“Hacer la diferencia una persona a la vez”: la labor de Gilda González
Cuando el diagnóstico llega a nuestras vidas, puede ser un momento crítico y de difícil manejo desde todos los aspectos. Es por ello que tener el apoyo de un profesional de la diabetes para ayudarnos a gestionar este nuevo estilo de vida, tanto personalmente como en las familias, es primordial. Te invitamos a conocer un poco de Gilda González, trabajadora social que ha hecho mucho por niños y adolescentes que viven con diabetes y sus familias.
Sobre Gilda
Gilda nació y creció en Fajardo, Puerto Rico. Le encanta escuchar música, hacer yoga o meditación, disfrutar de las actividades al aire libre y pasar tiempo de calidad con su esposo y sus 3 hijos Gabriel, Daniel y Andrés.
Realizó sus estudios en la Universidad de Puerto Rico en donde obtuvo una Maestría en Trabajo Social graduándose con honores. Se mudó al estado de la Florida en 1991 en donde comenzó a hacer sus estudios de licenciatura como Trabajadora Social Clínica. Gilda, ha ejercido su profesión por 30 años y ha trabajado en lugares como Children’s Home Society, Hospice of Central Florida, Seminole County Public School, Associates in Psychology and Counseling y en sus últimos 12 años ha ejercido en Adventhealth for Children (anteriormente conocido como Florida Hospital). Gilda ha escrito artículos de interés social en el periódico “La Prensa”, “El Nuevo Día” y en la revista “Southwest Orlando”.
Su labor con niños y adolescentes
Gilda se especializa en trabajar con niños, adolescentes y sus familias dándoles consejería, apoyo emocional y recursos para lidiar con un nuevo diagnóstico médico o con una enfermedad crónica. En los últimos 12 años ha trabajado con la diabetes en la población pediátrica.
Gilda nos comparte que cuando comenzó a trabajar con la clínica de la diabetes fue más bien un suceso accidental, “pero como todos sabemos los mejores inventos o resultados han ocurrido ‘accidentalmente’”. En ese momento, nos comparte, el hospital estaba comenzando a expandir sus servicios y abriendo nuevas clínicas ambulatorias como la de la epilepsia, trasplante de médula ósea, cardiología entre otras. A Gilda le asignaron la clínica de la diabetes y el único conocimiento personal con relación a la diabetes fue con su tía quien vivía con diabetes tipo 2. Fue aprendiendo con las familias, con los mismos pacientes y con todo el equipo médico todo lo relacionado al diagnóstico de diabetes.
Los retos y los aprendizajes de su profesión
Su mayor reto es abogar por las personas que viven con diabetes y que atraviesan por circunstancias críticas a nivel económico o social: “es muy triste tener diabetes y depender de padres que están lidiando con problemas de drogas, alcohol o violencia doméstica. En ocasiones, padres que nos están educados en los derechos legales y la diabetes.” Nos comparte Gilda.
Para Gilda, es muy difícil señalar el aprendizaje vivido trabajando con la diabetes, pues todos los días es un nuevo día de aprendizaje: “Generalmente hablando, es admirable ver a niños y jóvenes que no se dejan limitar por su condición médica y continúan luchando por sus metas y sus sueños hasta lograrlo.” Nos comenta.
Gilda se siente muy bendecida por su profesión de trabajadora social y por poder mantener el mismo amor y la misma pasión como si fuese su primer día. Su lema es “hacer la diferencia una persona a la vez”.
Te invitamos a conocer más sobre Gilda y sobre el duelo en la diabetes tipo 1, así como estrategias para los cuidadores en nuestro próximo TypeOneNation Summit de JDRF el próximo miércoles 4 de mayo. Inscríbete aquí.
