Azul extremo


 2016-08-09

Nota del editor: para que esta lectura sea mejor escucha la canción de Claire Into The Blue (azul extremo).

Viajar a lugares exóticos puede ser muy emocionantes y a la vez desafiante, y tener diabetes tipo 1  no debe evitar que experimentes aventuras increíbles mientras viajas.

Hace poco visité Bora Bora en las islas de la Polinesia francesa, donde casi todas las actividades eran en el agua. Esto a veces puede ser un problema, pero no tiene por qué ser así.

Una de mis actividades favoritas en Bora Bora es montar una moto de olas alrededor de la isla. Es un viaje de una hora. Antes de empezar, me aseguro de comprobar el azúcar en mi sangre y me quito mi bomba de insulina, y hay un compartimiento conveniente para almacenar la bomba en una bolsa de congelador. Siempre llevo muchas tabletas de glucosa y por lo general un paquete de refrescos gaseosos, por si acaso. Si mi azúcar empieza a bajar, a veces como media barra de proteínas para mantener nivelado mi nivel de azúcar mientras acelero por el agua azul y transparente.

Nadar con tiburones, rayas y morenas son sólo algunas de las criaturas submarinas que se pueden observar mientras estás en Bora Bora. El agua es tan transparente que casi no se necesita una máscara para ver toda la vida marina. Es uno de los lugares más bellos del mundo, un verdadero paraíso.

La comida también es genial y todos los menús tienen pescado fresco y sushi. Había muchas opciones que son buenas elecciones para las personas con diabetes tipo 1. Me gusta más el sashimi y las verduras frescas. De vez en cuando, me daba un gustito, comía pan de coco o una galleta de chispas de chocolate hecha en casa (si mi nivel de azúcar en la sangre estaba por debajo de 150). Para el desayuno, comía huevos escalfados y fruta, lo que realmente me ayudaba a mantener mi nivel de azúcar en la sangre nivelado durante todo el día. Todos los días cerca de la piscina, daban pequeñas porciones para degustar sus batidos frescos, las cuales eran porciones del tamaño perfecto para mí sin que se me subiera demasiado el nivel de azúcar en la sangre.

Como un gusto adicional, visitamos Kona, Hawaii en nuestro camino de vuelta a casa. Mientras buscábamos avistar delfines, nos topamos con un tiburón ballena muy raro. No hace falta mencionar que no podía esperar a meterme al agua con esta grande y dócil criatura. Una vez más revisé el azúcar en mi sangre y me quité la bomba de insulina para luego sumergirme en el agua con el resto de nuestro grupo. Tener diabetes tipo 1 nunca evitaría que me perdiera de esta experiencia especial.

En cualquier momento cuando viajes, lleva contigo inyecciones adicional si usas una bomba de insulina en el caso de que te salga el temido “error de botón”. Pareciera como si la bomba siempre funcionara mal cuando te encuentras en los lugares más inconvenientes para que pase, sobre todo cuando se trata de una isla desierta en el paraíso.


Leer más de Claire: una retrospectiva sobre el evento llamado Cochella o su artículo sobre nadar con los tiburones (con banda sonora)

ESCRITO POR Claire Nordstrom, PUBLICADO 08/09/16, UPDATED 08/25/22

Claire fue diagnosticada con diabetes tipo el 1 de mayo de 2011. Actualmente asiste a la Universidad Southern California y le encanta el océano, jugar voleibol de playa, esquiar, salir con su familia y viajar. Desde que fue diagnosticada, Claire ha sido muy abierta acerca de su estado y ha tratado de apoyar a otros con diabetes tipo 1. La forma en la que ella se mantiene saludable es por medio de comer bien y mantenerse activa. Claire es vocalista de formación clásica y compositora que también toca el ukelele. Cuando tenía 13 años, ¡tuvo la oportunidad de cantar el himno nacional en un juego de los Seattle Seahawks! Su música se puede encontrar en iTunes y Soundcloud.com/Claire-Nordstrom.