mi estado de ánimo, y cuántas bajas y altas de azúcar tuve. Entonces veo si puedo identificar patrones con mi azúcar en la sangre y las áreas en que puedo mejorar. Reflexionar se trata de autocuidarnos y darnos cuenta de cuáles son las acciones o pensamientos que sirven y cuáles no.
Recuerda que estás en el asiento del conductor de tu vida. Si sientes que has perdido el control, pregúntate qué pasos debes tomar para recuperarlo. Sólo tienes una mente, un cuerpo y una oportunidad de vivir una vida sana y feliz. Haz tu mejor esfuerzo.
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