La guía de amigos y familiares para ayudar a los padres a sanar después tras una pérdida


 2023-07-31

Nota del editor: Este artículo se escribió originalmente en 2018 para Jesse Was Here. Es posible que se haya editado por su extensión y para mayor claridad.


No tengo palabras para explicar los pensamientos que pasaron por mi cabeza mientras conducía los difíciles 30 minutos de regreso a casa, cuando mi mundo se había terminado después de perder a mi hijo Jesse por la diabetes tipo 1.

Hubo un proceso de pensamiento surrealista, casi se sentía falso. Como cuando simplemente “tratas” de imaginar que te sucederá lo peor, tratas de imaginar perder a tu hijo y te preguntas cosas como “¿cómo sería?”. Bueno, en realidad se sintió así exactamente.

Fue irreal.

No logro recordar cada momento ni el orden cronológico exacto, pero sí recuerdo muy bien que llamé a un puñado de personas. Primero, llamé a mi pareja cuando sospeché que algo andaba muy mal con Jesse. Lo llamé y le dije que estaba preocupada, que tal vez debía volver del trabajo. Estaba empezando a entrar en pánico.

Después de llamar al padre de Jesse y escuchar lo peor, que mi hijo no respiraba y que los técnicos de urgencias médicas estaban trabajando en él, a pesar de lo difícil que fue, colgué. Llamé a refuerzos. Todo está borroso. Es una locura. Es brutal. Esas son las palabras que me vienen a la mente mientras escribo esto.

Le dije al padre de Jesse que dejara la línea abierta, que iba a llamar para pedir ayuda. ¿Ayuda? No sé, solo sabía que tenía que comunicarme con alguien. Llamé a mi pareja de inmediato. Sé que estaba gritando, sé que no tenía sentido, sé que gritaba que Jesse estaba muerto. Colgó sin dejarme terminar. También me asusté porque mi teléfono celular tenía poca batería. No podía imaginar qué pasaría si perdía la comunicación.

Luego llamé a mi amiga Sandy. Sabía que ella era alguien cuyo apoyo necesitaba. La siguiente llamada fue a Amy, alguien que resultó casi como un soporte vital para mí durante esos terribles meses. Por último llamé a una compañera de trabajo, Laura, para asegurarme de que estuvieran informados. ¿Por qué lo hice? Todavía no lo sé.

Entré en una especie de modo “protégete porque vas a necesitar ayuda”. Me llamó Julia, la antigua vecina que siempre estuvo ahí para mí.

No puedo imaginar lo que estaba pasando por la cabeza de todos, sin saber tampoco qué hacer. Pero de alguna manera, supieron qué hacer. Me levantaron y no me dejaron caer.

Entonces, en lugar de adivinar lo que pasaba por sus cabezas en esos momentos, les pedí que contaran su historia aquí, para ustedes. Esto es lo que dijeron. Estas son las cosas que pueden hacer para ayudar a sus seres queridos a llorar la pérdida de su hijo.

1. Estar presente

No busques excusas para no ayudar. Sé que es difícil lidiar con eso, pero te necesitamos. Incluso si decimos “No quiero a nadie cerca”, queremos gente cerca. Es necesario.

2. Organiza un fondo conmemorativo

Especialmente con la pérdida de un hijo, es probable que la familia no cuente con dinero ahorrado para pagar un funeral y los gastos que lo acompañan. Pídeles permiso a los padres primero y piensa en iniciar un fondo conmemorativo para ayudar a aliviar la carga financiera.

Crea un fondo conmemorativo para que la gente pueda hacer una donación inmediatamente. Al igual que tú, es posible que otros quieran ayudar, pero no sepan cómo. Donar es una forma en que la gente puede ayudar.

3. Planifica un evento conmemorativo

No solo fue catártico estar con tantas personas que amaban a Jesse fuera del funeral, sino que ayudó a recaudar una cantidad de fondos necesarios. Puedes ayudar a organizar y planificar un evento conmemorativo en un centro comunitario local, centros espirituales o religiosos, el parque favorito del niño o tu propia casa. Evita planificarlo en la casa de los padres ya que es posible que quieran mantener su privacidad.

4. Planificación del funeral

Nadie sabe realmente cuánto trabajo implica planificar un funeral hasta que necesitan hacerlo ellos mismos. Puede ser abrumador y agotador. Puedes ayudar con la planificación del funeral comunicándote con una funeraria, asegurándote de que haya dinero para pagar el funeral, buscando una iglesia, etc.

Asegúrate de preguntarles a los padres antes de ayudar a planificar ya que deberán decidirse muchos detalles personales.

5. Déjalos hablar

Y hablar, hablar y hablar. Cuanto más hablen y lloren, mejor.

6. Ocúpate de contestar el teléfono de la persona en duelo 

El teléfono es agotador. La gente tiene buenas intenciones, pero contar lo que ha pasado una y otra vez es doloroso y brutal. Cuéntalo tú en su lugar. Dirige a las personas a la página conmemorativa o a la página de recaudación de fondos. Dales los detalles del evento conmemorativo. Minimiza cuánto debe compartir la persona en duelo para que pueda conservar su energía.

7. Planifica la comida en el funeral o la reunión en casa

Lo último que la gente puede hacer es cocinar o ser anfitrión ya que tan solo comer puede ser un reto. Organizarlo sería de gran ayuda. También puedes organizar una cadena de comida con un grupo de amigos donde todos cocinen una comida que la persona en duelo pueda congelar y no tener que cocinar por un tiempo.

Otra forma de ayudar es ofrecerte a hacer algunas tareas del hogar como lavar la ropa o comprar alimentos. Es una cosa menos de la que deba encargarse la persona y así pueda concentrarse en sanar.

8. Prepara una presentación de diapositivas o tableros de imágenes 

Puedes recopilar fotos de las redes sociales o personales y compilarlas en una carpeta digital. La mayoría de las computadoras permiten mostrar las fotos en una presentación continua de diapositivas. Incluso puedes ponerlas en una memoria USB para mostrarlas en televisores o directamente desde tu teléfono en el caso de un televisor inteligente.

Otras opciones incluyen imprimir las fotos y hacer un collage para exhibirlas en el funeral o en la casa. Otras opciones incluyen crear álbumes de fotos o páginas conmemorativas de redes sociales.

9. No le digas “llámame si me necesitas”

No te llamaremos porque no sabemos lo que necesitamos. Es posible que otros se sientan como una carga o que nadie quiere hablar con un “aguafiestas”. Todos están pendientes los primeros días, incluso semanas, pero después del primer mes, los demás tienden a continuar con sus vidas mientras que la nuestra todavía está destrozada.

En cambio, sigue estando pendiente incluso después de que todos los demás lo hayan olvidado. Nosotros no lo hemos olvidado.

10. Guarda las cosas de su ser querido

No es necesario que seas exhaustivo, simplemente guarda los formularios escolares que quedaron sobre la mesa, o las llaves del auto o una nota que dejó, cualquier cosa que sea reciente y obvia. No tires estos artículos, solo escóndelos por un tiempo. No empaques todo lo que hay en su habitación en cajas ni nada por el estilo. Eso es para otro día y momento a elección de la persona en duelo.

Para cualquier persona que esté lidiando con la pérdida de un niño con diabetes tipo 1, consulta nuestros recursos.

ESCRITO POR Michelle Bauer (Alswager), PUBLICADO 07/31/23, UPDATED 07/31/23

Michelle Bauer (Alswager) escribió este artículo para el sitio original de Jesse Was Here y recientemente se transfirió al sitio web de BT1.