Michelle L. Litchman se enfoca en el acceso de las personas sordas a los programas de diabetes


 2021-06-24

Michelle L. Litchman, PhD, certificada por la Junta de Enfermeros Especializados Familiares, becaria de la Asociación Estadounidense de Enfermeros Especializados, becaria de la Asociación de Especialistas en Educación y Cuidado de la Diabetes, profesora asistente en la facultad de enfermería de la Universidad de Utah y directora médica del Programa de atención y educación en diabetes de un día en el Centro de Endocrinología y Diabetes de Utah, fue seleccionada como becaria de enfermería de Betty Irene Moore. La beca está diseñada para formar enfermeras líderes e innovadoras que están teniendo un impacto en la atención médica. Cada becario recibe $450,000 durante el período de su beca, incluyendo $50,000 adicionales para su establecimiento universitario. Para la Dra. Litchman, su proyecto se centrará en la accesibilidad del programa de diabetes para las personas sordas.

“Esto es muy importante para mí porque tengo seis familiares sordos, incluyendo a mi mamá. Y, de hecho, he sido testigo de cómo algunas personas sordas no reciben la atención médica que necesitan”, le dice la Dra. Litchman a Beyond Type 1.

Vivir con diabetes tipo 2 se relaciona con un mayor riesgo de pérdida auditiva según un estudio de investigación de 2019. Para las personas con prediabetes con niveles de glucosa en sangre más altos de lo normal, se asocia una tasa del 30 por ciento de pérdida auditiva en comparación con las personas con niveles normales de azúcar en sangre.

Barreras de Acceso a los Programas para la Diabetes

La Dra. Litchman dice que uno de los retos de los programas actuales es que no siempre se ofrecen o no siempre hay intérpretes de lenguaje de señas disponibles. Agrega que, cuando se ofrecen o hay intérpretes disponibles, no siempre están certificados para comunicar información médica. “Es necesario un intérprete médico, tener a alguien que esté certificado y que también tenga mucho conocimiento sobre la terminología y el espacio médicos”, dice la Dra. Litchman.

Junto con la falta de intérpretes de lenguaje de señas en el entorno de atención médica, la Dra. Litchman enfatiza que la información de salud no siempre se comunica en el idioma que habla el paciente sordo. “En una situación en la que hay alguien sordo, tienes que proporcionar esa información directamente a esa persona en su idioma principal”, explica la Dra. Litchman. “Existe la suposición de que las personas sordas también saben inglés. Para muchos, su idioma principal es en realidad el lenguaje de señas”.

Durante los próximos tres años, la Dra. Litchman diseñará programas para la diabetes teniendo en cuenta el lenguaje y se centrará en la privación del lenguaje, cuando los niños no estén expuestos a suficientes estímulos lingüísticos durante los períodos críticos de la adquisición del lenguaje. Según la Dra. Litchman, algunos padres no les enseñan a sus hijos el lenguaje de señas. “Si no se les enseña el lenguaje de señas, confían en leer los labios. De hecho, les priva de mucho lenguaje, leer los labios [tiene] solo entre un 30 y un 40 por ciento de precisión”.

Las investigaciones muestran que los pacientes sordos o con problemas de audición experimentaron una comunicación directa entre el niño y el cuidador más deficiente. La exclusión continua de la comunicación familiar se asoció con un mayor riesgo de resultados crónicos de salud.

“Es posible que la gente tenga lenguaje de señas en casa, lenguaje de señas estadounidense, leer los labios, depender de los subtítulos”, dice la Dra. Litchman. Debido a que el lenguaje utilizado varía para cada persona, la Dra. Litchman aprovechará la investigación sobre la privación del lenguaje para informar su programación sobre la diabetes. “Mi trabajo tiene algunos foros de apoyo entre pares. Por lo que espero que cuando hagamos estas sesiones, habrá sesiones grupales en las que puedan apoyarse unos en otros para recibir consejos y trucos sobre cómo hacer que las cosas funcionen en sus vidas”, explica la Dra. Litchman. “Creo que muchos de nosotros esperamos mejorar los resultados relacionados con la diabetes, ayudando a las personas a sentir que pueden trabajar en su automanejo, tener la información, sentir que también tienen un grupo de personas en las que pueden apoyarse”, comparte la Dra. Litchman.

ESCRITO POR Kayla Hui , PUBLICADO 06/24/21, UPDATED 06/28/22

Kayla Hui es la reportera de salud de Beyond Type 1 que cubre la diabetes, las enfermedades crónicas y las inequidades en la salud. Recibió su Maestría en Salud Pública en la facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston. Kayla ganó una beca de Pulitzer Center y un premio de la Fundación Slants en 2020 por su proyecto sobre la salud mental de los conductores de camiones inmigrantes chinos. Su trabajo publicado se puede encontrar en Healthline, Verywell Health, Pulitzer Center y más. Fuera del trabajo, a Kayla le gusta escalar, hornear y comprar plantas que no necesita. Puedes seguir a Kayla en Twitter en @kaylanhui.