Todos los caminos llevan a… ¡Purple Hearts! La diabetes, el amor y las batallas
Ver a personajes de películas que viven con diabetes tipo 1 ¡es todo un suceso! Es toda una revolución para quienes convivimos con esta condición.
Encontrar en la pantalla grande o en plataformas de streaming, películas o series que de alguna manera intentan representar, hacer visible o mostrar lo que significa vivir con diabetes tipo 1, es algo que pasa pocas veces, pero cuando ocurre, está en boca de todos.
¡Spoiler Alert! Si aún no viste la película, te invito a que la veas y luego vuelvas a este artículo. Si ya la viste, me va a encantar conocer tu opinión sobre este film.
Nos encontramos frente a una película en la que, a mi entender, se cruzan distintos temas, tan diferentes, pero que al mismo tiempo, ¡son tan, pero tan parecidos!
¿Cuáles son los momentos cruciales de esta historia? ¡Varios!
Por un lado tenemos a una joven llena de sueños y metas que vive con diabetes tipo 1 y que se enfrenta a la difícil situación de no contar con los insumos necesarios para el cuidado de su diabetes. Una situación que aún hoy, en pleno siglo XXI, se repite en distintas partes del mundo y que seguimos sin entender cómo puede suceder.
Las tecnologías avanzan, la información es cada vez más, pero aún así hay gente que al día de hoy continúa utilizando jeringas y frascos de insulina o, peor aún: personas con diabetes que no tienen acceso a sus insumos. Que no tienen la suficiente cantidad de tiras reactivas para medir su glucemia en todo momento que lo requiera.
Este personaje, nos muestra también la realidad de las hiperglucemias, de cómo sería un inicio de cetoacidosis. Nos comparte cómo medir la glucosa en sangre, cómo aplicar insulina y también cómo resolver una hipoglucemia.
Hablé hace unos renglones, de sueños…Sí, quienes vivimos con diabetes, ¡también soñamos! ¡Y cuánto! Algunos pueden sentir que la diabetes es un obstáculo…otros sienten que la diabetes, se transformó en una compañera de vida…y que incluso, ayudará a ser más fuertes, más perseverantes, a no bajar los brazos…y en algún punto, esto es lo que vemos en Cassandra…Una joven, que vive su vida, que lucha por sus sueños, más allá de su diabetes.
¿Qué más nos presenta esta película? Nos presenta una historia de amor…que se construye con el pasar del tiempo y de las situaciones complejas…”lo que no te mata, te fortalece” dicen por ahí…Y quizás, esa necesidad de ambos personajes, hizo que ese amor se construyera, se fortaleciera…
También nos comparte otro tema de actualidad, que ya no quisiéramos seguir escuchando…pero nos trae frente a nuestros ojos, las batallas, las guerras…esa lamentable realidad que aún hoy da vueltas alrededor del mundo…
Pero bien, al comienzo, decía que, en mi opinión, todos los caminos conducen a Purple Hearts…y se preguntarán por qué…aquí mi justificativo.
Vivir con diabetes, no es más que un día a día de constante toma de decisiones…es un día a día que no siempre es igual…Quizás ayer, fue diferente a hoy y, probablemente, el mañana alguna particularidad tendrá.
Vivir con diabetes, no es más que vivir…como lo hicieron cada uno de esos personajes…cada uno tenía su vida, libraba sus batallas, peleaba contras sus miedos y sus fantasmas. Vivir con diabetes también es eso…es a veces, enfrentar batallas, para las que nadie nos preparó…pero que sin dudas, nos hacen crecer. Vivir con diabetes es enfrentarnos a miedos, a temores, a no saber si quizás mañana una hipoglucemia nos sorprenderá…Pero de nuevo, vivir con diabetes, nos prepara para estar listos ante cada una de las situaciones que podamos tener que enfrentar.
La vida misma es una batalla, una batalla contra la incertidumbre, una batalla contra el desconocimiento, una batalla contra la posibilidad de perder o ganar en todo momento.
Vivir con diabetes, también es como ese amor que va creciendo con el pasar del tiempo, de las situaciones a enfrentar. Empezar este camino con diabetes tipo 1, al principio es difícil…no entendemos por qué estamos ahí…no sabemos qué tenemos que hacer, cómo tenemos que actuar…pero poco a poco, como la canción lo dice, “come back home”, tenemos que volver a casa. Tenemos que volver a nuestra vida como era antes, pero ahora acompañados por una invitada a la que paradójicamente, no invitamos.
Pero más allá de que el amor y la diabetes, en esta historia podrían ser similares si pensamos en su construcción y crecimiento…también pensemos en lo importante que es compartir con quienes nos aman, cuáles son nuestros miedos, nuestras necesidades…porque sí, como todos en la vida, podemos alguna vez necesitar ayuda…y quién nos acompañe tiene que poder hacerlo.
Vivir con diabetes, no es más que amar a quienes nos aman y nos cuidan…no es más que batallar cuando es necesario, no es más que vivir la vida que nos tocó.
Vivir con diabetes es vivir…es aferrarnos a la vida más que nadie…porque entendemos que nuestra vida, depende de unas pequeñas gotitas transparentes…y es por eso que queremos vivir, es por eso que batallamos, porque así es la vida para nosotros. Así es nuestro hoy, nuestro ayer y nuestro mañana.
Purple Hearts nos enseña que en la vida necesitamos de algunas cosas: salud, amor, compañeros. Aquellos que sean capaces de luchar con y por nosotros, en ese frente de batalla.
Purple Hearts, nos enseña que los sueños existen y que a pesar de las adversidades, siempre debemos ir tras ellos.
