The Amazing Race (El Gran Reto) – La Diabetes no la Detuvo


 2016-01-16

En 2010, Nat Strand, quien es anestesióloga y vive con diabetes Tipo 1, completó The Amazing Race (El gran reto) de CBS, un extenuante programa de televisión que pone a prueba tanto la resistencia física como la resiliencia mental. Esto no es algo para los temerosos o los de estómago débil. Nat y su mejor amiga, Kat Chang, completaron un amplio rango de desafíos mientras viajaban por cuatro continentes, 10 países y 31 ciudades; recorrieron 51,500 km (32,000 millas) en solo 23 días. Nat, junto con su compañera de equipo y su reserva adicional de insulina, sobrevivieron al calor de Ghana y al frío del Círculo Ártico. Cuando atravesaba ríos caudalosos, Nat tenía que quitarse y asegurar su vital bomba de insulina. Luego de sobrevivir saltos en bungee y comer cabezas de oveja, monitoreaba sus niveles de azúcar en la sangre y ajustaba la insulina como correspondía. Este implacable dúo no se detuvo hasta llegar a la meta y lo ganó todo: ¡la increíble suma de un millón de dólares!

En la temporada 17 se convirtieron en el primer equipo de mujeres en ganar y Nat fue la primera persona con diabetes que lo lograba. Esta fue la primera de muchas victorias y sin duda fue la primera para Nat Strand en este tipo de competencias.

Aparte de abrir hospitales, practicar el manejo del dolor crónico y cuidar de una familia, Nat es miembro del consejo de Beyond Type 1, donde sigue inspirando a las personas que padecen de diabetes Tipo 1 en todo el país. Esto es lo que nos contó sobre su increíble hazaña.


 

BT1: La rutina es importante para una persona que vive con diabetes Tipo 1, especialmente cuando se trata de regular los niveles de azúcar. Entonces, ¿qué hiciste en tu manejo de la diabetes para compensar el horario irregular?

NS: Tuve que eliminar cualquier expectativa de tener niveles perfectos de azúcar en la sangre. A veces tenía un buen control de la diabetes, y otras solo trataba de no dejar que la diabetes se interpusiera en mi camino. Dejaba que mis niveles estuvieran un poco altos durante la carrera para evitar cualquier baja peligrosa. Nunca sabíamos qué íbamos a comer. Comíamos al inicio de cada etapa de la carrera, pero podíamos pasar de 12 a 15 horas sin comer, así que empacaba muchas fuentes de glucosa. Si había un panecillo extra en el desayuno, por ejemplo, me lo llevaba. Hacía lo mismo con los bocadillos en el avión. Nunca te detienes a comer, nunca tienes dinero, pero lo que sí tienes son limitaciones de tiempo. Al final, bajé 12 libras.

BT1: Para aquellos que no lo saben, ¿cómo pueden verse afectados tus niveles de glucosa en la sangre por los tiempos irregulares de alimentación y sueño? Por ejemplo, ¿por qué son tan importantes los cambios en las zonas horarias?

NS: Con los cambios en las zonas horarias, podrías estar activo cuando normalmente estás descansando (y viceversa). Esto desajusta las cosas porque mi reloj biológico y la hora local no concuerdan. Mis niveles de azúcar en la sangre tienden a ser más altos temprano por la mañana. Por lo tanto, mis tasas basales tienden a estar más elevadas a esa hora que durante el resto del día. Tuve que cambiar la configuración de mi bomba. Calculaba mis necesidades de insulina para las 24 horas y luego lo dividía en las mismas tasas basales por hora. Además, cuando estás muy privado de sueño, tu cuerpo libera hormonas de estrés, y estas pueden elevar tus niveles de glucosa en la sangre. Por lo tanto, la combinación de cambios en las zonas horarias con la falta de sueño hace que mis niveles de azúcar en la sangre sean erráticos y que sea difícil hacer planes por adelantado.

BT1: ¿Qué es lo más difícil que tuviste que comer durante la carrera?

NS: Tuvimos dos desafíos de alimentación. Primero, tenías que comer una cabeza de oveja hervida (aparentemente es una delicia noruega), lo cual nos puso en el primer lugar de esa etapa. Al menos es baja en carbohidratos. ¿Qué pasaría si tuviera que comer un plato gigante de pasta? En Hong Kong había una mesa enorme de sushi, y tenías que comerte las piezas de sushi verdaderas hasta que encontraras la falsa. La gente empezó a enfermarse. A mí, completar el desafío me tomó probablemente de 10 a 15 minutos. Tuve suerte. Decidí enfocarme solo en el sashimi para evitar todos los carbohidratos adicionales. ¡Encontré el sushi falso enseguida!

BT1: El personal no tenía insulina adicional y no hacían excepciones. Tenías que enfriar la insulina en Ghana y mantenerla caliente en el Círculo Ártico, todo por tu cuenta. ¿Te sorprendió que no hubiera un trato especial para una persona que padecía de una enfermedad como la diabetes Tipo 1?

NS: No me sorprendió, porque no interferían. No ayudan a nadie. Eres bienvenido a participar en la carrera, pero tienes que arreglártelas tú solo. Ellos no llevaban glucosa adicional, ni bocadillos o insulina. Cuentan con dos médicos, así que si algo hubiera ocurrido, ellos podrían haberme tratado, pero no interfieren cuando estás en la carrera.

BT1: ¿Qué tipo de plan para la diabetes hiciste antes del programa?

NS: La enfermera y educadora sobre diabetes Carolyn Robertson fue increíble con mi planificación. Ella me dio muchos consejos y trucos. Me ayudó a navegar por las zonas horarias e incluso a empacar; me sugirió por ejemplo que pusiera los suministros de la bomba en bolsas Ziplock en lugar de cajas para ahorrar espacio. Me sugirió que combinara botellas de tiras reactivas para ahorrar espacio. También me sugirió que llevara fuentes de glucosa que también repusieran electrolitos, para combatir no solo los niveles bajos de azúcar en la sangre, sino también la deshidratación.

BT1: Tu mayor temor son las alturas, y tuviste que saltar en bungee desde una grúa de carga a 45 metros (150 pies) de altura en Los Ángeles para el desafío final. También has mencionado que tus niveles de glucosa en la sangre son sensibles al estrés. ¿Cómo lo compensaste o combatiste el estrés de cara a este desafío?

NS: En la última etapa de la carrera, tuvimos que caminar por una tabla sobre una grúa y saltar en bungee hacia una balsa que flotaba debajo. ¡Fue aterrador! Le tengo un miedo terrible a las alturas. En mi caso, para librarme del estrés, lo mejor que puedo hacer es respirar profundamente y mantener la visualización. Continuamente cerraba los ojos, me decía a mí misma que estaba en algún lugar tranquilo y respiraba despacio. Esto me ayudó un poco, pero ¡aun así estaba completamente aterrada!

BT1: Cuando estuviste en Hong Kong, tuviste una baja de azúcar peligrosa. ¿Qué hiciste para superar esta situación?

NS: ¿Qué puedes hacer? Lo único que puedes hacer es tratarlo y esperar a que pase. Yo trataba de no dejar que el equipo de las cámaras lo viera, porque ya sabes que cuando tienes una baja y estás de mal humor, realmente no quieres tener a nadie con una cámara enfrente. Alumbré el lente con mi linterna para que no pudieran usar esa toma. Tan pronto como nos registramos, alguien me llevó un sándwich. No había comido en 12 horas.

BT1: En una entrevista con Diabetes Life, dijiste que “la diabetes es su propio animal”. ¿Cómo “domas a la bestia” o logras tener una relación positiva con la enfermedad crónica?

NS: Desearía poder “domar a la bestia”. Si pudiera comparar a la diabetes con cualquier animal, sería un tigre de mascota; nunca estará completamente domado. Debes planificar, asegurarte de tener suficientes bocadillos con glucosa y tener insulina de respaldo, por si acaso, y si algo sale mal, se convierte en algo molesto y no en un desastre. Eso es lo que he aprendido con el tiempo. La diabetes siempre traerá sorpresas, pero encuentro que mientras más preparada esté, menos impacto tendrán las sorpresas en mí. Cuando estaba en la universidad, siempre esperaba hasta el último set de infusión o la última botella de insulina para reabastecer mis suministros. Esto ocasionaba muchas situaciones estresantes, ya que debía buscar un frasco de insulina con unas cuantas gotas más para poder pasar la noche. Ahora soy más organizada y tengo muchos más suministros de respaldo. Si accidentalmente rompo la bomba o una botella de insulina, no es un desastre en absoluto.

BT1: ¿Sentiste alguna vez que la diabetes se interponía en la carrera?

NS: Absolutamente. Siempre se interpone. Normalmente digo que es un desafío, pero NO una limitación. Para cada desafío de agua que hacíamos me tenía que quitar la bomba y asegurarla. Y cuando tus niveles de azúcar en la sangre están o muy altos o extremadamente bajos, te comportas lento y te cuesta concentrarte, así que no realizas tu mejor desempeño. Además, mi monitor continuo de glucosa siempre generaba advertencias porque mis niveles de azúcar en la sangre eran bastante variables. Esto interrumpía lo poco que lográbamos dormir. Sin embargo, aunque la diabetes se interponía en ocasiones, obviamente no me limitó demasiado, ¡porque ganamos!

BT1: Tú dijiste, “Cuando tienes diabetes, todo se convierte casi en malas noticias”. Tienes que preocuparte por todos estos posibles peligros. En The Amazing Race también tenías que superar posibles peligros. ¿Qué te motiva y cómo te mantienes enfocada en abordar estos desafíos más allá de la carrera?

NS: Creo que la vida naturalmente te da desafíos que quieres superar. En The Amazing Race, sin duda estaba motivada a ganar y a demostrar que alguien con diabetes Tipo 1 podía completar todos los desafíos de la carrera. Cuando decidí que quería tener hijos, hice lo necesario para controlar mis niveles de azúcar en la sangre y tener un bebé saludable. No quiero perderme de nada porque tengo diabetes. Creo que la motivación también proviene de conectarte con las personas que están del otro lado de las cosas que quiero lograr. Veo que lo han hecho antes. Sin importar lo que he querido hacer, desde practicar el buceo de superficie o mi residencia médica hasta estudiar en el extranjero o tener hijos, he sido motivada por otras personas con diabetes que lo han hecho antes de mí.

BT1: Ser el primer equipo de mujeres que gana The Amazing Race te convierte en una vocera para las mujeres, al igual que para las personas con diabetes. Si pudieras decirte algo a ti misma cuando eras niña, ¿qué sería?

NS: Vaya, hay tantas cosas que me diría a mí misma cuando era niña… me diría que sea paciente y que todo saldrá bien. Si no parece correcto en el momento, solo espera y llegará lo que sí sea correcto. Creo que cuando eres joven, también eres impaciente. Diría “No te preocupes, solo disfruta la vida”. En particular en términos de la diabetes, me preocupaba por todas las posibles complicaciones de la enfermedad. Escuchas estas estadísticas terribles, y yo solía llorar pensando que me quedaría ciega o perdería una extremidad. Heme aquí 26 años después, sin ninguna complicación. Es importante que las personas que acaban de ser diagnosticadas lo sepan: podemos vivir vidas largas, felices, saludables y libres de complicaciones con la diabetes Tipo 1. A mí me habría gustado saberlo cuando era niña.

BT1: ¿Cómo fue regresar a casa después? ¿Fue difícil “bajar la adrenalina”? ¿Extrañaste algo? ¿Sentiste que habías cambiado?

NS: ¡Sí extrañé la adrenalina! Hay algo increíble acerca de competir todos los días. Eso debe ser lo que los atletas profesionales sienten. Te despiertas con un enfoque como de láser y eres parte de un equipo; todo lo que importa es llegar a la meta. Durante algún tiempo, cada vez que veía una señal amarilla de taxi pensaba que era una pista. Los taxis son solo taxis y ahora los puedo tomar donde quiera. [Se ríe]. Sin embargo, sí extrañé la carrera cuando regresé; ¡fue maravillosa!

BT1: ¿Cómo es tu vida ahora? (¡Ahora que eres madre!)

NS: ¡Sí! La vida es tan diferente… En aquel momento hace cinco años, yo viajaba, vivía en California, practicaba el buceo de superficie, hacia carreras, etc. Ahora soy madre de un bebé de nueve meses; estoy casada y tengo un hogar. Mis desafíos son igual de emocionantes, pero están limitados a cuatro paredes.

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ESCRITO POR MICHELLE BOISE, PUBLICADO 01/16/16, UPDATED 03/22/19

Michelle cuenta con un MFA en escritura de la Universidad de San Francisco; ella cree en el poder de las palabras y busca la cualidad humana detrás de cada historia. Es escritora, editora y gurú de contenido; ha trabajado tanto en revistas literarias como en plataformas de comercio electrónico. Antes de unirse al equipo de Beyond Type 1, escribía artículos de salud para Fitbit.