Gastroparesia

 2020-12-14

La gastroparesia, también conocida como retraso del vaciamiento gástrico, es un tipo de neuropatía autonómica que afecta la digestión de los alimentos.

  • La gastroparesia es más común en personas con diabetes Tipo 1 que en aquellas con diabetes Tipo 2.[2]
  • Se estima que aproximadamente el 5,2 % de las personas con diabetes Tipo 1 y el 1 % de las personas con diabetes Tipo 2 tienen gastroparesia.[2]
  • La gastroparesia se observa con mayor frecuencia en personas que han tenido diabetes durante más de 10 años y que ya han desarrollado otras complicaciones microvasculares.[9]

La palabra gastroparesia en realidad significa “parálisis del estómago”.

  • Cuando una persona come, su estómago se contrae para triturar la comida y luego la empuja hacia el intestino delgado para continuar la digestión.
  • El estómago de una persona con gastroparesia no se contrae normalmente, por lo que no tritura los alimentos correctamente ni los empuja hacia el intestino delgado de la forma en que debería para una buena digestión.
  • Específicamente, se ve afectado el nervio vago, el que les indica a los músculos del estómago que se contraigan.

Esto puede causar problemas que interfieran con la digestión normal. Puede causar [1]:

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Hinchazón en el estómago.
  • Dolor de estómago.
  • Pérdida de peso.
  • Falta de apetito.
  • Reflujo.
  • Vomitar comida sin digerir que la persona ha comido hace unas horas.
  • Sentirse lleno después de comer solo unos pocos bocados.
  • Niveles de glucosa en sangre impredecibles, lo que dificulta saber qué dosis de insulina utilizar y en qué momento (p. ej., un nivel alto de glucosa en la sangre retrasado unas horas después de comer debido al retraso en la digestión).

Si la gastroparesia no se trata, puede causar [1]:

  • Deshidratación y desnutrición, debido a que el cuerpo no logra absorber los nutrientes de los alimentos ingeridos ya que la persona vomita o no come lo suficiente.
  • La fermentación de los alimentos causa el crecimiento de bacterias porque permanecen demasiado tiempo en el estómago o se vuelven sólidos (llamado bezoar) y causan un bloqueo que impide que pasen más alimentos.

Diagnóstico de Gastroparesia

Un diagnóstico de gastroparesia se realiza cuando una persona tiene síntomas y el resultado de una prueba muestra un retraso en el vaciado del estómago hacia el intestino delgado (retraso del vaciamiento gástrico) sin ningún bloqueo. Tener un diagnóstico adecuado, que implica pruebas, es importante para orientar las opciones de tratamiento.

Primero, tu médico te preguntará sobre tus síntomas e historial médico, te realizarán un análisis físico y se solicitará un análisis de sangre. Es posible que te pida realizar una prueba para confirmar que se trata de un retraso del vaciamiento gástrico. Se recomienda que la glucosa en sangre esté por debajo de 275 mg/dl durante la prueba para que los resultados sean confiables (si la glucosa en la sangre está demasiado alta, podría causar que los resultados no sean precisos). Los medicamentos que pueden afectar el vaciamiento gástrico deben suspenderse durante 48 a 72 horas antes de que se realicen las pruebas — pregúntale a tu médico si debes dejar de tomar algún medicamento antes de tu prueba.[1]

La gammagrafía mide cuánto tiempo tarda un alimento en moverse por el estómago de una persona. Esto se considera el “método de referencia” para diagnosticar la gastroparesia. Durante la prueba, la persona tiene que comer un sándwich de huevo con mermelada, pan tostado y agua. El huevo contiene una pequeña cantidad de isótopos radiactivos para que el médico pueda verlo mientras se mueve por el tracto digestivo durante 4 horas. La persona se acuesta debajo de una máquina de escaneo que toma imágenes del huevo en el estómago después de 1 hora, 2 horas y 4 horas. Si más de 10 % de la comida todavía está en el estómago a las 4 horas, la persona tiene gastroparesia.[1]

Una cápsula inalámbrica de motilidad (WMC, por sus siglas en inglés) mide la rapidez con que los alimentos viajan a través del tracto digestivo midiendo el pH, la presión y la temperatura. La persona ingiere una cápsula electrónica (p. ej., SmartPill). Mientras la cápsula se mueve a través del tracto digestivo, envía información de las lecturas a un receptor que la persona lleva puesto. Esto se hace durante 5 horas.[1]

La prueba de aliento de vaciado gástrico (GEBT) es una prueba no radiactiva que determina la rapidez con la que se vacía el estómago midiendo el dióxido de carbono en las muestras de aliento después de una comida a la que se le agrega un elemento químico llamado isótopo 13C (carbono 13).[1]

Tratamiento

Uno de los objetivos principales de cualquier tratamiento es asegurarse de que la persona reciba suficientes calorías por día, esté hidratada y tenga los nutrientes que necesita para estar saludable. Algunos medicamentos para la diabetes retrasan el vaciado gástrico, como los análogos de amilina y los agonistas de GLP-1, mientras que otros no. Pregúntale a tu médico sobre tus medicamentos si te diagnostica gastroparesia.[1]

En la gastroparesia leve, el objetivo es mantener una buena nutrición e hidratación proveniente de los alimentos. Pero, en casos más graves, si el cambio de dieta y los medicamentos no funcionan, las personas podrían necesitar una sonda de alimentación o nutrición intravenosa.[1]

Las recomendaciones dietéticas incluyen:

  • Consumir comidas pequeñas, bajas en grasas y en fibra 4 a 5 veces al día.
  • También se recomienda ingerir calorías a través de líquidos (tomar) porque parece que los líquidos pueden vaciarse normalmente en el intestino delgado.
  • Evitar las bebidas carbonatadas, las comidas picantes, el alcohol y fumar.
  • Mantener la glucosa en sangre lo más cerca posible del rango objetivo porque la glucosa en la sangre alta retrasa el vaciado gástrico.

La gastroparesia agrega un reto adicional al manejo de la glucosa en la sangre porque la absorción de alimentos no es confiable. Por ejemplo, una persona podría administrarse insulina con una comida, pero luego tendría un nivel bajo inmediatamente porque hubo un retraso en la absorción de los alimentos. Con frecuencia, las personas deben administrarse un bolo después de las comidas. Karey Stapinksi, de 44 años, que ha tenido diabetes Tipo 1 durante 40 años, explica: “Vivo usando mi función de bolo dual [bolo extendido/bolo de onda cuadrada] en mi bomba. Si no lo hago, debo luchar contra los niveles bajos repentinos después de las comidas y luego corregir los niveles altos unas horas más tarde”.

Existen algunas opciones de medicamentos llamados procinéticos en caso de que el cambio de dieta no ayude a manejar los síntomas de la gastroparesia. También podría ser útil un antibiótico llamado eritromicina. Los médicos también recetan antieméticos según sea necesario para detener los vómitos y las náuseas. En la actualidad se están estudiando otros medicamentos que ayudarán a tratar la gastroparesia. Si el tratamiento con medicamentos no funciona, hay opciones quirúrgicas disponibles. [1]

Aspectos psicosociales de la gastroparesia

La diabetes es agotadora y si se agregan más factores, como la gastroparesia, que complican el manejo (sin mencionar los síntomas físicos) es abrumadora. Karey agrega: “La gastroparesia es simplemente horrible, agrega capas adicionales a un proceso de toma de decisiones que ya es complicado”.

Se han realizado investigaciones que demuestran que las personas con gastroparesia tienen una calidad de vida más baja. Tienen dificultades para mantenerse al día con las exigencias de la vida (con frecuencia debido a síntomas como vómitos, dolor, etc.).[5,6] Las personas que tienen síntomas más graves de gastroparesia también tienen más síntomas de ansiedad.[7] Usar una bomba de insulina y un MCG parece ayudar a las personas con el manejo de su diabetes y mejora su calidad de vida.[8]

Es importante hablar con tu equipo de atención de la diabetes sobre consejos prácticos para manejar la gastroparesia y cómo ajustar tus dosis de insulina. Es igualmente importante hablar sobre lo que sientes. Hablar con un proveedor de atención de la salud mental que tenga conocimientos sobre la diabetes puede ayudarte a sobrellevar tu nueva normalidad con diabetes y gastroparesia.


 [1] Camilleri, Michael MD1; Parkman, Henry P MD2; Shafi, Mehnaz A MD3; Abell, Thomas L MD4; Gerson, Lauren MD, MSc5 Clinical Guideline: Management of Gastroparesis, American Journal of Gastroenterology: January 2013 – Volume 108 – Issue 1 – p 18-37

[2] Choung RS, Locke GR III, Schleck CD et al. Risk of gastroparesis in subjects with type 1 and 2 diabetes in the general population. Am J Gastroenterol 2012;107:82–88.

[3] Maleki D, Locke III GR, Camilleri M et al. Gastrointestinal tract symptoms among persons with diabetes mellitus in the community. Arch Intern Med 2000;160:2808–2816.

[4] Parkman HP, Yates K, Hasler WL et al. Similarities and differences between diabetic and idiopathic gastroparesis. Clin Gastroenterol Hepatol 2011;9:1056–1064.

[5] Talley NJ, Young L, Bytzer P et al. Impact of chronic gastrointestinal symptoms in diabetes mellitus on health-related quality of life. Am J Gastroenterol 2001;96:71–76.

[6] Punkkinen J, Färkkil M, Mätzke S et al. Upper abdominal symptoms in patients with Type 1 diabetes: unrelated to impairment in gastric emptying caused by autonomic neuropathy. Diabet Med 2008;25:570–577.

[7] Hasler WL, Parkman HP, Wilson LA et al. Psychological dysfunction is associated with symptom severity but not disease etiology or degree of gastric retention in patients with gastroparesis. Am J Gastroenterol 2010;105:2357–2367.

[8] Calles-Escandón J, Koch KL, Hasler WL, et al. Glucose sensor-augmented continuous subcutaneous insulin infusion in patients with diabetic gastroparesis: An open-label pilot prospective study. Plos one. 2018 ;13(4):e0194759. DOI: 10.1371/journal.pone.0194759.

[9] Aljarallah BM. Management of diabetic gastroparesis. Saudi J Gastroenterol 2011;17:97–104